Llama la atención el constante cuestionamiento a los montos de las pensiones entregadas por el sistema AFP. Aquello, desde el punto de vista del debate, resulta absolutamente válido. Sin embargo, lo que no es válido es confundir a partir de argumentos que carecen de toda lógica técnica.
Partamos por el primer gran argumento contra el sistema AFP: el promedio de las pensiones del sistema AFP es de $195.000 (promedio julio informado por la Superintendencia de Pensiones). No hay nada más lejano a la realidad que hablar de promedios, es como decir que 10 personas ganan en promedio $1.000.000, cuando nueve de ellas ganan $0 y sólo una gana $10.000.000. El ejemplo anterior busca ejemplificar que los montos de pensión serán distintos para quienes cotizaron toda la vida laboral en comparación con quienes cotizaron sólo algunos años. Inclusive, los montos de pensión serán distintos para quienes cotizaron por el total del sueldo bruto respecto a los que subcotizaron.
Otro punto importante que se debe aclarar, es el error de quienes toman las actuales pensiones del IPS como las pensiones del Sistema de Reparto, lo cual es comparar peras con manzanas, pues las pensiones del sistema de reparto murieron el año 1980 dando paso a las del IPS, las cuales no se financian bajo la lógica del reparto, sino con impuestos fiscales.
Pero lo que más llama la atención de los detractores del sistema AFP, es que no tomen como dato el promedio de pensiones del IPS (no sistema de reparto), que es de $189.000 para julio (menor que los $195.000 del sistema AFP), promedio extremadamente bajo si consideramos que cotizaron el doble que los afiliados del sistema AFP, y sin propiedad alguna sobre lo cotizado.
En resumen, el llamado es a no engañarse con los promedios y con la mitología respecto del sistema de reparto, pues todo aquel que ha cotizado durante su vida laboral y por los montos brutos (que no haya subcotizado), tendrá una pensión cercana al 70% del promedio de sus sueldos cotizados en su vida laboral.
Eduardo Jerez Sanhueza