Robots que cantan y aplauden se presentan en feria en tokio
desarrollo. Por estos días, los máximos avances en robótica y en la creación de androides se muestran en la semana del diseño en Japón.
Robots que están al servicio de los humanos. Esa idea dejó de ser parte del imaginario de ficción y han pasado a ser una realidad cada vez más cercana. Y Japón es uno de los países punteros en robótica que durante esta semana ha vuelto a hacer gala de ello en la Semana del Diseño de Tokio, donde robots y androides hiperrealistas sorprenden a los visitantes del evento tocando instrumentos, aplaudiendo e incluso cantando.
Uno de los modelos que se ha mostrado en la feria es Asuna. Se trata del androide más realista de la exposición "Super Robot" que en el evento ha operado como la recepcionista de la muestra, una autómata con apariencia de joven japonesa que, gracias a unas cámaras que le rodean, es capaz de ver, escuchar e interactuar con los visitantes que se acercan a verla en perfecto japonés e incluso en inglés. Tal como lo haría una recepcionista de carne y hueso.
Este y otros androides estarán exhibiéndose en la feria de diseño de Tokio hasta el próximo 3 de noviembre, cuando finaliza la muestra, junto a otros compañeros humanoides como Robi, un pequeño robot doméstico capaz de comunicarse o encender la televisión a través de una interfaz que se activa con la voz. Robi camina sobre dos piernas y es capaz de hablar y bailar para entretener a sus dueños.
Entre sus funciones, Robi puede ser usado en un ambiente de oficina, donde puede asistir a los trabajadores e incluso detectar si es que la temperatura ambiental no es la deseada, para programar el aire acondicionado.
Robots musicales
También hay lugar para la música en la robótica, y además de la tecnología de Kimura Tasko Inc., capaz de tocar la guitarra, la batería o el tambor, a la exposición ha acudido el quinteto robótico Seamoons, capaz de cantar gracias a un sistema de cuerdas vocales y de un pulmón artificiales.
Para animar sus actuaciones están las Hand Clapping Machines, capaces de aplaudir a tiempo real de una forma muy convincente a través de una aplicación táctil o ejecutar una coreografía de aplausos programada con antelación al son de la música.
La industria de la robótica invierte cada vez más el campo de las prótesis, llevando el diseño y realismo de las piezas a niveles dignos de películas de ciencia ficción, como los dos modelos Handiii que se exhiben en el evento de la capital nipona, capaces de mover los dedos con agilidad y emular movimientos musculares.
Se trata de una mano electrónica que podría servir como prótesis para personas con alguna discapacidad en sus extremidades que es un prototipo diseñado por exiii. La mano es construida con tecnología de impresoras 3D, por lo que su valor es mucho más bajo que los modelos diseñados hasta ahora. Una mano artificial podía costar sobre US$ 10 mil, pero este modelo se puede fabricar por sólo US$ 300, lo que lo hace más accesible.
La compañía japonesa Hakuto deja ver a Moonraker y Tetris, dos "rover" (vehículos robóticos) lunares que la empresa planea enviar a la luna el próximo año "para explorar por primera vez un tubo de lava lunar", explicó a Efe un portavoz de la compañía.
Las Keitai Girl (literalmente, chica teléfono móvil), cuyos cuerpos están completamente recubiertos de teclados de móviles, o The 2nd process to union (El segundo proceso de unión) son dos propuestas que invitan a reflexionar sobre el futuro de los robots en la moda y la posibilidad de vestirlos en el día a día.
Pese a que los japoneses han sido pioneros en la robótica, ingenieros franceses también se han dedicado a producir robots que estén al alcance de la mano de personas comunes. Poppy, es el nombre de un robot fabricado con una impresora 3D y de programación muy simple. Sus creadores del Flowers Laboratory del Instituto Nacional de Investigación en Informática y Automática , lo programaron con un código abierto para que la mayor cantidad de gente pueda tener su propio Poppy.