Saqueos, tiroteos, incendios y al menos 14 heridos generó ayer en Ferguson y otras ciudades de EE.UU. el controvertido fallo judicial que decidió no imputar al policía Darren Wilson por el asesinato del joven negro Michael Brown, ocurrido en agosto pasado.
Desde Los Angeles hasta Nueva York, miles de personas protestaron en paz en contra de la decisión del jurado, aunque en Ferguson (Misuri), manifestantes quemaron edificios, saquearon comercios y dispararon contra policías.
En el suburbio de St. Louis, de mayoría negra, 12 edificios fueron incendiados y hubo al menos 150 disparos contra los uniformados, según la policía, que reportó 80 detenidos.
Hospitales de Misuri informaron de al menos 14 heridos, la mayoría con lesiones leves, aunque no se reveló la naturaleza de las heridas.
Pese al llamado del Presidente Barack Obama y de la familia de Brown a mantener la calma, en Ferguson se registraron ataques a patrullas policiales y edificios, los manifestantes levantaron barricadas y gritaron insultos a la policía, que lanzó granadas de humo y gas lacrimógeno.
En todo el país hubo marchas con carteles y coros de "Manos arriba. No disparen", la consigna que convoca a las protestas contra las muertes causadas por la policía.
Grupos de entre algunas decenas y varios cientos de personas se concentraron en Chicago, Denver, Salt Lake City, Boston y Washington, donde la gente se congregó frente a la Casa Blanca. "Mike Brown es un emblema. El país está hirviendo", dijo Ethan Jury, un manifestante entre cientos en Filadelfia. "¿Cuántos más tienen que morir? ¿Cuántos negros tienen que morir?", agregó.
El abogado de la familia de Michael Brown, Benjamin Crump, denunció como "completamente injusto" el proceso judicial que terminó con la no imputación del policía. "Objetamos públicamente este proceso, fue completamente injusto", aseguró Crump en una rueda de prensa en St. Louis, acompañado por los padres de Brown.
El caso Ferguson, con fuertes matices raciales, ha generado tensiones y debates sobre las relaciones entre la comunidad y las fuerzas del orden en ciudades a cientos de kilómetros del suburbio con mayoría de población negra.
El fallo emitido por el jurado de Ferguson sostiene que el policía Darren Wilson abrió fuego 12 veces contra Brown, pero lo hizo en defensa propia tras un altercado con el joven negro del que sospechaba había robado cigarrillos en una tienda. El fiscal Robert McCulloch admitió que varios testigos aseguran que Brown tenía las manos en alto, pero otros sostienen que tenía los brazos pegados al cuerpo abajo y sobre su costado. Una prueba forense señaló que Brown recibió al menos seis impactos de bala, todos de frente.