Dirigentes gastan plata de su bolsillo para mantener las sedes sociales
Comunidad. Los representantes de las juntas de vecinos deben solventar los gastos que generan los servicios básicos, además de la mantención de los inmuebles. Por eso, insisten en que el municipio debe generar un fondo de apoyo para cubrir los altos costos mensuales.
"El pagar la luz, el agua y mantener la sede social en buenas condiciones es un dolor de estómago que tenemos muchos dirigentes todos los meses".
Las palabras de Susana Castro, presidenta de la junta de vecinos de la población Santa Rosa, no hacen más que describir una realidad que enfrentan los líderes sociales, debido a que deben asumir -a veces hasta de su propio bolsillo- los gastos que significa la mantención de los recintos comunitarios.
Los dirigentes son los encargados de cancelar el agua, la luz, comprar gas si es necesario, cortar el pasto, e incluso adquirir útiles de aseo para mantener las sedes sociales en buenas condiciones.
Además, deben reparar los desperfectos propios del uso de una vivienda como cañerías, llaves de agua, puertas o vidrios.
Para cumplir con todas las obligaciones, los dirigentes señalan que muchas veces deben sacar dinero del presupuesto de sus hogares para costear los gastos asociados al funcionamiento de los recintos.
Sedes comunitarias
El municipio entrega las sedes sociales en calidad de "comodato precario", con responsabilidad de su cuidado a los dirigentes.
La figura alude al préstamo -de uso gratuito- de un inmueble efectuado por el municipio a alguna persona jurídica, que en este caso son las directivas de las juntas vecinales de un sector determinado.
El objetivo apunta al cumplimiento de los fines sociales para los cuales está orientado su uso, mientras que los dirigentes tienen la obligación de restituirlo en las mismas condiciones en que lo recibieron.
Susana Castro explicó que estar a cargo del recinto es una responsabilidad social enorme, porque deben velar para que el lugar esté en las mejores condiciones y así los vecinos disfruten de sus actividades.
"Yo he tenido que sacar plata de mi bolsillo muchas veces para pagar cuentas básicas. Y claro, lo hago con gusto, pero es un esfuerzo adicional. No todos estamos en sectores donde la gente puede cancelar cuotas a las juntas de vecinos", explicó la líder vecinal de Rahue Alto.
De hecho, en la población tienen un total de 136 vecinos inscritos como socios activos, quienes debieran pagar una cuota mensual de $250.
Dicho dinero es utilizado para cancelar los gastos básicos, sin embargo, no son más de 30 personas las que pagan, por lo que la unidad vecinal junta $7.500.
El promedio de gasto sólo por el concepto de luz puede llegar a los $40 mil mensuales, mientras que el agua cuesta unos 20 mil pesos.
"A mi me da pena cobrar los 250 pesos a personas que muchas veces no tienen dinero ni para comprar pan. Es una realidad en los barrios más pobres y que enfrentamos los dirigentes sociales", dijo la mujer.
Por normas jurídicas establecidas y que son aplicadas en todo el país, el uso de las sedes sociales debe ser gratuito para actividades sociales organizadas por los propios dirigentes o el municipio.
Si se trata de alguna actividad particular como velatorios, matrimonios, bodas de oro, cumpleaños de los vecinos del sector, se puede solicitar un aporte voluntario.
Además, no se pueden realizar actividades políticas, comerciales o remuneradas de ningún tipo. Así lo precisó la circular que recibieron los dirigentes de las juntas de vecinos a fines de octubre, la que fue remitida por la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) del municipio.
Fondo de apoyo
Lucía Lespay, presidenta de la junta de vecinos del V sector de la población Carlos Follert, señaló que efectivamente siempre han estado en conocimiento de sus responsabilidades, lo que no significa que deje de ser un esfuerzo mantener las sedes sociales.
"Nosotros tenemos ahorro, pero igual muchas veces debemos hacer aportes personales. Mantenemos la imagen del municipio teniendo una sede vecinal bien cuidada. Es verdad que nos ayudan en muchas otras materias, pero sería bueno que se creara un fondo de ayuda especial para esto", explicó la dirigenta.
Juan Bustamante, secretario de la junta de vecinos en la población Carlos Follert, explicó que muchos de los cuidados los realizan personalmente para abaratar costos. En su caso, se ha dedicado a cortar el pasto, la mantención interior y arreglos simples de puertas, llaves y cañerías.
"Estamos conscientes que el municipio nos apoya, pero sería bueno poder contar con un fondo de apoyo permanente para recurrir cuando no tengamos dinero para pagar cuentas", enfatizó Bustamante.
La junta de vecinos cuenta con un total de 40 personas inscritas y activas quienes cancelan $500 mensuales. No obstante, no siempre se cumple con las cuotas y ese dinero es destinado a una libreta de ahorro para celebrar la cena de aniversario y gastos de mantención.
Mónica Vásquez, presidenta de la junta de vecinos Villa Alegre ubicada en Rahue Alto, señaló que ya se les ha hecho una rutina tener que colocar dinero para pagar las cuentas.
"La labor del dirigente es muchas veces ingrata, porque si nosotros no cuidamos las sedes, pasan a ser casas abandonadas y mal usadas por delincuentes. Pero los vecinos no siempre apoyan cancelando sus cuotas", detalló.
Precisó que incluso deben asumir costos para formular proyectos de mejoramiento para desarrollar en las sedes sociales. Los vecinos disfrutan de tener un lugar comunitario para desarrollar sus actividades como cumpleaños o reuniones de capacitación y actividades de entretención.
La junta de vecinos cuenta con un total de 230 vecinos inscritos que deben pagar una cuota de $250 mensuales, pero regularmente no cancelan más de 30 personas.
Por lo mismo, considera fundamental que en el caso de las juntas de vecinos más vulnerables el municipio pueda crear un fondo de apoyo para solventar parte de los gastos.
"Existen muchos dirigentes que hacen una linda labor en sectores con alta vulnerabilidad social. Para ellos debiera haber algún tipo de fondo al que recurrir, no estoy diciendo que siempre, pero en emergencias", explicó Vásquez.
Juan Luis Añazco, director de la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco), explicó que efectivamente se envió una circular a las juntas de vecinos para recordar los compromisos de los dirigentes.
"Hemos recibido muchas denuncias por mal uso de sedes sociales en algunos sectores. Son un porcentaje mínimo en comparación con los buenos dirigentes, pero es bueno recordarlos a todos", explicó Añazco.
Precisó que el municipio siempre está preocupado de entregar ayuda a los dirigentes. Agregó que una de las pocas responsabilidades de los líderes vecinales es precisamente pagar los gastos básicos.
Dideco Las juntas de vecinos pueden presentar sus problemas por escrito en las oficinas de Desarrollo Social.
250 pesos es el promedio de las cuotas fijadas por los dirigentes vecinales que deben ser cancelados mensualmente por los residentes del sector.
230 vecinos están inscritos en la junta de vecinos de Villa Alegre, ubicada en Rahue Alto. Sin embargo, sólo 30 personas cancelan regularmente la cuota de 250 pesos mensuales.
40 personas cancelan la cuota de $ 500 mensuales a los dirigentes de la junta de vecinos del V sector de la población Carlos Follert de Francke, dinero que es ahorrado.