"Ha llegado la hora de que las soluciones a los problemas regionales sean definidas según prioridades locales y no desde una oficina en Santiago".

Esta afirmación -realizada ayer por la Presidenta de la República, Michelle Bachelet durante la ceremonia en la cual la Comisión Asesora Presidencial para la Descentralización y Desarrollo Regional le entregó su informe final tras seis meses de trabajo- representa una contundente declaración de intenciones que permite abrigar esperanzas sobre la posibilidad de contar con avances reales en una materia largamente planteada en el país.

En la cita, efectuada en la sede del Congreso Nacional de Valparaíso, la Jefa de Estado comprometió el envío de un proyecto de reforma constitucional para permitir la elección democrática y directa de los intendentes, así como el traspaso de competencias desde el nivel central a los gobiernos regionales.

La Jefa de Estado no sólo comprometió una reforma constitucional sobre elección directa y democrática de los intendentes -una de las peticiones donde había mayor consenso en el seno de la comisión- sino también informó que a más tardar en junio de 2015 se enviará un proyecto de ley de financiamiento regional y responsabilidad fiscal, que permita, por un lado, "que la riqueza que se genera en el lugar, quede en el lugar donde se genera" y por otro, que haya "una mayor eficiencia en la asignación y uso de los recursos".

Sobre este último punto, el subsecretario de Desarrollo Regional, Ricardo Cifuentes, precisó que no habrá nuevos impuestos, pero sí se estudiará que los actuales tributos tengan una visión territorial, "de manera de enmendar algunas injusticias, como es el caso, por ejemplo, de las patentes municipales", aseveró.

La reacción de la Presidencia a partir de la entrega de este informe ha sido potente, y ahora se tendrá que seguir con atención cómo se concretan las promesas en favor de una mayor descentralización.

El Plan Maestro es una iniciativa que busca consensuar opiniones entre los distintos actores de la educación para elaborar un documento que sirva de base y apoyo la Nueva Carrera Profesional Docente. Para ello se realizan foros con participantes de diversos estamentos del sistema educativo, en cada uno desarrolla un tema el cual es minuciosamente analizado, luego se plasman los acuerdos en un acta las cuales se encuentran disponibles a toda la comunidad.

Entre los acuerdos a sugerir que me parecen relevantes y esperando sean de verdad considerados por el gobierno, destacaré dos: la propuesta respecto al desarrollo profesional docente que plantea que éste "debe enmarcarse en la jornada laboral y no implicar gastos adicionales a las maestras y maestros: perfeccionarse requiere tiempo y esfuerzo personal, que no puede ser sustraído del que las profesoras y profesores deben dedicar a sus labores pedagógicas, como tampoco adosado a las ya sobrecargadas jornadas laborales.

De igual manera, la formación continua no puede suponer un costo o gasto adicional a los docentes, sino exactamente lo contrario: considerarse parte de su trabajo, y ser financiadas atendiendo la importancia que tiene, considerando, además, mejorar las condiciones laborales sin lo cual cualquier perfeccionamiento se pierde sin concreción en el aula (agobio).

Lo segundo es una antigua aspiración del gremio y dice relación con el plan de retiro: se discute la posibilidad de jubilar con 30 años de servicio considerando lo desgastante del ejercicio docente, teniendo en cuenta lo bajo de las pensiones y que jubilar a temprana edad permitiría acceder a otros trabajos remunerados. En este punto claramente hay divergencias pues se esgrime al modificarse positivamente el sistema ya no sería tan necesario.

Elaborar un nuevo marco regulatorio para el ejercicio de la profesión que incluya todos los aspectos necesarios es una ardua tarea en la que todos los profesores y profesoras debemos participar. Por ello formulo un llamado a informarse a estar atentos y ocupar dignamente su sitio. Ha llegado el tiempo de asumir responsablemente el nombre de la profesión que nos sustenta. Sin profesores, no hay reforma.

Elba Vargas Fuentes