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María Milán camina la tarde del miércoles nerviosa sobre el puente San Pablo, que conecta los sectores de Ovejería y Rahue en Osorno. Su misión es vigilar que nadie saque un lienzo que minutos antes instaló junto a su hijo, Gabriel Cárdenas, en una de las barandas del viaducto.
Ella se mantiene en el lugar soportando el calor de la jornada primaveral, mientras su hijo de 21 años aborda un colectivo que lo traslada hasta el centro de la ciudad.
Gabriel sabe que a las 19 horas sale de la oficina de la empresa Martabid en calle Bilbao su polola María Jara, con quien tiene una relación de un año y cinco meses. Precisamente ese miércoles es un día especial para ambos, pues conmemoran 17 meses como pareja.
Tras encontrarse, retornan caminando hacia el sector de Ovejería y se detienen en el sector de los juegos, junto al viaducto.
El joven, quien se desempeña como asistente en una oficina de contabilidad de la ciudad, lleva de la mano a su pareja hasta uno de los senderos, a metros de las tranquilas aguas del río Rahue.
Ella nota que el muchacho está un poco nervioso, pero no sabe el motivo.
Luego de unos minutos Gabriel la toma de la mano, le venda los ojos y la conmina a que siga sus pasos con mucho cuidado hasta la ribera.
mensaje
Desde el puente, María espera pacientemente la señal que confirme la respuesta a la pregunta escrita en el lienzo: "¿Te quieres casar conmigo?".
En ese mismo instante, al frente, Gabriel con la rodilla en el suelo, lee el mensaje a su novia. Ésta reacciona sorprendida, mientras recibe el anillo de compromiso.
"Ella es muy importante para mí. Es mi apoyo fundamental. Cuando hay estrés por los estudios, ella me recompone el ánimo", expresa el joven enamorado.
Por su parte, María Jara aún emocionada, sostiene que "fue una grata sorpresa y resalto el romanticismo que tuvo y la valentía por jugársela. También aquí esta la complicidad de mi suegra, que se porta muy bien con nosotros", explica la joven, mientras hace una seña a María, que está junto al lienzo en el puente.
Como afortunadamente para él la respuesta fue un sí, ambos acordaron celebrar la boda el próximo 23 de marzo, la que de seguro será tan especial como aquella jornada vivida junto al río Rahue.
Permiso
El enamorado le dijo
a su jefe que el miércoles debía retirarse antes porque tenía hora al dentista, cuando en realidad se preparó para la propuesta.