"En el escenario soy de otra manera. En lo personal soy de pocas palabras, pero el humor me dio más personalidad para estar frente al público".
Así cuenta la osornina Mireya Cárcamo la forma en que se transforma cuando sube al escenario junto a su yunta humorística y pareja, Abel Romero, con quien fundó el dúo cómico "Los Diamantes de la risa" caracterizándose por presentar una audaz rutina.
Actualmente llevan 28 años haciendo reír sin ningún tipo de inconvenientes en un escenario complicado, como lo es la calle de cualquier ciudad del país.
Por un vaso de agua
La génesis de este grupo partió cuando Mireya tenía 17 años y se había trasladado a vivir con su madre a la ciudad de Temuco, pues había dejado la ciudad de Osorno a los 11 años.
Fue un vaso de agua el momento que los unió. Abel andaba de paso por la ciudad de Temuco con un grupo de circo cuando se acercó a su casa a pedir el vital líquido.
"Así partió todo, yo soy osornina, pero nos fuimos a Temuco con mi madre. Allá Abel me vio y pidió un poco de agua, pero yo le di un vaso de leche (ríe). Nos hicimos amigos cómplices y luego de un año nos pusimos a pololear y un día él me preguntó si quería sumarme al proyecto de humor y así surgió nuestro número", recordó Mireya.
A la fecha, este dúo cuenta que han recorrido más de 250 comunas a lo largo de Chile, pero siempre están volviendo a Osorno ya que es el lugar de nacimiento de la humorista y donde guardan un gran aprecio.
Mireya es introvertida en su trato cotidiano, pero cuenta que cuando se sube a un escenario aflora en ella la pasión de artista y se transforma sacando una osada personalidad, necesaria para llegar al público y lograr los anhelados aplausos.
desde la infancia
Abel Romero es el fundador de "Los Diamantes de la Risa" cuyo nombre nació cuando trabajaba en la calle y decidió comenzar con su anhelada "empresa familiar".
"Estuve en una escuela que fue el circo Biker, allí aprendí todo, incluso trapecio, malabarismo y las cosas que se ven en el circo y quería conformar uno propio y así después surgió el humor", cuenta el artista callejero.
En muchos de los momentos que relata, destaca la trayectoria obtenida en las calles de diversos puntos del país.
"En la calle se hace un trabajo doble, que es en primer lugar juntar a la gente y luego sacarle una sonrisa", indica.
El humor de Abel partió en su infancia debido a la escasez de recursos. En ese momento comenzó a cantar en los microbuses, lustró zapatos, vendió diarios, también cantó en los trenes y bares nocturnos, hasta que tomó la decisión de dedicarse de lleno al humor.
su rutina
"Nos gusta sacarle una sonrisa a la gente, porque todos viven muy oprimidos y lo hacemos con un humor familiar, donde nuestra rutina trata de problemas cotidianos al interior de la familia o de las deudas que se viven en la sociedad", comenta.
Respecto al tiempo de la rutina, el dueto dice que ellos son capaces de continuar todo lo que pida la gente, incluso recordaron una anécdota ocurrida en la comuna de Puyehue, cuando los invitaron a un festival, donde fue tanto el entusiasmo de los asistentes que tuvieron que salir cuatro veces al escenario y continuar con su "atrevida" rutina.
Por estos días, "Los Diamantes de la Risa", fueron parte de un show solidario a favor de una joven con cáncer de un campamento en Rahue, pues dijo Abel, "siempre que nos requieran estaremos con los más necesitados".