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Carabineros rescatan a vecinos de incendio que dejó 28 damnificados

Tragedia. El siniestro destruyó tres casas y dejó dos con diversos daños en Rahue Bajo. Los policías del Retén de Cancura pasaban por el lugar, por lo que al ver las llamas se bajaron del vehículo y comenzaron a sacar a los moradores de sus viviendas. Las víctimas están alojadas en la sede social y casa de familiares.

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"Nosotros íbamos pasando por calle Concepción cuando nos percatamos del humo, así que nos acercamos para verificar y nos dimos cuenta que una casa estaba ardiendo. Nos bajamos y empezamos a tocar las puertas y a sacar a la gente", relató el cabo Luis Pardo del Retén de Cancura, el momento en que descubrió junto a sus compañeros, los cabos Miguel Ángel Castillo y Edgardo Gallardo, los primeros minutos del incendio que ayer dejó 28 personas damnificadas en el sector de Rahue Bajo, a un costado del puente San Pablo.

Los carabineros que llegaron a Osorno para llevar a cabo la mantención del vehículo policial, junto a otros trámites, pasaron cerca de las 10.20 de la mañana de ayer por la calle Concepción de Rahue Bajo, cuando uno de los uniformados se percató del fuego por lo que enseguida dieron la alarma a bomberos y comenzaron a alertar a las personas que se encontraban al interior de las viviendas de los alrededores y que aún no se percataban de la emergencia.

"Habían hartas personas durmiendo todavía y cuando les avisamos quedaron desorientadas, no sabían qué hacer. Los ayudamos a sacar a los niños y algunas prendas de ropa, pero la propagación del fuego fue muy rápida", detalló Luis Pardo.

Sin víctimas

Gracias a la acción de los tres carabineros, el incendio donde resultaron destruidas tres casas y dos con diversos daños, no tuvo víctimas fatales, sin embargo uno de los residentes fue derivado al hospital.

"Afortunadamente y gracias a nuestra suspicacia no hubo que lamentar vidas. Lamentablemente, y por las condiciones del lugar, no se pudo salvar las casas", reflexionó el cabo.

Bernarda Bórquez Vidal y su hermano Agustín conforman una de las familias que lo perdieron todo en el siniestro. Literalmente se quedaron con lo puesto y ahora deberán apelar a la voluntad de sus familiares para volver a levantar su casa.

Fue el hijo de Agustín, César Bórquez, quien tras intentar apagar las llamas y salvar algunas pertenecías, terminó hospitalizado por la inhalación de humo.

"Hay que volver a empezar. Ésta ha sido mi casa toda la vida, desde mis abuelos, mis papás y hasta mis nietos y bisnietos", dijo la mujer de 67 años, mientras esperaba recuperar algunas fotos o recuerdos entre los escombros de su hogar.

Falla eléctrica

Los hermanos que nacieron y se criaron en dicho lugar, aseguran que la propiedad se encontraba en comodato desde que el abuelo paterno trabajó como cuidador en el Ejército de Chile, institución que figura como administrador del sector.

Sin embargo, cuenta que en 1966 hubo una crecida del río Rahue, oportunidad donde se perdieron todos los documentos, por lo que no han podido sanear el lugar y ahora conforman un asentamiento en el que han llegado a vivir tanto familiares como otras personas.

Es por ello que la única posibilidad de contar con luz ha sido a través de una caseta que ellos mismos instalaron y que los conecta al alumbrado público. Efectivamente, según el comandante de Bomberos Marcelo Millar, el incendio se habría originado por una falla eléctrica.

"El fuego fue bastante violento y comenzó en una de las casas de dos pisos del centro del terreno que estaba sin moradores, la cual tendría una conexión de luz ilegal y por ahí se habría originado el incendio", detalló Millar.

Para la jefa de la Dirección de Obras de la Municipalidad de Osorno, Ángela Villarroel, la situación de "colgarse" al alumbrado público se ha convertido en un hábito.

