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Demandan a 42 locatarios por negarse a pagar derechos de autor

Música. La mayor cantidad de los procesos judiciales que ha iniciado la Sociedad Chilena de Derechos de Autor afecta a pubs y restaurantes de la comuna de Osorno. La principal causa de las acciones judiciales es que los comerciantes han suscrito los convenios, pero han dejado de pagar sus licencias.

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Un total de 42 locales comerciales de la provincia de Osorno, en su mayoría pubs y restaurantes, han sido demandados por la Sociedad Chilena del Derecho de Autor (SCD) por el uso de música sin autorización de este organismo.

Una situación que fue calificada por algunos locatarios como "abusiva", por el cobro que se aplica a todos los locales que cuentan con equipos (radio y televisión) en sus recintos comerciales, aunque la música no forme parte esencial del servicio que prestan.

De las más de cuarenta acciones judiciales, 28 corresponden a procesos declarativos o juicios sumarios, en que la SCD debe acreditar el uso no autorizado de música. Otros 14 están en una segunda etapa judicial, denominada juicio ejecutivo, la cual se aplica principalmente a todos los locatarios que han suscrito un acuerdo y dejaron de pagar el permiso mensual.

Así lo explicó el abogado representante de la SCD en Osorno, Carlos Gómez, quien señaló que todos los locales que tengan una radio con parlantes o un televisor deben suscribir un permiso con esta institución y pagar por esta licencia un costo mensual que es diferenciado, pues corresponde a un porcentaje de las ventas mensuales y depende también de la capacidad del recinto.

Frente a estos procesos que se presentan ante los juzgados de letras, el abogado de la SCD en Osorno explicó que la mayor cantidad de los juicios de esta provincia se desarrollan en la comuna de Osorno, principalmente a pubs y restaurantes, aunque también hay hoteles, cines, botillerías y fruterías.

También se registran causas en las comunas de Río Negro y Purranque, principalmente contra emisoras radiales, dado que un alto porcentaje de su transmisión es música. Ello, aunque los temas correspondan a artistas internacionales o aquellos que hayan fallecido hace más de 50 años.

En estos juicios, detalla el abogado, se busca el cese del uso de música no autorizada y el pago de los montos adeudados y multas asociadas.

El proceso judicial corresponde a la última etapa de cobranza, la cual es realizada por un equipo de recaudadores que la SCD tiene en la zona.

Dentro de las principales justificaciones que tienen los demandados a la hora de concurrir a un juicio, según el abogado Gómez, está la no visita de los recaudadores. "Muchos dicen que la recaudadora no los ha visitado o que ha ido en ocasiones en que ellos no se encuentran. Eso es lo más frecuente", detalla.

Y es que muchos locatarios intentan evitar estos cobros por derechos de autor. Otros plantean desconocer que aunque en los locales solo se escuche música de radio y se mire televisión abierta, deben pagar de igual forma por el uso de estos servicios, ya que ambos tienen un "alto contenido musical", según explicó el abogado en base a las resoluciones judiciales que se han emitido en el país.

Cobro "excesivo"

Uno de los locales comerciales que actualmente tiene un proceso judicial en marcha es el Hotel Waeger (ubicado en calle Cochrane esquina Bilbao), el cual por años canceló su licencia por derecho de autor, hasta que en junio de este año decidió suspender el pago, de poco más de 30 mil pesos, por considerarlo abusivo.

Paola Toledo, administradora del recinto, comenta que "es excesivo lo que cobran porque solamente es por usar un computador que está conectado a un parlante en la recepción, ni siquiera es una radio. Eso es básicamente porque en las habitaciones no hay radio, sólo hay televisores, pero ya pagamos un servicio de cable para eso", comenta.

Por su parte, Humberto Merino, quien se desempeñó como administrador del Restaurante El Toro, de calle Colón, también tiene una demanda de la SCD por no suscribirse a este contrato, ya que asegura que no debe cancelar una licencia de este tipo dado que los televisores que instaló en el local sólo están destinados a la transmisión de fútbol.

"Nos obligaban a pagar un derecho del cual no estábamos de acuerdo, para tal efecto no firmé el contrato que nos obligaban a firmar, tampoco pusimos música en nuestro local. El que haya un televisor no significa que pongamos música, solo está ahí para que nuestros clientes vean el fútbol".

Es por ello que califica esta situación como abusiva y excesiva, dado que plantea que esto sólo corresponde a un impuesto adicional que está manejado por un "monopolio" y que hoy además está respaldado por ley.

En tanto, su demanda sigue en curso en el juzgado de Letras de Osorno, aunque él ni la persona que está actualmente a cargo del restaurante han recepcionado ninguna notificación sobre este tema.

