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Celíacos aprovechan productos de verano para enriquecer su dieta

salud. En esta época las personas intolerantes a la proteína del trigo se abastecen de frutas que no les causan malestar, como las sandías, melones y duraznos, entre otras. En la ciudad también hay algunas tiendas especializadas en la venta de productos libres de gluten, a las cuales llegan a comprar incluso argentinos afectados por la enfermedad.

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'Durante el verano aprovecho de comer todas las frutas y verduras de la estación y me siento mucho más contenta, porque tengo más opciones para agregar a mi dieta. No es fácil ser celíaco en un mundo donde cuando te invitan a comer te quedas mirando lo que todos pueden servirse y tú no'.

Josefina Díaz sufre hace tres años la enfermedad celíaca (EC), condición que corresponde a la intolerancia permanente al consumo de gluten del trigo, cebada, centeno y en algunos casos incluso avena, que se caracteriza por una reacción inflamatoria en la mucosa del intestino delgado.

El diagnóstico lo obtuvo luego de realizarse diversos exámenes médicos, tras sufrir cuadros de decaimiento, malestar estomacal y anemia.

Desde ese momento, esta osornina debió cambiar completamente sus costumbres de alimentación y restringirse de la mayoría de los productos que consumió toda la vida y que sobre todo en zonas como la nuestra son de ingesta prácticamente diaria.

Así, el pan, los pasteles, la gran mayoría de los alimentos envasados y la cerveza debieron desaparecer completamente de su vida y ahora solo puede ingerir productos que sean libres de gluten, los que muchas veces son difíciles de encontrar, además de ser mucho más caros que los que contienen la proteína del trigo.

Tal como lo menciona Josefina, la enfermedad es compleja ya que casi todos los alimentos contienen gluten. Por eso, la época veraniega representa una oportunidad para quienes la padecen, ya que encuentran una gama mayor de productos vegetales y salados que no se encuentran todo el año.

En este sentido, se debe consignar que muchas de esas frutas y verduras pueden encontrarse en invierno, pero envasadas, formato en que poseen preservantes que impiden a los celíacos consumirlas.

De esta forma, los berries, sandías, melones, duraznos, uvas y cerezas frescas pueden transformarse en la alternativa ideal a alimentos como los pasteles y helados, pues aportan dulzor y frescura.

En todo caso, la nutricionista Andrea Baumann advierte que el consumo de frutas debe hacerse con moderación, debido a la alta cantidad de azúcar que ésas poseen.

Ella es una profunda conocedora de esta enfermedad, ya que no sólo la ha debido estudiar por su profesión, sino también la padece desde muy pequeña.

Andrea Baumann explica que 'siempre aconsejo a la gente a que compren frutas y verduras y que por supuesto lo hagan en la feria. No hay nada mejor que alimentarse de los alimentos producidos en la misma zona donde uno vive'.

Otra alternativa para los pacientes celíacos son los choclos, porotos verdes y granados, los que les otorgan una alternativa rica en carbohidratos.

La profesional explica que en Chile no hay cifras exactas sobre la cantidad de personas que presentan esta condición. En todo caso, precisa que se trataría de un 1,5% de la población, aunque un alto número de quienes presentan esta condición no ha sido diagnosticado.

La situación en Chile para estos pacientes es muy distinta a la que se vive en otros países, en donde la enfermedad celíaca es considerada dentro de los planes de salud e incluso en naciones como Argentina se entrega una subvención del Estado para apoyar la compra de los alimentos.

'En todo caso, si comparamos con varios años atrás, ahora en nuestro país al menos hay más alternativas para alimentarse, pues es posible encontrar tiendas especializadas y en los supermercados también hay productos sin gluten. A pesar de eso, aún estamos en pañales en esta materia', argumenta la nutricionista.

PREPARACIÓN PROPIA

Para enfrentar esta condición, Josefina Díaz ha optado por preparar sus propios alimentos, como galletas de arroz, panqueques y pan con harina especial, que no contiene gluten. 'De todas maneras, no es lo mismo que comerte un pan blandito y crujiente. Eso se echa mucho de menos', confiesa.

Josefina debió aprender a convivir con su problema. Además de no poder alimentarse con todo lo que ella quisiera, tuvo que empezar a comprar en tiendas especializadas o en supermercados que traen algunos productos libres de gluten.

Pero el costo de una simple galleta de arroz con que reemplazaba el pan es mucho más caro. Por ello, decidió aprender a hornearlas en casa.

'Me aburro de estar comiendo siempre estas mismas cosas y me incomoda sentirme restringida. A veces me deprimo, pero es lo que me tocó y hay que tener que aprender vivir y siempre buscar alternativas', expresa Josefina.

Varias tiendas existentes en Osorno tienen una amplia variedad de productos sin gluten y además de productos elaborados existe la posibilidad de encargar alimentos.

Andrea Bianchi instaló una tienda de este tipo en el edificio Paillahue llamada 'Sanodeleite', donde vende ingredientes y alimentos libres de gluten.

'Creo que no hay nadie que elabore productos sin gluten que sean certificados. Nosotros hacemos pedidos cada quince días a una panadería de Santiago donde preparan diferentes tipos de pan y galletas dulces sin gluten, pero es a pedido', comenta.

Agrega que la tienda es visitada por muchos argentinos que vienen a Osorno a abastecerse de estos productos.

Otra alternativa la ofrece la tienda 'Lo sano Market', ubicada en calle Los Carrera casi esquina Prat. Allí pueden encontrarse galletones de arroz, premezclas para hacer pan, galletas de quinoa e incluso helados libres de la proteína del trigo.

Los supermercados también ofrecen algunos productos sin gluten en sus estanterías, pero quienes necesitan adquirir estos productos siempre deben fijarse en el sello de certificación del envase.

'A veces no me gusta salir de mi casa. Evito que me inviten a reuniones sociales, porque sufro al ver comer al resto y yo sólo puedo mirar. Por eso salgo poco y creo que soy de pocos amigos', reconoce Josefina.

Y su caso no es la excepción, pues muchos de quienes padecen esta enfermedad comienzan a tener inestabilidad en su ánimo y en algunos casos veces llegan a deprimirse.

La especialista Andrea Baumann complementa que los celíacos por lo general se encierran en su problema. 'Hace unos años organicé una reunión para abordar el tema desde mi profesión y también porque padezco esta enfermedad desde chica. Creí que las sillas del salón no alcanzarían para la audiencia, pero me encontre con que casi nadie se atrevió a ir. La condición hace que las personas muchas veces se retraigan y según lo que me ha tocado ver puedo decir que el celíaco por lo general es muy tímido', profundiza.

En Osorno pese a existir varias personas que tienen intolerancia a la proteína del gluten, aún no se ha generado la instancia de formar una agrupación.

'Creo que la razón de que todavía no se forme un grupo como sí ocurre en otras partes del país es la timidez de estas personas. Pero sería muy positivo que pase, porque así los celíacos intercambiaríamos datos y experiencias que son fundamentales para sobrellevar esta condición'.

Por su parte, Josefina también se muestra partidaria de encontrar y reunir gente en la ciudad con el afán de intercambiar datos, debido a la dificultad que enfrenta muchas veces para encontrar productos que necesita para comer.

'Sería fantástico conocer personas que vivan como yo para pasarnos datos o encargar cosas juntos. Por último, para hacer reuniones y comer todos de los mismo', bromea.

1,5% de la población

5% de los celíacos

Osorno aún no cuenta

'No hay nada mejor que alimentarse de los productos producidos en la misma zona donde uno vive'.