La mitad de los cajeros del centro presenta fallas o está en desuso
problema. Aparatos entre el terminal de buses y avenida Portales registran problemas para entregar giros de dinero inferiores a $10.000 y en otros casos las máquinas son antiguas, por lo cual requieren permanente mantención. Los usuarios critican el servicio y usan como alternativa el pago con tarjetas.
Dispositivos en mantención, fuera de servicio, sin dinero, que no permiten giros menores a $10 mil o simplemente malos. Ese es el estado que registran al menos 18 de los 41 cajeros automáticos que se ubican en el perímetro céntrico de la capital provincial, según constató El Austral durante un recorrido realizado al mediodía de ayer.
Este problema, que ha afectado a distintos puntos del país y particularmente la Región Metropolitana, también se presenta en las calles osorninas, ya que la mitad de los dispensadores de dinero que se encuentran entre el Terminal de Buses y la avenida Portales presentan dificultades de funcionamiento o están en desuso por la antigüedad de los aparatos.
Una situación que es criticada por los usuarios y los obliga a buscar alternativas como el pago con tarjetas de Redbanc o el acceso a las cajas vecinas de BancoEstado, para poder girar menos de $10 mil. Frente a esta materia, los administradores de los locales donde se emplazan los cajeros explicaron que no tienen responsabilidad alguna en el proceso de reposición de dinero o mejoramiento de los aparatos.
Solo $10 mil
Paulina Reyes trabaja en una empresa cerca del Terminal de Buses y hace tres meses comenzaron a depositarle su sueldo en una cuenta. Y aunque pensó que sería más cómodo porque se ahorraría tiempo de espera en el banco, no ha sido tan así.
'Es fome porque uno tiene que recorrer varios cajeros antes de poder sacar plata. De lo contrario hay que sacar 10 mil altiro y cuando uno cambia la plata se va más rápido', dijo la mujer, quien ayer pasó por los dispensadores del hipermercado de calle Errázuriz con Colón, donde solo se puede girar montos superiores a $10 mil.
Efectivamente, encontrar un cajero automático que cumpla con el objetivo de entregar dinero en efectivo desde hace un par de meses cada vez es más difícil.
Así, por ejemplo, en el terminal de buses, donde transitan en promedio 700 personas diariamente, hay dos dispensadores de dinero que por su antigüedad deben ser mantenidos al menos tres veces a la semana y uno de ellos solo entrega giros por un monto igual o superior a los $10 mil, situación que según el encargado de seguridad del recinto, Óscar Jiménez, molesta a los usuarios, pero que no depende de la administración del terminal.
Quejas
Tanto el encargado de seguridad de la estación de buses como los guardias de algunas de las tiendas donde hay cajeros comentaron que son ellos los que figuran para el público como los responsables de los aparatos. Sin embargo, no es así.
'Los bancos arriendan un espacio para poner los aparatos y ellos son los que ven cuándo y cómo hacen el mantenimiento. A nosotros nos informan cuando van a venir y quienes son las personas que manipularán el equipo. Nada más', explicó Jiménez.
Lo mismo explica el guardia de una de las farmacias de la esquina de Ramírez con Cochrane, Víctor Leal, quien cuenta que desde que llegó a trabajar al recinto, hace 10 años, está el mismo dispositivo.
'Vienen, lo arreglan, se hecha a perder de nuevo y así está. Ahora hace como un mes que no funciona, así que tenemos que ponerle un letrero, pero la gente se enoja y lo reta a uno', comentó el guardia.
Las mismas quejas escucha a diario el vendedor del local frente al cajero en el terminal, Víctor Silva, quien asegura que hace tres o cuatro meses el aparato sólo entrega billetes de $10 o más.
'La gente se enoja si uno no tiene para dar sencillo. Tratan de cambiar comprando una galleta y se enojan si no tienes vuelto, pero no es culpa de nosotros', aclaró el vendedor.