Locales nocturnos

Robin Castillo, administrador de Mitoss Sol Pub Discoteque, lleva pagando durante nueve años licencia para uso de música a través de la SCD y asegura que aunque ha hecho todas las averiguaciones para ver si estos cobros están dentro del marco legal, asegura que no le queda otra opción que seguir cancelando un monto que no quiso precisar.

Sin embargo, afirma que lo que debe pagar mensualmente no es una cifra menor y representa el 15% del costo del arriendo del local.

"Al comienzo no creo que hubiera nadie que no pataleara para evitar el pago, pero hasta ahora nadie ha sido capaz de darnos una respuesta definitiva sobre el porqué de los montos", expresa Castillo, quien además debe cancelar mensualmente otra licencia denominada Profovi (corporación que representa y defiende los Derechos de Propiedad Intelectual de los productores de Fonogramas y Videogramas musicales) por el uso de música e imágenes en locales nocturnos.

Un tanto más resignado por los costos que paga hace 11 años se mostró el empresario Víctor Gatica, quien señala que comenzó pagando por un local y ahora lo hace por los cuatro que funcionan en calle Portales.

"No puedo precisar el monto que pago, pero es algo que no me incomoda porque tengo una modalidad que me permite cancelarlo con solo una hora de venta, algo distinto a lo que puede vivir un restaurante más pequeño", comenta uno de los empresarios más reconocidos del rubro bohemio.

Restaurantes

Carmen Mancilla, dueña de los Restaurantes Rehuenche del Patio Freire y Recinto Sago, tiene una radio y un televisor en cada uno de los locales. Por estos aparatos cancela poco más de 50 mil pesos mensuales.

Comenzó pagando 3 mil pesos mensuale hace 20 años, cuando solo tenía un local en Rahue Bajo.

Aunque el uso de la música no es muy amplia, ya que solo sintoniza emisoras locales y nacionales y utiliza la televisión para los partidos de fútbol importantes, Carmen cree que el arancel debería ser menor, porque no hace karaoke u otro tipo de servicios donde la música sea una factor clave de su negocio.

Respecto al aporte real que hacen los locatarios a los artistas chilenos, Carmen manifiesta su inquietud, ya que hay recursos que son destinados a un fondo común.

"Un día me encontré con el nieto de Violeta Parra y le dije que estaba aportando con el derecho de autor a través de la SCD, pero para sorpresa mía él me dijo que ese aporte se había cortado. Le pregunté a la persona que me viene a cobrar todos los meses y me explicó que por 50 años los artistas reciben un aporte y después se destina a un fondo nacional", sostiene la dueña del restaurante Rehuenche.

En ese mismo ámbito, Carmen Gloria Trujillo, administrativo de la Casona Freire, señala que hace tres años aproximadamente firmaron este convenio por el equipo radial y televisión abierta, donde principalmente se emiten partidos de fútbol e imagen de platos de comida.

"Principalmente sintonizamos una radio donde mi jefe tiene contratada publicidad, más que eso hay no mayor difusión de música", comentó la administrativa, quien precisa que paga 53 mil pesos al mes.

Respecto a estos pagos, el abogado de la Sociedad Chilena de Derecho de Autor, Carlos Gómez, sostuvo que "en la medida que la fiscalización de la institución mejore, las demandas irán en aumento, e incluso podrían llegar a triplicarse, ya que hay sectores donde no se llega como por ejemplo Puerto Octay, San Pablo y San Juan de La Costa".

La Ley 17.336 sobre Propiedad Intelectual es aquella normativa especial que regula los derechos de autor y derechos conexos en Chile. La norma ampara los derechos de todos los autores, artistas intérpretes o ejecutantes, productores de fonogramas y organismos de radiodifusión chilenos y de los extranjeros domiciliados en Chile. Los derechos de los autores, artistas intérpretes o ejecutantes, productores de fonogramas y organismos de radiodifusión extranjeros no domiciliados en el país gozarán de la protección que les sea reconocida por las convenciones internacionales que Chile suscriba y ratifique.

1970 se promulgó a Ley 17.336 sobre Propiedad Intelectual, normativa especial que regula los derechos de autor en el país, así como las condiciones para la difusión de las obras.

$30 mil cuesta, aproximadamente, una de las licencias de propiedad intelectual más baratas. En otros casos el monto sube a 50 mil pesos y supera largamente esa cifra en caso de locales nocturnos.

1 persona es la encargada de la recaudación de los recursos de derecho de autor en la provincia de Osorno. Y además existe un abogado encargado de los proceso judiciales.