Tras cuatro meses de investigación, la directora nacional (TP) del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Ximena Clark, dio a conocer ayer el resultado de la auditoría técnica que llevó a cabo el organismo a la base de datos del Censo 2012.
A raíz de esa auditoría, Clark explicó que fueron tres las principales causantes de que los objetivos del sondeo no se cumplieran: una tasa histórica de omisión en la población censada, censistas sin la instrucción adecuada y viviendas que fueron declaradas desocupadas cuando no lo estaban.
Según el informe, que fue realizado por expertos del INE con asesoría directa del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE), el porcentaje de personas que no fueron censadas llegó al 9,6%, lo que equivale a 1.700.000 personas. "Nunca antes en la historia estadística de Chile habíamos tenido esos niveles de omisión", enfatizó Clark.
La directora explicó que los problemas descritos en cobertura, calidad y heterogeneidad, que son detallados en los distintos capítulos que componen la auditoría, "impiden que la información levantada durante 2012 cumpla con los estándares de calidad mínimos para ser considerada información oficial de un censo". La autoridad señaló que "los datos no sirven para generar la actualización de proyecciones de población, la elaboración de un marco muestral y la generación de información para áreas geográficas menores que se derivan de un censo".
La investigación no solamente detectó un nivel muy alto de omisión, sino además diferencias importantes entre las distintas regiones sondeadas. Así, mientras en el Maule y Biobío la población no censada fue de 7,6%, en la Región de Antofagasta llegó al 15%. "Esto es problemático, porque no sólo dejó de censarse población en todo el país, sino que hay mucha diferencia entre regiones y entre comunas", señaló Clark.
En cuanto a la estructura de población por sexo y edad, los análisis realizados muestran consistencia con los censos anteriores en la declaración de la variable edad, pero una brusca caída en los índices de masculinidad (de 97,1 del Censo 2002 a 95,0 en 2012), que no tiene explicación demográfica posible. "Esto impide saber con exactitud por medio del levantamiento 2012 cuántos hombres y mujeres hay en Chile".
Al contrastar los datos de migración con otros provenientes de fuentes administrativas como Extranjería, se encuentran diferencias importantes de volumen de población en relación a la información proporcionada por el censo 2012, evidenciando en algunos casos, una subestimación de más de 100 mil personas.
"Además, para migración internacional, el análisis muestra un 40,8% de no respuesta en el año de llegada al país, lo que es considerablemente superior a lo registrado por censos anteriores. Ello implica que el levantamiento 2012 posee una limitación importante respecto al objetivo de obtener el nivel y estructura de los migrantes", dijo la directora del INE.
Pese a que los datos obtenidos de la encuesta no podrán ser utilizados para el desarrollo de políticas públicas, desde el INE explicaron que la base de datos que se utilizó para el Censo 2012 quedarán a disposición pública. No obstante, Clark señaló que "las limitaciones descritas en esta auditoría en torno a los datos hacen necesaria una máxima cautela y prudencia por parte de potenciales usuarios e investigadores, tanto en relación al uso que se haga de los datos, como a las interpretaciones o conclusiones que puedan derivarse de los mismos. Estas últimas quedan de exclusiva responsabilidad de quien use estos datos".
La investigación contrastó los objetivos básicos del censo de población y vivienda y el grado en que la información del levantamiento del año 2012 permite cumplir estos objetivos, considerando los niveles de cobertura y calidad del mismo.
En cuanto a las variables de fecundidad, el análisis de los datos 2012 sólo arroja un elemento de consideración, relacionado con la cantidad de mujeres que no declara fecundidad. "Existen 193.033 mujeres de 15 años o más que no declaran fecundidad, valor muy bajo", señaló Clark, quien explicó que "es posible suponer que durante el levantamiento 2012 algunos encuestadores, por errores de instrucción, tendieron a reemplazar la "no respuesta" por el valor "0", lo que puede afectar los cálculos de las tasas de fecundidad".
Carolina Collins
2002
Con respecto a 2002 el índice de masculinidad tuvo una brusca caída y pasó de 97,1 a 95,0 en 2012.