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Movimiento asegura que abejorros de Israel perjudican a moscardones nativos

agro. La agrupación integrada por científicos y agrónomos del sur señala que la introducción de dichos insectos ha mermado a la especie chilena. Importador descarta efectos negativos.
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vguerreroc@australosorno.cl

Una mayor regulación en la importación de especies exóticas con personas idóneas o expertas en el tema, y mayor énfasis en investigaciones sobre la polinización de predios con abejas nativas (como el mismo moscardón), solicitó el ingeniero agrónomo y coordinador del movimiento Salvemos Nuestro Abejorro Los Ríos, Enrique Vallejos, tras conocer del uso de abejorros (bombus terrestris) traídos desde Israel para el mejoramiento de la polinización y producción de berries en la zona, según publicó El Austral en la edición del pasado martes 4.

El ingeniero agrónomo que ha estudiado éste y otros tipos de abejorros que habitan en la zona, argumenta que los efectos de la introducción de nuevas especies han sido y están siendo evaluados por su alto impacto sobre la flora y fauna nativa.

El problema más evidente, dice, está relacionado con la desaparición del abejorro nativo o moscardón (el más grande y austral del mundo). "Se estima que esta especie ha desaparecido en gran parte del territorio chileno (cerca del 90% de su distribución histórica), en estos últimos 15 años, llegando hoy en día a estar en peligro de extinción", comenta el agrónomo.

Por ello, sostiene que el abejorro traído desde Israel es el principal agente de la desaparición del moscardón, "porque el abejorro israelí es portador de tres especies de parásitos muy nocivos y para los cuales el abejorro nativo no tendría defensas", recalca.

Más conocimiento

Al margen de estos antecedentes, lo que reclama Vallejos es que se estudie más el tema y que haya más regulación por parte del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) para evitar la extinción de especies nativas.

"Queremos que haya mayor conocimiento respecto a la ecología del abejorro nativo, respecto al impacto de la introducción de abejorros extranjeros, además de la disminución de la población del abejorro nativo, el cual es un poco más dócil que el "bombus terrestri" que es el traído desde Israel", comenta el profesional.

El otro problema al que apunta Vallejos es que estos abejorros tienen problemas de asilvestramiento.

"Hubo algunas abejas reinas que se escaparon del lugar, formaron sus propias colonias en el ambiente y son mucho más prolíficas que los abejorros nativos", señala, aludiendo además que aunque este último es más grande en tamaño, el importado es mucho más "invasivo". A su juicio, las especies introducidas pueden ocupar el nicho ecológico del abejorro nativo y utilizar su alimento e incluso desplazarlo del espacio ecológico que ocupa.

Además, alude que el insecto local busca flores de forma tubular, que es más característica de la flora nativa, porque tiene la lengua más larga. En cambio el israelí tiene una lengua mucho más pequeña, entonces hace orificios al interior de la flor para obtener el néctar.

A raíz de ello, señala Vallejos, se puede generar un problema a la larga en el tema de la polinización, ya que éste último se salta esa parte en que el abejorro se introduce para alimentarse y recolectar el néctar y polen, pues mecánicamente poliniza la flor al romperla.

Empresa importadora

En respuesta a esta serie de contraindicaciones indicadas por uno de los integrantes de la agrupación "Salvemos Nuestro Abejorro" (formada hace un año), el gerente de Producción y Desarrollo de empresas BioBee, Adrián Wagner, comenta que la importación de abejas reinas que hacen desde Israel se realiza en completo control sanitario, tal como lo establece el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).

Asegura que las críticas son sinónimo de un tema bastante complejo, porque "hay intereses económicos involucrados, porque estos abejorros son considerados insectos benéficos según el SAG", afirma.

"Nosotros cumplimos y todas las empresas cumplen con las normas sanitarias que exige el SAG para la introducción de insectos", remarca Wagner.

Asegura que hace 10 años ya hubo una discusión en ese tema, se llamaron a expertos de distintas áreas, por ello hoy este insecto está regulado por el SAG, hay estrictas normas sanitarias ya sea para las reinas y la importación de colmenas.

Eso viene amparado por el SAG y un análisis que se hace en cada embarque cuando sale del país de origen, tanto de Israel como de Europa.

"Es un certificado sanitario oficial que emite el país de origen. No es llegar y decir 'traigo abejorros y los libero acá'. Todos estamos sometidos a las normas que son bastantes estrictas en cuanto a la sanidad de los insectos", explica.

Lo mismo ocurre con la abeja de miel, dice, "esa nunca estuvo en Latinoamérica, fue una especie exótica traída desde Europa", comenta.

Con ello, Wagner quiere dejar en claro que hay varias especie de abejas y abejorros que se han introducido a Chile, la primera fue la abeja de la miel en el siglo XV y luego se trajo abejorros de Nueva Zelandia, Israel y otras zonas.

Ahora, con respecto al moscardón de color anaranjado que hace varios años viene desapareciendo, se debe al uso principalmente de insecticidas, según lo indica literatura actual; además de la proliferación de "islas ecológicas" que impiden un desplazamiento mucho mayor de este tipo de insectos nativos.

Por ello, dice Wagner, "es un tema bastante complejo, donde hay intereses comerciales involucrados. Hoy día hay algunos apicultores que no son muy amigos de nosotros porque es lógico, ellos quieren ganar plata con sus abejas y nosotros con nuestros abejorros".

Respecto a la posible invasión de estos abejorros que tienen una vida de entre seis y ocho semanas, sostuvo que "son especulaciones de los ecologistas. El bombus terrestri ya está establecido en Chile en forma natural. Son insectos que son considerados benéficos, no estamos hablando de chaquetas amarillas", remarca Wagner.