Secciones

científicos aseguran que una sustancia del vino tinto ayuda a prevenir el deterioro de la memoria en la vejez

E-mail Compartir

Quizás la propiedad más importante del vino tinto es su efecto antioxidante, y por ello se recomienda tomar una copita a la hora de almuerzo. Pero esta dosis no sólo ayudaría a rejuvenecer, sino también a preservar la memoria durante la tercera edad.

Así lo afirma un estudio realizado por el Texas A&M Health Science Center College of Medicine (EE.UU.), el cual concluye que el responsable de la prevención del deterioro de la memoria asociado con la edad es el resveratrol, un antioxidante natural que se encuentra en las uvas rojas.

La investigación, publicada en Nature, da cuenta de un experimento con ratones mayores. Los "resultados fueron sorprendentes", afirma Ashok K. Shetty, líder del estudio.

El equipo distribuyó a un grupo de roedores un tratamiento a base de resveratrol, durante un período de dos años. Otro grupo de control recibió un placebo.

Los resultados arrojaron que los animales que habían tomado resveratrol mejoraron de manera considerable su aprendizaje espacial y su memoria. En cambio, los ratones del placebo mantuvieron su capacidad de aprendizaje, pero la capacidad de crear nuevos recuerdos espaciales se redujo significativamente a lo largo del tiempo que duró el estudio.

Además, la neurogénesis (producción de neuronas) se duplicó en los ratones que recibieron resveratrol en comparación con los otros. También tuvieron un mejor flujo de sangre en el cerebro y un nivel inferior de inflamación en la zona del hipocampo, responsable de la memoria espacial.

Sobre este último punto, los científicos creen que el resveratrol influiría de manera positiva en la memoria, el aprendizaje o el estado de ánimo.

"El estudio proporciona nuevas pruebas de que el tratamiento con resveratrol en la edad madura puede ayudar a mejorar la memoria y la función de estado de ánimo en la vejez", aclara Shetty.

Teniendo en cuenta que tanto los seres humanos como los animales mostramos una disminución en la capacidad cognitiva a partir de la mediana edad, estos hallazgos pueden tener importantes implicaciones en el tratamiento de la pérdida de memoria en ancianos e incluso para enfermedades neurodegenerativas como el mal de Alzheimer.

estudio revela un aumento del individualismo por factores socioeconómicos

psicología. La investigación asegura que este fenómeno está en constante renovación y que prevalece en quienes han cambiado su situación laboral.

E-mail Compartir

Un estudio realizado en Estados Unidos revela el aumento del individualismo, sobre todo en aquellos de cambiaron su situación laboral de obreros a trabajadores de "cuello blanco", es decir, quienes realizan labores administrativas.

La investigación, publicada en Psychological Science, analizó diversos factores culturales e incluso situaciones cotidianas, tales como las tendencias en los nombres de los bebés y los cambios en la estructura familiar.

Según el documento, el individualismo no tiene relación con las tendencias de la urbanización o demandas ambientales, tales como la frecuencia de las enfermedades o desastres en las ciudados, sino que más bien se trata de un factor socioeconómico.

"A través de muchos marcadores del individualismo, la clase social fue el único factor que precedió sistemáticamente los cambios en el individualismo a través del tiempo, lo que sugiere tentativamente una relación causal entre ellos", indica Igor Grossmann, perteneciente a la Universidad de Waterloo y autor del estudio.

El psicólogo, quien trabajó en conjunto con Michael Varnum, de la Universidad Estatal de Arizona, explica que el estudio representa uno de los primeros intentos a gran escala para probar diversas teorías que explican el cambio cultural en el individualismo en un período superior a 30 ó 40 años.

análisis de factores

Los investigadores revisaron las tendencias en los nombres del bebé a través del tiempo, utilizando datos de la Administración de Seguridad Social.

También analizaron los cambios en el uso de la palabra a través del tiempo y las modificaciones en la estructura familiar, incluyendo el tamaño de la familia y la prevalencia de los hogares multigeneracionales (por ejemplo, un grupo compuesto por abuelos, padres e hijos). Para ello utilizaron datos del Censo realizado en el país norteamericano.

Los autores examinaron datos socioecológicos que han sido postulados como contribuyentes al individualismo e incluyeron la prevalencia de las enfermedades infecciosas y los desastres (comunes en EE.UU. debido a los huracanes), las tasas de suburbanización, los cambios en el laicismo y las tendencias de la situación laboral.

resultados

Entre todos los indicadores culturales antes mencionados, los investigadores encontraron evidencia de que el individualismo ha ido en aumento durante los últimos 150 años.

Los autores ponen como ejemplo que la familia disminuyó de tamaño desde la década de 1860 y que las familias multigeneracionales cayeron a partir de 1880, hasta 1980.

En cuanto a las palabras relacionadas con el individualismo, su frecuencia aumentó a partir de 1860, mientras que la frecuencia de las palabras colectivistas disminuyó durante el mismo período.

Respecto a los nombres del bebé, hubo un aumento de la singularidad, es decir, otorgarle un carácter único. Hubo una disminución en el porcentaje de los niños que recibieron uno de los 20 nombres más populares.

Los cambios en el individualismo están precedidos por la situación laboral de los habitantes. "La única afirmación teórica sugiere que el aumento en el individualismo es debido a los cambios de la sociedad en cuanto a clases sociales, de obreros a ocupaciones administrativas", remarca Grossmann.

Los autores concluyen que el individualismo no es un fenómeno reciente y que está en constante renovación. "Esta perspectiva pone algunas afirmaciones de la ciencia emergente sobre la juventud actual en una perspectiva histórica: sí, la juventud actual es diferente de las generaciones mayores, pero esto parece ser un fenómeno constante en el tiempo", explica Grossmann.

Un estudio publicado en 2014 por la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez indicó que el 54% de los chilenos se siente infeliz en su trabajo y que existen rasgos de individualismo en la vida laboral. "Los jefes piensan que los trabajadores sacan la vuelta y los trabajadores no confían en sus jefes (...) Nos hemos centrado mucho en nosotros mismos, es un individualismo, que se basa en la falta de confianza", sostuvo Marcos Gómez, académico y uno de los autores del escrito.

Factores sociales

La evolución de los nombres de los bebés y el uso de palabras "individualistas" fueron parte de la revisión realizada por los autores del estudio.

Cambios familiares

El escrito indica que a partir de 1860 el número de miembros de una familia cayó, así como la convivencia de las llamadas "familias multigeneracionales".

Causa

Los investigadores concluyen que el individualismo está precedido por una mejora de la situación laboral, de obrero a trabajador administrativo.