Comerciantes enrejan negocios de barrio para evitar asaltos
Seguridad. Los locatarios han dispuesto una serie de medidas para evitar ser víctimas de la delincuencia, como la instalación de cámaras e incluso el porte de armas. Uno de los motivos por los cuales han extremado los resguardos, se cuentan la mayor osadía de los jóvenes que protagonizan los hechos delictuales.
Abel Bahamondes atiende él mismo su minimarket El Pingüino, ubicado en Ovejería Bajo, donde sagradamente a las 22 horas cierra la reja del local. Asegura que dicha estructura de metal le sirve de protección, por lo que así sigue recibiendo a sus clientes hasta las 3 de la madrugada a través de la "ventana", por donde -tal como si fuese farmacia de turno- recibe los pedidos de los vecinos o entrega el vuelto correspondiente.
La reja es sólo una de las medidas de seguridad con la que este hombre -que en diciembre cumplirá 70 años-, evita ser víctima de asaltos y robos. Así como don Abel, son varios los almaceneros o comerciantes de barrio en distintos puntos de la capital provincial que han decidido protegerse ante eventuales hechos delictuales.
En el caso de Abel Bahamondes, lleva un cuarto de siglo ejerciendo el oficio de almacenero y al interior de El Pingüino mantiene lo que para él son dos elementos claves para sentirse seguro: una pistola de origen checo y un revólver calibre 38. Según sus palabras, en sus años de almacenero son varias las historias de delincuencia que lo han vuelto desconfiado en el tema de la seguridad.
Si bien este hombre de casi siete décadas reconoce que Carabineros realiza rondas permanentes en el sector, el problema se ha vuelto aún más complejo debido a la mayor osadía que muestran los jóvenes delincuentes al momento de actuar. Por lo mismo, las rejas las instaló como una medida disuasiva, lo mismo que las armas, ya que así evita ser víctima de algún asalto.
"En una ocasión, mientras estábamos durmiendo con mi esposa, entraron y prácticamente nos vaciaron el almacén. No nos dimos cuenta. Por eso pusimos la reja y desde ahí las cosas han cambiado. Si a alguien no le gusta el sistema, tendrá que ir a comprar a otro lado no más", recalca seguro el comerciante de Ovejería.
Personal
"Esas eran plantaciones de remolacha", agrega un cliente mientras compra algo para el almuerzo.
"Hace 22 años que trabajo aquí y gracias a Dios todavía las cosas no están tan mal como en otros sectores de la ciudad", dice este hombre de 57 años en alusión a los hechos delictuales que tienen en vilo al rubro del comercio.
Aún así, Muñoz no se confía en cuanto al tema de la seguridad, por eso tiene una máxima que trata de cumplir a diario: "nunca hay que abrir tan temprano ni tan tarde. En la mañana nunca atiendo solo, siempre espero que llegue alguno de mis empleados para estar acompañado. Lo mismo en la noche. De esa manera es muy poco probable que llegue gente a hacer daño. Claro que no han faltado eso sí".
Por lo mismo, Muñoz advierte que siempre está preparado para la ocasión, ya que debajo del mesón donde cobra y entrega vueltos guarda diferentes elementos con los cuales defenderse en caso de un asalto, entre ellos un arma de fuego.
Y al igual que el resto de los comerciantes que atienden después de las 22 horas, cuando termina la jornada laboral de sus empleados, el frontis del Dumbo se llena de metal y comienza a atender "enrejado", como dice él.
Serrucho y cámaras
"Esto ya parece chiste aquí. Si no es un cuchillo con el que te amenazan, es con un serrucho. En situaciones como estas a veces dan ganas de reírse, si no fuera porque el asunto es serio", señala este hombre de 45 años, al desnudar una realidad que viven a diario varios locatarios, que deben hacer frente a diversos actos violentos, pese a que en el caso de esta farmacia cuenta incluso con un sistema de cámaras para disuadir a los asaltantes.
"Al parecer la farmacia es un lugar que atrae a los delincuentes", agrega el dependiente, aunque cree que los asaltantes se imaginan que este tipo de locales manejan mucho dinero diariamente. "En el caso de nosotros no es así. En un barrio cuesta emprender y no podemos compararnos a lo que son las grandes cadenas farmacéuticas".
Como las cámaras que fueron instaladas en el local no han sido lo suficientemente efectivas para amedrentar a los delincuentes, a contar de los próximos días instalarán en el local de avenida Real, una serie de rejillas dentro del establecimiento para atender.
Seguridad
No obstante, precisó Navarro, en el caso de algunos sectores específicos de la comuna, "el nivel o el número de denuncias, no concuerda con estas medidas de resguardo".
Cámaras Los locatarios utilizan el circuito cerrado como un elemento disuasivo.
Armas Deden estar registradas para su porte y uso. Preferentemente las utilizan quienes atienden negocios en horario nocturno.
Medidas preventivas
Se cuentan la instalación de rejas y cámaras e incluso la tenencia de armas al interior de los locales, según confiesan algunos locatarios.
Cuchillo y hasta
Un serrucho han sido los elementos con los cuales han asaltado a Julio Navarrete, quien atiende la Farmacia República 2 en Rahue Alto.
Policía asegura
Que algunas de las medidas de seguridad no concuerdan con el nivel y número de denuncias de algunos sectores de la ciudad.