"Lamentablemente hay particulares que usufructúan de los servicios municipales, en este caso del alumbrado público, para su provecho personal y así evitar el pago de una cuenta mensual. En este caso el terreno pertenece al Ejército de Chile, por lo que nosotros no podemos interceder para sanear el lugar", precisó la profesional municipal.

Polígono

En el lugar del incendio, ubicado frente al ex polígono de tiro y a un costado del parque Bellavista, hay cerca de 15 casas.

El inmueble donde se inició el fuego era propiedad de Rosamel Andrade, quien vivía solo y al momento del siniestro se encontraba trabajando.

Sonia Díaz, vecina y sobrina de Andrade, quien también perdió completamente su casa, se enteró del incendio cuando estaba en la casa de una de sus hijas en la Villa Alto Osorno y de inmediato se trasladó para ver cómo se encontraban su nieta y nuera que estaban en la casa.

"Mi hijo andaba trabajando y su mujer estaba durmiendo con mi nieta en la casa. Ella contó que los carabineros las despertaron y las ayudaron a salir", relató la mujer de 64 años.

Sonia, al igual que Bernarda y Agustín, vive hace más de 50 años en el mismo lugar. Ahí crió a sus cinco hijos y ahora vive con el mayor de ellos, Javier, su hijita de 2 años y su nuera.

"Nos quedamos con lo puesto, ahora nos vamos a ir a la sede de la villa. Del municipio nos anotaron para ayudarnos con colchonetas y mediaguas, pero yo creo que no podemos volver", dijo Sonia.

Irregularidad

Según contó, la situación irregular del sitio hace que sea un problema poder optar a mejores condiciones de vida, puesto que está consciente que sin documentos que avalen la propiedad no pueden optar a ningún beneficio.

Para Bernarda la situación es más compleja, ya que siente que la propiedad les pertenece porque ha sido habitada por su familia por más de 70 años.

"Cuando terminemos de limpiar todo y si me dan una mediagua voy a ponerla aquí mismo, porque éste es mi lugar", afirmó emocionada.

La mayor de los Bórquez Vidal se quedará en la casa de su hija Cynthia, quien también vive en el sitio y su casa quedó con diversos daños. Según cuenta, no tiene dónde más ir ya que el grupo familiar está conformado por seis personas, cuatro adultos y dos menores de edad.

"Mi hija tiene un hijo con problemas de discapacidad. Además vive mi bisnieta que tiene un año y mis otras nietas que están terminando sus estudios", sostuvo la bisabuela.

Entre los damnificados hay niños de 2 y 3 años de edad, mujeres (adultas mayores y adultas) junto a hombres (adultos mayores y adultos).

La mayoría de ellos se trasladará a la casa de sus vecinos mientras que los demás se quedarán en la sede de la villa, ubicada en calle Concepción esquina Por la Razón o la Fuerza.

Valeska Ojeda, asistente social de la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) del municipio local, llegó al lugar para hacer un registro de las personas damnificadas y así entregar ayuda de primera necesidad.

"El municipio entrega vajilla, ropa de cama, colchones, alimentos y productos para niños", señaló la asistente social.

La tarde ayer un grupo de profesores de la Escuela Claudio Arrau se dirigió al lugar del incendio para ofrecer su ayuda a las familias afectadas. Por ello iniciaron una campaña de recolección de ropa, alimentos no perecibles y útiles de aseo que comenzarán a recibir hoy desde las 8.30 de la mañana hasta la 16 horas en las dependencias del recinto educacional ubicado en calle Por la Razón o la Fuerza 650. Los profesores hicieron un llamado a entregar productos en buenas condiciones y pidieron el apoyo a toda la comunidad.

28 damnificados dejó el incendio que produjo daños diversos en dos casas y destruyó tres completamente en el sector de Rahue Bajo en la calle Temuco.

Tres cabos del Retén de Cancura pasaban por el lugar y dieron aviso a las personas de las casas aledañas al fuego. Los carabineros ayudaron a rescatar a las personas y alertar a Bomberos.

Hoy comienza una campaña solidaria por parte de la Escuela Claudio Arrau para ir en ayuda de las personas afectadas. Los damnificados se trasladarán a la sede social del sector.