El delantero argentino Mauro Zárate compartirá camarines con los seleccionados nacionales Mauricio Isla y Eduardo Vargas en el Queens Park Rangers, según confirmó ayer el representante del jugador, su hermano y ex futbolista Rolando.

El hermano del delantero que sonaba como una de las opciones del entrenador de la selección chilena, Jorge Sampaoli, para sumarse a las filas de la Roja, aseguró ayer que Zárate había recibido ofertas del Newcastle y Málaga de España. Sin embargo, decidió elegir la opción del QPR para poder quedarse en Londres.

El representante del argentino, además, informó que solamente faltaba que se sometiera a unos exámenes médicos para confirmar el pase con la firma de contrato, que aseguró que se concretaría ayer u hoy.

De esta forma se confirmó que Zárate militará en el mismo club que Vargas, quien se ha mostrado abiertamente crítico ante la opción de que ingresen jugadores nacidos fuera de Chile a la selección nacional.

Sobre el rechazo de Vargas a la llegada de Zárate, el hermano del delantero de 27 años afirmó que lo ve como "algo normal".

"Mauro como argentino, si le llevan un jugador de otro país a la selección argentina, obviamente será una molestia. Ahora si el jugador va a sumar, a hacer grupo, a aportar lo mejor que pueda, el grupo se lo va ir ganado a medida que vayan pasando los partidos y que vaya demostrando interés por la selección. Esa es la realidad. No creo que sea algo anormal que el jugador chileno esté a disgusto con eso", dijo y agregó que enero se definirá su efectivamente será convocado por Sampaoli.

Zárate ha podido jugar siete de los 19 partidos de la actual Premier League junto al West Ham, siendo cinco de ellos titular. El delantero no ha entrado a la cancha desde el 2 de diciembre pasado y no ha sido citado para los últimos dos partidos.

"En West Ham el técnico lo considera volante, entonces lo está perjudicando en su juego. La idea de Mauro es poder jugar seis meses en su puesto, de delantero, de punta final, y no mediapunta ni doble cinco como lo consideraba el técnico de West Ham", señaló su hermano ayer.

Su equipo lidera la Premier League y avanza con solidez en la Liga de Campeones, pero José Mourinho volvió una vez más a la carga con sus declaraciones explosivas y denunció una campaña en contra del Chelsea.

"Hay en marcha una campaña contra el Chelsea. No sé por qué existe esta campaña y no me importa", lanzó el técnico tras el empate 1-1 del domingo en casa del Southampton.

La tranquilidad de las fiestas navideñas parece haber influido así muy poco en el entrenador portugués, convencido una vez más de que todo el mundo conspira contra él y su equipo.

"Los medios de comunicación, los comentaristas, los otros entrenadores, todos lo están haciendo (poner presión a los árbitros)", acusó Mourinho, que se mostró especialmente molesto por un supuesto penal cometido sobre Cesc Fábregas.

"No me puedo creer que un penalti tan claro" no sea pitado, dijo el ex entrenador del Real Madrid, que consideró esta vez al árbitro Anthony Taylor como el culpable de la pérdida de dos puntos por parte de los "blues".

"La realidad es que hay penales y penales, y éste fue muy claro. Partido tras partido los entrenadores dicen que los jugadores del Chelsea se tiran. Voy a ir al árbitro, le voy a desear un buen año y le voy a decir que se avergonzará", añadió.

Mourinho consideró que no haber concedido un penal así en otros países hubiera generado un gran escándalo.