Designación de nuevo obispo de la diócesis causa intenso debate local
religión. La nominación del hasta ahora obispo castrense de Chile, Juan Barros Madrid, en la Diócesis local, fue valorada por algunas
Un gran revuelo y reacciones encontradas ha causado la nominación como nuevo obispo de Osorno del hasta ahora obispo castrense de Chile, Juan Barros Madrid. Mientras la Iglesia así como diversos personeros locales valoraron la llegada de un nuevo líder para la Diócesis, hubo quienes criticaron la designación debido a la vinculación del elegido con el sacerdote Fernando Karadima, condenado por el Vaticano por abusos a menores.
Fue a las 8 horas de ayer cuando se publicó en el sitio web oficial de la Iglesia Chilena la decisión de la Santa Sede.
En el comunicado, se informó también que monseñor Fernando Chomali Garib, arzobispo de la Santísima Concepción, seguirá en el cargo de administrador apostólico de la Diócesis de Osorno hasta el día en que el nuevo obispo tome posesión de su cargo, fecha que no fue precisada.
De esta forma, monseñor Barros se convertirá en el sucesor de monseñor René Rebolledo, quien el 14 de diciembre de 2013 fue designado como arzobispo de La Serena, cargo que ejerce en la actualidad.
TRAYECTORIA
Monseñor Juan de la Cruz Barros Madrid nació en Santiago el 15 de julio de 1956. Realizó sus estudios de Filosofía y Teología en el Seminario Pontificio Mayor de Santiago, y obtuvo la Licenciatura en Teología en la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde también estudió algunos años Ingeniería Comercial.
En 1984 fue ordenado sacerdote en Santiago de Chile y un año antes se había convertido en secretario personal del cardenal Juan Francisco Fresno, arzobispo de Santiago, cargo que cumplió hasta 1990.
Fue también párroco de Nuestra Señora de la Paz (Decanato de Ñuñoa) y después párroco de San Gabriel (Decanato de Pudahuel Sur). Adicionalmente, se desempeñó como director del Área Eclesial de la Conferencia Episcopal de Chile.
En abril de 1995 fue elegido por el papa Juan Pablo II como obispo auxiliar de la Diócesis de Valparaíso y el 21 de noviembre de 2000 el mismo Pontífice lo designó obispo de la Diócesis de Iquique.
El 9 de octubre de 2004 fue nombrado por el Papa Juan Pablo II obispo castrense de Chile, cargo que desempeñaba hasta ayer, cuando fue destinado a la Diócesis de Osorno.
La determinación causó reacciones inmediatamente, puesto que Barros es uno de los cuatro integrantes del Episcopado formados por el ex párroco de El Bosque Fernando Karadima, quien fue declarado culpable de abusos a menores por el Vaticano.
El sacerdote además tuvo que prestar declaraciones en 2011 por ese vínculo en el marco de la investigación de los abusos sexuales cometidos por Karadima ante la ministra en visita del caso, Jessica González.
Monseñor Juan Barros figura también como uno de los firmantes de cartas que se enviaron al Vaticano en medio de la investigación de las denuncias en contra de Fernando Karadima.
Las cartas, a las que Ciper Chile pudo acceder en 2013, tenían el fin de respaldar al ex párroco de El Bosque y anular las denuncias realizadas por James Hamilton, José Andrés Murillo y Juan Carlos Cruz.
Frente a las acusaciones de haber sido "encubridor" de las acciones de Karadima, el año 2011 las negó categóricamente, a través de un comunicado enviado a los medios de comunicación en su calidad de obispo castrense.
REACCIONES POLÍTICAS
Luego de conocerse la designación del nuevo obispo de Osorno, la respuesta a nivel local por parte de los líderes políticos fue dispar.
Así, el gobernador provincial, Gustavo Salvo, tomó distancia de la determinación y expresó que "frente al nombramiento de la nueva autoridad eclesiástica para Osorno debo recordar que el Gobierno de Chile es laico, por ende los nombramientos que la Iglesia decide no son de nuestra competencia".
