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Comunidad de Bahía Mansa despide a víctimas de accidente

ceremonia. La misa se llevó a cabo en el cuartel de bomberos.
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Un multitudinario adiós le brindó la comunidad de Bahía Mansa a las dos mujeres fallecidas en un trágico accidente de tránsito ocurrido el viernes en el kilómetro 11 de la ruta al mar, que une Osorno con el litoral.

Muchas fueron las muestras de dolor y pesar por la partida de Nelly Céspedes Rojas de 66 años, quien por más de 20 años se desempeñó como auxiliar de aseo en la escuela de Bahía Mansa, mientras que su hija Yanina Vega Céspedes, 32 años, integró el conjunto folclórico Costa Mar.

La misa para despedir a las malogradas mujeres se realizó a las 13 horas de ayer en el cuartel de bomberos de Bahía Mansa. Hasta el lugar llegaron decenas de personas, incluso muchas de ellas debieron permanecer afuera del recinto.

En la ceremonia estuvieron presentes Jeanette Vega Céspedes de 38 años, conductora del vehículo -hija y hermana de las mujeres fallecidas-, además de las pequeñas Rocío de 10 años y Catalina de 15, quienes también iban en el automóvil marca Kía donde falleció su madre y abuela.

Lágrimas y palabras de aliento marcaron la jornada donde los vecinos aún no podían asumir la partida de las conocidas mujeres.

El cortejo fúnebre fue encabezado por carros de bomberos quienes apoyaron al capitán de la Primera Compañía de Bahía Mansa, Adelín Vidal, quien perdió a su esposa en el accidente. Además, Jeanette Vega es la directora de la misma compañía.

Delincuentes maniatan a dueño de casa para robar cheques y joyas

asalto. Una familia del sector Caipulli -a 6 kilómetros de Ovejería- vivió tensos momentos, luego que ingresaran al hogar tres hombres de forma violenta y con sus rostros cubiertos. La Fiscalía investiga el caso.
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aaceitonl@australosorno.cl

Un violento asalto fue el que sufrió la noche del viernes el matrimonio compuesto por Víctor Hugo Leal e Ingrid Gómez, quienes junto a su hijo de 10 años fueron víctimas de tres delincuentes que maniataron al dueño de casa y robaron sus celulares, algunas joyas y cheques avaluados en un millón 600 mil pesos.

La familia que se dedica a la venta y extracción de áridos en el sector de Caipulli, a seis kilómetros de Ovejería, vivió tensos momentos cuando tres hombres a rostro cubierto echaron a bajo la puerta principal, mientras los moradores descansaban en su interior.

"Eran como las 10 de la noche del viernes. Yo estaba viendo tele, mi mujer estaba durmiendo y mi hijo en su pieza, cuando de improviso patearon la puerta y entraron tres hombres y me amenazaron con una pistola y un cuchillo", cuenta el dueño de casa.

Víctor Hugo explica que los hombres eran jóvenes, de entre 20 y 30 años, que hablaban por una radio y decían "si la zona está liberada". Los delincuentes lo amarraron y lo golpearon hasta dejarlo en el suelo del living comedor de su casa.

violencia

Más allá de las pérdidas materiales, que en definitiva fueron los celulares y las joyas -a los cheques se les dio orden de no pago-, el matrimonio quedó más afectado por el grado de violencia con que actuaron, ya que Víctor Hugo quedó sin posibilidad de ayudar a su esposa e hijo.

"Me dejaron amarrado y bien molido. Fueron ocho o diez minutos donde agarraron lo más fácil de llevar, ni si quiera revolvieron la casa. Incluso dieron un disparo, pero parece que la pistola era de fogueo", agregó el dueño de casa.

Su mujer en todo momento estuvo amenazada con un cuchillo y aunque a ella y su hijo no los amarraron, no pudieron hacer nada cuando el jefe de hogar estaba siendo amenazado con un revolver.

"Nunca había pasado algo así por aquí, porque nosotros somos gente de trabajo y no manejamos mucho dinero. Parece que eso era lo que buscaban, porque no se llevaron ni la tele ni el computador, puras cosas chicas", explicó Ingrid.

La familia lleva viviendo tres años en el mismo lugar y su casa queda a unos 30 metros del camino viejo a Río Negro y a orillas del río Rahue.

Luego de 10 minutos, los delincuentes se fueron en un vehículo. Ahí el hijo de 10 años logró desatar a su padre y como no tenían cómo llamar, tomaron el auto y fueron hasta la Comisaría de Ovejería.

"No atiné a nada, estaba muy shockeada. Mi hijo desató a su papá y después nos llevó donde los Carabineros y de ahí al hospital", explicó la dueña de casa.

investigación

El fiscal de turno, Rodrigo Oyarzún comentó que este tipo de delitos es poco frecuente y que se prestará toda la asistencia necesaria a la familia para superar la situación.

"Por ahora no tenemos sospechosos y estamos intentando esclarecer los hechos, por lo que mañana (hoy) citamos a la familia a declarar", sostuvo el abogado.

En tanto el jefe de la Brigada de Robo de la Policía de Investigaciones (PDI), Iván Morales, señaló que se están barajando las diferentes opciones, pero que no hay nada claro hasta el momento.

La familia evalúa la instalación de cámaras de seguridad en el predio, ya que aseguran que hay muchas personas que llegan a pedir acceso hacia el río y que aunque Carabineros transita regularmente por la vía, su casa queda alejada y durante la noche puede ser un foco de delincuencia.

"Voy a tener que poner cámaras y comprarme otro perro", indicó resignado Víctor Hugo Leal.