Un diario de circulación nacional publicó resultados de un estudio de los datos del Registro de Calidades de la Conadi, creado por la Ley Indígena de 1993, que contiene la nómina de quienes han certificado su condición de indígenas.
El estudio fue elaborado por la Fundación Aitue de Temuco para evaluar cómo se aplica este registro. Según éste, en 20 años se ha dado la condición de indígena a 521.395 personas, en tres categorías: hijos de padre y madre indígena, descendiente con al menos un apellido indígena, y a quienes mantienen rasgos culturales o se identifican como tales.
Destaca el estudio que se dio reconocimiento a 12.470 personas que se han declarado indígenas pero que no tienen antepasados con esta condición, incluso a extranjeros.
El resto a dos tercios que tienen algún apellido indígena en tercera generación, y sólo un tercio con padre o madre indígena. Se señala que muchos piden el reconocimiento con el fin de acceder a fondos y programas estatales sin cumplir con la condición requerida.
Se alerta por la facilidad para constituir una asociación indígena, con 10 personas, y poder iniciar una demanda de tierras. Estos resultados confirman otros aspectos que no se han considerado en la Ley Indígena: que los indígenas puros son una minoría, siendo mestizos la mayoría de los registrados. Que la mayoría son católicos o evangélicos y sólo un 10% practica algún rito religioso indígena. Que en Chile se eliminó la clasificación racial de las personas en 1818, y después en los registros parroquiales y del Registro Civil, algo que aún se mantiene en Estados Unidos. Que son numerosos los considerados indígenas que tienen ascendencia alemana, francesa, italiana o inglesa, por línea legítima o natural en Valdivia y Osorno, y aún en La Araucanía. Que desde la expedición de Almagro se ha producido un paulatino mestizaje, del cual no estuvieron exentos los mapuches, huilliches y otros grupos étnicos, presentes en todos los estratos sociales, incluyendo el aporte negroide, incluso en familias de nuestra zona.
Todos antecedentes a considerar en este problema vigente.
Rodrigo Rodríguez Pérez