Manuel Díaz, un usuario de cajeros automáticos, dice que es complicado porque cuando busca siempre tiene que esperar varios minutos o caminar algunas cuadras antes de poder obtener el efectivo, situación que constata a diario.
'Por mi trabajo tengo que andar en varias partes y hace varios meses que me di cuenta que se ha hecho complejo encontrar cajeros buenos y que tengan plata y más encima no hay nadie a quien reclamarle', precisó el vendedor.
Según su apreciación - que es compartida por los encargados de seguridad- es necesaria una renovación de los dispensadores, ya que la cantidad de años y las modificaciones que se les hacen para mejorar los aspectos de seguridad han derivado en equipos antiguos y poco eficientes.
'Son lentos, inseguros, a algunos les faltan teclas, apenas se notan o no tienen billetes de bajo monto. Asimismo, hay que caminar por lo menos unas cuadras antes de encontrar otro', agregó Díaz.
Deberes
Desde la Asociación de Consumidores de Osorno (ACO) explican que el hecho de que las farmacias y estaciones de servicios hayan resuelto prescindir de los dispensadores de dinero por considerarlos focos de atracción para los delincuentes, dificulta todavía más la disponibilidad para los usuarios, por lo que ellos están a la espera de las acciones que ha tomado a nivel nacional el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac).
Según argumentan, los bancos tienen el deber de entregar un buen servicio, ya que quienes usan tarjetas bancarias hacen un contrato de acuerdo y pagan por el servicio del plástico, lo que incluye a los dispensadores.
Luis Álvarez, presidente de ACO, cuenta que ha recibido bastantes reclamos de la comunidad en general, por lo mismo el fin de semana hizo un recorrido por 12 cajeros de la ciudad y constató que en solo dos de ellos se podía realizar giros de forma normal.
'Nosotros como asociación estamos preocupados al respecto, porque sabemos que es un problema que se ha generado de a poco y afecta a los consumidores, sobre todo el fin de semana cuando no hay recargas de dinero', detalló Álvarez.
Es por ello que desde que el Sernac solicitó a la Superintendencia de Bancos un informe de diagnóstico de los cajeros a nivel nacional, el gremio local está a la espera de la evaluación y en caso de iniciar una denuncia colectiva, la ACO se sumará.
El director regional de Sernac Los Lagos, Marco Cid, recalcó que los bancos tienen deberes y que el consumidor o usuario de cajeros puede reclamar. 'Toda vez que un consumidor o usuario de cajero automático sienta que el servicio que se entrega no cumple con su objetivo tiene el derecho de reclamar', argumentó.
Además, precisó que no es necesario que la persona que reclama sea clienta del banco al cual pertenece el cajero, ya que desde el momento que la institución pone a disposición los cajeros a la comunidad está otorgando un servicio y en ese sentido tiene deberes que cumplir.
Señaló que durante este año han recibido 21 reclamos sobre este tema y que las acciones que se realizan a nivel nacional podrían traer mejoras al sistema. En todo caso mencionó que los usuarios pueden hacer sus reclamos a través de la página web o una oficina del Sernac en la Región.
41 cajeros automáticos hay disponibles en el centro de la ciudad, sin embargo 18 de ellos presentan problemas de funcionamiento o están fuera de servicio.
$10 mil es el valor mínimo que se puede retirar en varios cajeros. La escasez de billetes de menor denominación es un problema frecuente para los usuarios.
21 reclamos ha recibido el Sernac de Los Lagos durante 2014 por este tema. La institución está a la espera del diagnóstico que realiza la Superintendencia de Bancos a nivel nacional.
'Tratan de cambiar comprando y se enojan si no tienes vuelto, pero no es culpa de nosotros'.
'Si el servicio que se entrega no cumple con su objetivo (el usuario) tiene el derecho de reclamar'.
'Es fome porque uno tiene que recorrer varios cajeros antes de poder sacar plata'.
'Los bancos arriendan un espacio para poner los aparatos y ellos son los que ven cuando y cómo hacen el mantenimiento'.