Locatarios denuncian alza de robos por remodelación de avenida Mackenna
problema. Los comerciantes entre Bulnes y Colón aseguran que los delincuentes han ingresado más de una vez a sus locales en los últimos 5 meses, debido a la nula seguridad en las obras.
veronica.salgado@australosorno.cl
"En los últimos cinco meses nos han entrado a robar cuatro veces y sin derecho a reclamar nada. Estos trabajos han sido un pérdida considerable de clientes, pero también de calidad de vida", explicó Ángela Gutiérrez, dependiente de la ferretería El Roble ubicada en la esquina de Bulnes con avenida Juan Mackenna.
A la denuncia realizada por la vendedora de la ferretería se suman los reclamos de todos los comerciantes de avenida Mackenna entre las calles Colón y Bulnes, que aseguran un alza en los robos producto de los trabajos de remodelación.
Los comerciantes señalan que existe nula seguridad en torno a las obras, ya que no hay presencia de rondines, principalmente pasadas las 18 horas. Además, las mallas de protección, los cierres de calle y la falta de circulación vehicular facilitan la acción de los delincuentes.
Tensión constante
La dependiente de la tradicional ferretería El Roble precisó que de agosto a la fecha han sido víctimas de los delincuentes en cuatro ocasiones, quienes incluso una vez le rompieron la vitrina robando todo a su paso.
"Sabemos que la obra se debe hacer igual, pero el costo del progreso lo estamos pagando unos pocos. No entendemos porqué el municipio o el Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu) no contemplaron exigir a la empresa personas que cuiden la seguridad de la zona intervenida, considerando que existe comercio involucrado", dijo la mujer.
Precisó que la falta de iluminación en la noche y la nula circulación vehicular y peatonal por la zona son factores que gatillan el actuar de delincuentes: "en la noche de por sí circula poca gente, pero en este sector de seguro no habrá autos y menos aún peatones", dijo.
A ello se suma la presencia de las mallas protectores de los trabajos, las que según los comerciantes, facilitan el actuar de los delincuentes. De hecho, las veredas de los tramos intervenidos se han transformado en verdaderos túneles de mallas verdes y negras en algunos sectores.
La tienda Icom Informática, ubicada en Mackenna a metros de calle Bulnes, también ha sido víctima de robos durante los últimos meses. "Nadie dice que los trabajos no se realicen, pero considerar la seguridad de los locales comerciales es un descuido de las autoridades", dijo Natalia Cárcamo, una de las socias dueñas del negocio.
Menos mercadería
Jorge Schilling, dueño de la tienda Arte Hogar, ubicada en avenida Mackenna casi esquina con Freire, manifestó que se debieron consideran las mitigaciones a corto y mediano plazo, entre ellas la seguridad.
"Comenzaron una mega obra sin considerar cosas básicas como la accesibilidad de las personas por las calles. Es evidente el mal estado de las entradas a las calles, por lo mismo en las noches la gente simplemente no circula", indicó.
En su caso, sólo han sufrido intentos de robo y para evitar esa situación instalaron un circuito cerrado de vigilancia. Además, se unieron con otros comerciantes de la cuadra para instalar focos.
Samuel Gárnica, dueño de la zapatería Enoc, señaló que la situación es preocupante, ya que los trabajos se prolongan en el tiempo sin que los comerciantes puedan hacer algo.
"Estamos en desventaja, acá nos salvamos de los robos por las cámaras que están ubicadas en esta esquina, pero las mallas y malos accesos facilitan el trabajo de los delincuentes", dijo.
Katherine Hernández, dueña de Conacril, local ubicado entre Colón y Prat, señaló que han debido soportar cortes de agua y luz durante todo un fin de semana.
"La verdad esto ha sido caótico porque no sólo son los trabajos en la calle. La situación influye en la vida diaria, hace unos días a las 20.30 horas me intentaron robar por esas mallas que acortan el camino y no permiten que nadie sepa qué ocurre alrededor. Es preocupante lo que sucede", explicó la mujer.
Seguridad
Leonardo Castillo, prefecto de Carabineros, señaló que analizarán la situación y de existir un aumento en los delitos se fortalecerá la presencia policial en el sector.
"Tengo la sensación de que las personas no siempre denuncian los hechos y así es imposible conocer más a fondo lo que ocurre en el sector", dijo el uniformado.
Roberto Correa, constructor civil encargado de contrato de la empresa Cosal, que ejecuta la obra, señaló que "acordamos bajar las mallas a un metro de altura y retirarlas a medida que avanzan los trabajos".
En cuanto a la presencia de rondines, tal como los solicitan los comerciantes, indicó que sólo están presentes en las obras entre las calles Ecuador y Colón.