En todo caso, Salvo recalcó que "nos interesa tener la mejor de las relaciones con el mundo cristiano y en este caso particular con la Iglesia Católica".
A su vez Jaime Bertín, alcalde de Osorno, se mostró conforme con el nombramiento, luego de más de un año sin contar con un obispo titular en la diócesis de la cual la capital provincial es parte.
"Lo importante aquí es que por fin tenemos un obispo, un hombre con experiencia, que ha trabajado en ese cargo en otros lugares y sin duda va a hacer un gran aporte a la provincia, que es lo que todos esperamos", enfatizó el militante demócrata cristiano.
Sobre las reacciones generadas por la vinculación de Barros con el caso Karadima, el jefe comunal manifestó que "no encuentro justificada una crítica de esta naturaleza, porque cada persona en un momento determinado debe ser leal a sus principios y formación. Creo que no somos quiénes para juzgarlo. Sólo se le cuestiona el hecho de entregar antecedentes para la defensa de Karadima y si fuera por eso los abogados tendrían que estar coludidos cada vez que defienden a una persona que evidentemente es culpable".
Una opinión similar dio a conocer el concejal de la Unión Demócrata Independiente Víctor Bravo, quien sostuvo que "Chile debe aprender a separar las cosas y no buscar alternativas para empezar a crucificar a la gente. Creo que el mundo católico, al cual pertenezco, debe estar contento de que llegue un obispo oficial, que se integre a nuestra comunidad y que haga un buen papel como lo han hecho los anteriores".
CRITICAS
Las críticas más fuertes a la nominación de Juan Barros vinieron de parte de representantes del Partido Socialista.
Es el caso del diputado del distrito 56 Fidel Espinoza, quien afirmó que "Osorno no se merece esta decisión tan lamentable de la Iglesia Católica, de la cual también formo parte, al nominar a una persona de tan cuestionable currículum y que se vincula a una de las peores aberraciones que ha vivido la Iglesia. Estoy seguro que el Papa no ha tenido toda la información por parte del cardenal Ezzati para haber hecho una designación que es realmente lamentable para Osorno como provincia y como diócesis".
Espinoza precisó que actuará personalmente contra de este nombramiento ante el Vaticano: "Por razones de carácter personal el 2 de febrero voy a estar en Roma y me comprometo en nombre de toda la comunidad de Osorno a que personalmente entregaré ante el Vaticano un repudio a este hecho, acto al cual espero que se sume mucha gente que hoy día siente que esta es una situación lamentable para toda la Iglesia Católica y para Osorno como ciudad y como provincia".
En la misma línea, el concejal Carlos Vargas, sostuvo que "soy cristiano, apostólico, católico y romano y creo que represento a mucha gente que no podrá hablar. Lo digo con mucho dolor y pena de enterarme de esto. Todos confiábamos de que tendríamos un obispo sin las características de este personaje, involucrado en temas tan graves que han hecho tanto daño a la Iglesia".
El edil agregó que "estoy muy apenado porque estamos restando a una ciudad como Osorno, que se destacó con monseñor Valdés en un trabajo pastoral tan intenso e interesante".
Monseñor Juan Barros Madrid nació en Santiago el 15 de julio de 1956. Realizó sus estudios de Filosofía y Teología en el Seminario Pontificio Mayor de Santiago,
Obtuvo la Licenciatura en Teología en la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde también había estudiado durante algunos años Ingeniería comercial.
1984 fue el año
en que fue ordenado sacerdote en Santiago de Chile. Desde un año antes y hasta 1990 fue secretario personal del cardenal Juan Francisco Fresno, arzobispo de Santiago.
1995 fue elegido
por el Papa Juan Pablo II como obispo auxiliar de la Diócesis de Valparaíso. Previamente se desempeñó como director del Área Eclesial de la Conferencia Episcopal de Chile.
2000 fue nombrado
por el Papa Juan Pablo como obispo de la Diócesis de Iquique, cargo que desempeñó hasta octubre de 2004, cuando fue nombrado por el mismo Pontífice obispo castrense de Chile.