La Empresa de Ferrocarriles del Estado, EFE, anunció ayer, a través de un comunicado, que ejercerá las acciones que correspondan ante la acción de sustraer una locomotora diésel desde el recinto de la estación de Osorno, para trasladarla hasta Valdivia, sin la debida autorización para el uso de las vías.
La declaración, firmada por María Isabel Seoane, gerente de Comunicaciones y Marketing de EFE, afirma que "en el caso de esta locomotora, lo primero es señalar que no es propiedad de Ferrocarriles, sino de un privado, y lo segundo, que se incumplió toda la normativa ferroviaria vigente, poniendo en grave riesgo la seguridad de los propios involucrados y la de terceros, que podrían haber sido afectados, por lo que la empresa ejercerá las acciones legales que correspondan".
MAQUINISTA
También EFE alude a los requisitos que deben cumplir los maquinistas para obtener licencias "y los que debe cumplir el equipo ferroviario que transite por las vías, que se denomina certificación. Sin la licencia, el maquinista no puede operar un tren y sin la certificación al día, un tren no puede circular".
"Asimismo -agrega- cuando todo está en regla, se debe solicitar la asignación de un canal de circulación para asegurar que en ese tramo no haya otro tren en operación".
POR OFICIO
La Fiscalía Regional del Ministerio Público dijo que la investigación del caso de la locomotora lo lleva adelante la Fiscalía de Osorno.
Tal situación significa que la única persona hasta ahora detenida -aunque con citación a declarar - y acusada de "receptación", el presidente del Patrimonio Ferroviario, Enrique Rivera, declararía por oficio en Valdivia, si así lo solicitan desde Osorno.
De lo contrario, deberá concurrir hasta esa ciudad y probablemente también las personas que directamente participaron en el traslado o "rescate" de la locomotora y que aún no son detenidas por la Brigada Investigadora de Robos (Biro) de la PDI.
Sobre el caso, Rivera, manifestó a este diario que, "nunca el espíritu del traslado de la locomotora desde Osorno a Valdivia fue robarla, sino que rescatarla para evitar que siguiera siendo desmantelada y deteriorada".
En la oportunidad, reconoció que "se cometieron errores", precisamente al no pedir autorización.