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Los oficios que florecen en el centro de la ciudad de la mano de la "dulce" Navidad

negocios. Envolver regalos, vender tarjetas o adornos para el pino y hacer el rol de Viejito Pascuero, son algunos de los oficios que aparecen sólo en el mes de diciembre. Después de la fecha, deben esperar doce meses para aprovechar el festejo.
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lyevenesc@australosorno.cl

Don Armando Valenzuela tiene 62 años y desde hace doce que durante cada mes de diciembre se calza el traje rojo y un saco del mismo color, para encarnar a uno de los personajes más queridos por los niños.

Así como Armando, son muchos los trabajos que en los días previos a las fiestas de fin de año aparecen en las calles y luego, tras finalizar las festividades, se esfuman y no vuelven a aparecer hasta dentro de los próximos doce meses.

Sin calor

Don Armando vive en la calle Yumbel de Rahue Alto, pero durante el mes de diciembre se "muda" a calle Ramírez y comienza a entregar, sólo con su voz y una campana, los buenos deseos de fin de año.

Si bien no pretende hacerse rico con esto, este hombre de más de 60 años indica que el hacer de Santa Claus le ayuda a juntar dinero para vivir, ya que pide una donación voluntaria por cada foto que un niño -y hasta adultos- quieran tomarse con él.

"También hago eventos de Navidad y cobro 40 mil pesos por ir a las casas de los niños. Una buena estrategia para juntar clientes es que más de una familia celebren la Navidad juntos y así se reparten los costos de mi trabajo", indica, mientras muestra sus tarjetas de presentación para que lo llamen o contacten.

Adornos y Regalos

Edith Calisto vende tarjetas navideñas, papel y arreglos para regalos en calle Ramírez. Si bien admite que la gente ha dejado de enviar o entregar tarjetas como se acostumbraba antes, aún quedan varios que lo hacen.

"Una tarjeta vale sólo 150 pesos, pero muchas personas ahora prefieren saludar por Facebook u otros medios digitales, sobre todo los jóvenes", dice esta mujer, mientras varios clientes pasan y miran la mercadería exhibida en un atril.

Entre las tarjetas que más se venden, se encuentran las alusivas al pesebre y al niño Jesús en general, dice Edith, quien admite que en general le toca ver cómo la gente le da más prioridad al regalo que a lo que realmente significa la fecha. "La gente pasa apurada y a veces ni siquiera le interesa ver qué papel va a comprar, sólo quiere irse rápido", concluye.

Cerca del terminal de buses de calle Errázuriz, Lorena Vera vende adornos y luces de Navidad. Admite que aunque la fecha está cercana, todavía no se ven buenos resultados con estos productos.

"Tengo guirnaldas, esferas, luces y hasta pinos de Navidad", dice a la vez que señala que los precios este año están más accesibles para el público.

"Las esferas las tengo a seis por mil pesos. Eso porque con las grandes tiendas, casi es imposible competir. Ellos compran al por mayor y uno debe vender por obligación más barato.", concluye.