¿Estás aquí, estás presente? ¿O estás sumergido en el pasado, o en el futuro? ¿A qué sueño te engancharon?
Estamos en la era de la información. Aparentemente estamos todos conectados. La realidad sería inconcebible para un habitante del siglo XIX y también del XX. Pensar que China, oriente, EE.UU. estaban al alcance de un click. Que la superficie de Marte y Neptuno eran accesibles, tanto como ver el volcán Osorno por la ventana. Facebook ha roto las soledades y ha virtualizado la amistad, pero también banalizado.
En las malas y en los velorios nos vemos las caras. El sistema de consumo ha generado una espesa niebla de espejismo, que nos hace creer que vivimos en una sociedad moderna, democrática, que estamos muy por encima de toda la miseria.
La guerra fría demostró varias cosas, entre ellas que más que las armas (último recurso) era necesaria la psicología social para llevar a cabo el más gigantesco experimento de subyugación de las masas. "El mejor de los esclavos es el que no se percata de sus cadenas".
En otras palabras, lo que nos distingue de los antiguos esclavos son ciertas rutinas que nos dan la sensación de libertad. Si tengo la libertad de elegir con que tarjeta masterplop gastar. También elegir en qué colegio llevar a mis hijos, en base a la plata que tengo y el proyecto, pero soy libre…
Soy libre de tener cualquier idea o confesión religiosa, pero lástima que todas ellas no colocan jamás en discusión critica la sociedad en que vivimos y sustituyen la fuerza de cambio y transformación por una especie de acatamiento bovino. Soy libre de elegir a la AFP y la Isapre que me esquile a conciencia, libre de pedir crédito y pagar tres veces su valor. Votar cada cuatro años, por los mismos de siempre y jurar que con eso cambio las cosas.
Como decía un filósofo en nuestra civilización todo conspira para que seamos durmientes. Activos, pero dormidos, consumidores, pero dormidos. La razón crítica es la más temida por quienes tienen el poder. Por eso usted se habrá dado cuenta que la campaña contra cualquier reforma se basa en el terror. Vea el caso de las torres gemelas, el terror contra Irán e Irak, el clima de amenaza, el eje del mal, etc.
Esté atento, vele, para que se dé cuenta cuánto y cuántas veces al día lo están engañando, conduciendo, arreando.