Acceso a la salud, educación y empleo, ingresos y entorno, son los factores que evalúa el Índice Global de Envejecimiento 2014, que establece un ranking de los países que ofrecen las mejores condiciones de vida para los adultos mayores. Y afortunadamente, Chile aparece muy bien posicionado en este ranking, ya que se sitúa en el puesto 22 de un total de 96 naciones y en el primer puesto de América Latina.

'El análisis se basa en la idea de que el progreso real hacia una buena calidad de vida y bienestar de los adultos mayores considera cada una de esas dimensiones evaluadas', explicó el profesor Asghar Zaidi, del Centro de Investigación del Envejecimiento de la U. de Southampton y principal autor del índice.

La difusión de este resultado coincidió con la conmemoración ayer del Día Internacional de las Personas de Edad, fecha establecida por las Naciones Unidas con el objetivo de reconocer su contribución al desarrollo económico y social; así como también resaltar las oportunidades y retos que tienen las sociedades debido al envejecimiento demográfico.

Sin duda que la ubicación del país en el ranking es un dato positivo, sobre todo si consideramos que hoy contamos con 2,6 millones de adultos de 60 años o más y la cifra irá creciendo fuertemente durante los próximos años.

Según explica Patricia Alanis, Directora del Centro de Estudios Universitarios para la Tercera Edad, Universidad Mayor, aún falta por avanzar en construir una cultura de respeto y en el aseguramiento de su dignidad, valorando su experiencia, sus capacidades, su alegría por vivir y sus valores, pues los derechos y la opinión no jubilan con la edad.

Rubén Alvarado, presidente de la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Chile, complementa que 'falta desarrollar servicios de salud con atención especializada en el adulto mayor y profesionales médicos y de salud capacitados en esta materia'.

Sin duda, tareas muy relevantes para un país donde las expectativas de vida son crecientes, lo que representa una buena señal, pero también un gran desafío.

Es impresionante el interés que existe en la política chilena de llevar a cabo la agenda antivalórica, pues son varios los proyectos de ley que van entrelazados y que están en total concordancia a una cosmovisión materialista. Los nocivos proyectos que son los temas del momento, unos con mayor urgencia que otros, son el Acuerdo de Vida en Pareja, Ideología de Género, Matrimonio Igualitario, Adopción de menores por personas del mismo sexo, la eutanasia y el aborto.

La razón para darle legalidad a la homosexualidad no es para que tengan la libertad para casarse y adoptar niños, sino obtener la aceptación social para la conducta antinatural y redefinir el matrimonio. Es un ataque directo a la familia tal como Dios la diseñó.

La ideología de género pretende establecer una sociedad que cada uno viva a su manera, sin restricciones morales, que no haya diferencia de sexos, que cada persona no importando sus características biológicas con las que nació, elija su propia orientación.

Este proceder es una abierta rebelión de la criatura a su propia condición. La palabra sexo hace referencia a la naturaleza, como lo dice la Biblia : ' varón y hembra los creó', una persona nace con sexo masculino o femenino. Sin embargo, el género se aprende, se cambia, se manipula y es educado. Tiene que ver con la formación social y cultural, con los aspectos afectivos, emocionales e intelectuales.

En otras palabras es la filosofía que cada uno gobierna su vida, sin importar la ley de Dios.

La conducta es la manifestación de nuestros valores, si no consideramos la moral que agrada a Dios, nos exponemos a que la desvergüenza, la falta de pudor y decencia se propaguen cada día más.

La responsabilidad para hacer lo correcto y evitar lo incorrecto se basa en el temor a Dios. Quien no cree en Dios subestima sus mandamientos, vive en anarquía con su Creador.

La Biblia dice : 'Por medio de la ley es el conocimiento del pecado' Romanos 3:20. La moralidad es determinada por la ley de Dios y no por la opinión de los seres humanos.