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Hombres y mujeres no serían tan diferentes sicológicamente

género. Una investigación asegura que ambos tienen más características en común de lo que se cree y que hay una tendencia a exagerar los estereotipos.

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En 1992, el escritor estadounidense John Gray escribió el popular libro "Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus", que plantea ciertas diferencias sicológicas en cuanto a género, algunas ya conocidas y que constituyen estereotipos tales como "la mujer emocional" y "el hombre que rara vez comparte sus sentimientos".

Pero Zlatan Kirzan, investigador de la Universidad Estatal de Iowa, tiene una visión contraria a quienes plantean diferencias entre hombres y mujeres: son más parecidos de lo que podemos pensar.

Kirzan publicó un artículo en American Psychologist en el que asegura que los estereotipos de género pueden influir en las creencias y generar la impresión de que las diferencias son amplias.

El equipo de investigación, que incluyó a miembros de las universidades de Carolina del Norte en Greensboro y la Western Carolina, indagaron en más de 100 meta-análisis de las diferencias de género, en estudios que involucran a más de 12 millones de personas.

Los resultados arrojaron que casi el 80% de las características de hombres y mujeres se superponen, es decir, tienen ciertas coincidencias, por lo que ambos no son tan distintos. La toma de riesgos, el estrés laboral y la moral fueron las más comunes.

"Esto es importante porque sugiere que cuando se trata de la mayoría de los atributos sicológicos, hombres y mujeres son relativamente similares entre sí", indicó Krizan a través de un comunicado de prensa institucional.

"Esto es cierto, independientemente de si nos fijamos en los dominios cognitivos, como la inteligencia; en los dominios sociales, tales como los rasgos de personalidad; o al bienestar, tales como la satisfacción con la vida", explicó el autor del estudio.

Krizan subraya que existe una razón por la cual los resultados contradicen lo que muchos piensan, y tiene que ver con la diferencia en los extremos, es decir, hay una tendencia a exagerar las características del otro. "La gente tiende a sobreestimar las diferencias, porque se dan cuenta de los extremos", sostiene.

Utilizó la agresión como un ejemplo. "Si nos fijamos en los índices de encarcelamiento para comparar la agresividad de los hombres y las mujeres, el hecho de que los hombres constituyen la gran mayoría de la población carcelaria apoya la idea de que los hombres son extremadamente más agresivos. Sin embargo, se trata de una estimación errónea de cuánto los hombres y las mujeres difieren en agresividad, si eso es lo único que nos fijamos en la comparación", aseveró.

diferencias

Según la investigación, las similitudes también fueron consistentes independiente de la edad y el paso del tiempo. Sin embargo, el estudio no niega que los hombres y las mujeres tengan sus diferencias.

Los autores identificaron diez atributos en los que había una brecha significativa entre géneros, algunos considerados estereotipos. Por ejemplo, los hombres tienden a ser más agresivos, mientras que las mujeres tienen un apego más fuerte a sus pares y son más sensibles al dolor.

Sin embargo, Krizan insiste en que existen mínimos ripios. "La diferencia en algún rasgo es bastante pequeña. Cuando hay varias diferencias pequeñas, la gente podría pensar que hay una gran diferencia, porque toda la configuración tiene un sabor diferente. Creo que hacen un error al asumir que cualquier rasgo dado es muy diferente de los típicos en hombres y mujeres".

Existe un régimen social conocido en el feminismo como la "heteronorma", que impone ciertos cánones desde el punto de vista de la sexualidad y el comportamiento, tales como "los hombres están obligados a aguantar el dolor porque son hombres". En cuanto a este tipo de roles sociales, Krizan parafrasea a John Gray y plantea que "aunque se puede decir que los hombres vienen de Marte y las mujeres de Venus, estos resultados nos recuerdan que todos venimos de la Tierra, después de todo".

científicos descubren un posible fármaco para tratar la diabetes

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Una investigación realizada por la Universidad de Cornell en Nueva York podría tener la solución para curar la diabetes, enfermedad que afecta a más de 347 millones de personas en el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El hallazgo, publicado en la revista Diabetes, consiste en una píldora probiótica que reduce los niveles de glucosa en la sangre utilizando una bacteria común que se encuentra en el intestino humano.

La diabetes se origina debido a un aumento en los niveles de glucosa en la sangre, lo que se traduce en hiperglucemia. Esta enfermedad conlleva una serie de complicaciones, tales como enfermedades cardíacas y daños en el sistema nervioso.

El experimento consistió en diseñar una cepa de Lactobacillus, un probiótico utilizado para tratar la enfermedad de Crohn, la diarrea o el síndrome de intestino irritable.

La bacteria debía secretar una sustancia similar al glucagón tipo 1, una hormona que libera insulina en respuesta a la alimentación.

Tras administrar por vía oral este probiótico modificado en un grupo de ratas diabéticas durante 90 días, los roedores redujeron sus niveles de glucosa en sangre hasta en un 30%.

"La cantidad de tiempo que precisamos los humanos para reducir los niveles de glucosa después de una comida es la misma que en una rata normal, y los resultados se corresponden con la cantidad de glucosa en la sangre, tal y como lo sería con un páncreas con un funcionamiento normal. Lo que hace el probiótico modificado es mover el centro de control de la glucosa en el páncreas a la parte superior del intestino", explicó John March, líder del estudio.

La siguiente parte del experimento pasará por probar dosis más altas de este probiótico de laboratorio en ratas diabéticas, con el fin de ver si es posible revertir por completo la diabetes.

30%

disminuyó el nivel de glucosa en las ratas diabéticas durante el experimento con la cepa de Lactobacillus.

347

millones de personas en el mundo padecen diabetes, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

omm confirma que el año 2014 fue el más cálido registrado en la historia

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La Organización Meteorológica Mundial (OMM), la máxima autoridad en este ámbito, confirmó ayer que 2014 ha sido el año más caluroso desde que se cuenta con registros.

La temperatura media del aire sobre la tierra y la superficie del océano fue 0,57 grados superior al promedio de largo plazo (14 grados), en el período de referencia entre 1961 y 1990.

Los otros dos años más calurosos de la historia, según los actuales registros, fueron 2010 y 2005, cuando las temperaturas estuvieron 0,55 y 0,54 grados, respectivamente, con respecto al mismo periodo.

Según la OMM, la diferencia es de algunas centésimas de grado, lo que está considerado dentro del margen de error.

Más allá del impacto de estos cálculos y de que la temperatura haya sido más elevada tal o cual año, la organización dijo que esto confirma la tendencia continua al calentamiento global y el riesgo de sufrir cada vez más sus consecuencias.

El año pasado se registraron olas récord de calor combinadas con lluvias torrenciales e inundaciones en muchos países, mientras que en otros hubo sequías, lo que es característico del cambio climático.

"Prevemos que el calentamiento global continúe debido al incremento de los niveles de gases de efecto invernadero en la atmósfera y a que el contenido de calor aumenta en los océanos", indicó el secretario general de la OMM, Michel Jarraud.

Estos datos confirman lo adelantado hace dos semanas por la NASA y el Administración de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos, al apuntar a 2014 como el año más caluroso. Sin embargo, difieren en las medidas exactas.

La OMM ha sido pionera en alertar sobre el cambio climático y su impacto en el calentamiento del planeta, y ha incidido en el rol que tienen las actividades humanas en la aceleración de este fenómeno.

La entidad también indicó que los océanos experimentaron temperaturas récord en 2014.