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Es el mes de octubre y ya se nota en el ambiente que el país cambió de estación: los días fríos y lluviosos cada vez son menos frecuentes y los rayos del sol se perciben más cálidos. Los escolares y las familias aprovechan esos momentos del día que llaman a disfrutar el calor en medio de los verdes prados, arbustos y árboles de la plaza de Armas. Hasta este lugar, frente a la catedral, llegan los más pequeños a jugar alrededor de la pileta, las parejas que demuestran su cariño sentados en las bancas y los jóvenes estudiantes que se relajan conversando en los prados luego de salir de clases. Un lugar común e icono de la ciudad que nunca pasa de moda.