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Padres mayores de 40 años vuelven a las salas de clases para rendir la PSU

superación. La sala 1 del Liceo Eleuterio Ramírez acogió al grupo de adultos que dio la prueba. Según cuentan, postergaron el ingreso a la educación superior para privilegiar a sus hijos.
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aaceitonl@australosorno.cl

Yoany Gutiérrez, Cristina Garrido, Ana Maldonado son tres madres que luego de haber dejado hace más de 20 años sus estudios, decidieron volver a la sala de clases para rendir la Prueba de Selección Universitaria (PSU) y optar a la educación superior.

Estas mujeres que tienen 40 o más años, junto a otros compañeros de la misma edad, conformaban la sala 1 del Liceo Eleuterio Ramírez, donde estaban los estudiantes más adultos de la provincia.

La mayoría de ellos había dejado los estudios inconclusos durante su adolescencia y luego privilegiaron la educación de sus hijos. Sin embargo, ahora que los retoños están más grandes, se atrevieron y retomaron las tareas pendientes.

postergación

Ana Maldonado de 45 años de edad, tuvo que afrontar durante 20 años las labores de esposa, madre y abuela. En el sector de Ovejería Alto crió junto a su marido a su única hija que ahora tiene 25 años, por eso y otros motivos nunca terminó sus estudios de enseñanza media, que había dejado pendientes desde los años '80.

"Llegué a cursar primero medio, pero después no se dio la oportunidad de seguir. Éramos una familia de siete hermanos y tuve que empezar a ayudar en la casa y me fui quedando", cuenta Ana.

Gracias al apoyo de su marido, el 2013 retomó sus estudios en el Liceo Manuel Baquedano donde este año egresó de cuarto medio. "Es un sueño para mí, algo que siempre tuve pendiente y que quería hacer. Siempre me gustó el área de la educación y algo relacionado a eso me gustaría seguir estudiando", agregó la madre y abuela.

Las últimas tres décadas de su vida las dedicó a las labores de la casa, algunos trabajos esporádicos de limpieza y ahora su esperanza está puesta en lograr el puntaje para continuar sus estudios de Educación Básica o Parvularia.

"De niña siempre me gustó la educación, desde que iba a la escuela dominical en la iglesia y después le enseñaba a mis hermanitos lo que aprendía. Siempre me gustó y pensaba que no podría lograrlo", describe.

Una historia similar es la de Yoany Gutiérrez, quien a sus 40 años rindió por primera vez la PSU y quiere entrar a estudiar la carrera de Trabajo Social.

La mujer vive con su marido y tres hijos en la Villa Alto Osorno de Rahue. Su hija mayor tiene 21 años, le siguen uno de 14 y otro de 7 años. Dice que lo que la motivó a continuar sus estudios fue darse cuenta que sus hijos ya habían crecido y que la necesitaban menos.

"Cuando son chiquititos pasa el tiempo volando, porque una tiene que atenderlos en todo y el día se hace corto. Ahora que están grandes no la necesitan mucho y ahí pensé que tenía que hacer algo para mí", expresó la mujer que ayer rindió la PSU.

A diferencia de su compañera, Yoany ya había terminado su enseñanza media durante su adolescencia y ahora que llegó a los 40 pensó que era tiempo de pensar en su futuro.

"Cuando hay hijos una se posterga por cuidarlos; obviamente lo hace con todo el amor, pero ahora que se ve que ellos de a poco se van alejando de uno, hay que pensar en la tercera y cuarta edad. Por eso quise estudiar, para estar mejor conmigo misma", argumentó Yoany.

Durante todo este año junto a su familia practicó con facsímiles e incluso estudió por internet para conseguir entrar a la universidad. "Si no quedo en Trabajo Social en la Universidad de Los Lagos, me gustaría entrar a Técnico Jurídico en el Tecnológico; pero sí o sí quiero seguir", señaló la madre de tres hijos.

En los últimos ensayos sacaba alrededor de 550 puntos, sin embargo reconoce que su debilidad son las matemáticas.

Otro caso es el de Cristina Garrido de 41 años, quien desde este año comenzó a buscar las oportunidades de ingresar al mundo de los números, por eso espera que los resultados de la PSU le permitan entrar a estudiar algo relacionado a la administración y así cumplir con un anhelo que tuvo postergado por dos décadas.

"Hubo varios problemas: mi mamá estaba enferma, la falta de recursos y mis hijos; todo ello colaboró para que cada vez que intentara comenzar a terminar mis estudios, finalmente no lo hiciera. Pero ahora estoy decidida y espero lograrlo", sostuvo Cristina quien por ahora está en busca de un trabajo que le permita complementar su rol de estudiante con el profesional.

oportunidades

Yves Guzmán de 45 años y Pedro Pablo Lange de 47, además de concretar un sueño pendiente, buscan mejorar sus oportunidades laborales gracias a una carrera en la educación superior.

Los hombres, que coincidentemente se sentaron uno al lado del otro, trabajan desde hace varios años y quieren ingresar a la educación superior para complementar sus labores.

En el caso de Pedro, rindió la PSU de forma simultánea con su hijo de 18 años. Explica que es técnico en Prevención de Riesgos y busca ingresar a la universidad para completar la Ingeniería.

"Miro el futuro y creo que la única opción de pensar en algo mejor es darle continuidad a mis estudios. Mi hijo de 18 años también quiere estudiar Ingeniera y mi otro hijo de 21 ya estudia la misma carrera, así que si logro entrar seremos tres ingenieros", explicó Pedro.

Para Yves, entrar a la universidad significará un cambio de vida, ya que su trabajo no tiene nada que ver con lo que quiere estudiar, que es Kinesiología, pero según expresa "esto es un doble desafío", ya que asegura que antes no estaba preparado para elegir bien.

"Ahora que he trabajado y llevo años de experiencia puedo elegir mejor y saber qué es lo que quiero hacer el resto de mi vida; aunque es un doble y quizás triple desafío, porque tendré que mantener mi trabajo y esforzarme más para lograr bien mis estudios", señaló Yves Guzmán.