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dicen que en el matrimonio la felicidad de la mujer es más importante

relación. Un estudio sostiene que los problemas de salud y otros factores de estrés pueden alterar la vida conyugal a largo plazo.
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La creencia tradicional afirma que un matrimonio feliz es una tarea de dos. Sin embargo, un nuevo estudio de la Universidad Estatal de Nueva Jersey (conocida como Rutgers) y la Universidad de Michigan afirma que la felicidad de la mujer casada es más importante que la de su marido.

La investigación, publicada en la revista Journal of Marriage and Family y consignada en el sitio web de Rutgers, indagó en la calidad matrimonial entre los adultos mayores.

"Creo que todo se reduce al hecho de que cuando una mujer está satisfecha con el matrimonio tiende a hacer mucho más por su marido, lo que tiene un efecto positivo en su vida", explica Deborah Carr, académica del Departamento de Sociología y la Escuela de Artes y Ciencias, y autora del estudio.

detalles del estudio

Las autoras sostienen que la investigación dista de otras anteriores porque examina los sentimientos personales de ambos cónyuges para determinar cómo influyen en el bienestar sicológico a largo plazo.

El estudio analiza datos de 394 parejas que fueron parte de un estudio nacional sobre sus ingresos, salud y discapacidad en 2009. Por lo menos uno de los cónyuges era mayor de 60 años y, en promedio, las parejas se casaron hace 39 años.

Para evaluar la calidad del matrimonio, el equipo realizó varias preguntas acerca de la valoración mutua de las parejas casadas, si uno entiende los sentimientos del otro o si hay alteraciones de orden nervioso.

Además, a los participantes se les pidió mantener diarios detallados sobre lo felices que estaban en las últimas 24 horas de hacer determinadas actividades, como ir de compras, hacer las tareas del hogar y ver televisión, entre otras.

En promedio, los voluntarios se declararon altamente satisfechos con su vida conyugal, y los maridos fueron ligeramente más positivos que las mujeres en calificar.

"Los cónyuges que están en un matrimonio mejor clasificado están vinculados a una mayor satisfacción con la vida y la felicidad", dijo Carr.

Pero el hallazgo más importante del estudio tiene que ver con la felicidad de las mujeres. De acuerdo con los resultados, cuando los maridos contraían alguna enfermedad, las mujeres se sentían menos felices, ya que ellas debieron hacerse cargo de los cuidados. En cuanto a los hombres, el nivel de felicidad no sufrió alteraciones cuando sus esposas estuvieron delicadas de salud.

"Sabemos que cuando una pareja está enferma es la esposa la que a menudo hace el cuidado, lo que puede ser una experiencia estresante. Pero a menudo, cuando una mujer se enferma, el marido no es el que realiza el cuidado, sino los hijos, especialmente las hijas", afirmó Carr.

Sin embargo, el estudio tiene algunas limitantes. Carr y Freedman no indagaron a las parejas más jóvenes, que pueden adoptar papeles más igualitarios en el hogar.

Las parejas mayores pueden compartir la misma responsabilidad en la limpieza de la taza del baño o realizar otras tareas domésticas, pero difieren en cómo comunican sus emociones.

El equipo reconoce que las generaciones más jóvenes son cada vez menos cómodas con la idea de que exista sólo una persona a cargo de las tareas del hogar, sino que las actividades sean lo más equitativas posible.

De todos modos, las investigadoras reafirman la importancia del estudio, ya que la calidad del matrimonio puede afectar la salud y el bienestar a largo plazo de las personas, así como recomiendan estimular la reciprocidad a la hora de expresar sus sentimientos.

"La calidad de un matrimonio es importante, ya que proporciona un amortiguador frente a los efectos sobre la salud afectados por el estrés más adelante, y ayuda a las parejas a manejar las decisiones difíciles relacionadas con la salud y la toma de decisiones médicas", finalizó Carr.