Cuerpos en la vía pública, vehículos destrozados, rostros de incertidumbre y amplio despliegue de emergencia se observaron tras el accidente que dejó como saldo tres jóvenes fallecidos y una persona con riesgo vital en la ciudad de Castro, en Chiloé.

En la intersección de las calles San Martín con Blanco se registró, alrededor de las 4.30 horas, la colisión entre un jeep marca Ford y un automóvil Chevrolet, la cual estuvo precedida de una persecución policial al primer vehículo que avanzaba contra el sentido del tránsito por la prolongación de la Ruta 5 Sur.

Así lo especificaron numerosos testigos del siniestro, quienes relataron asombrados el grado de violencia y destrucción asociados al incidente.

Como especificó el taxista Luis Cáceres, quien permanecía estacionado frente a la Plaza de Armas local, 'el jeep venía a unos 120 kilómetros por hora, si se movió todo al pasar al lado'. Agregó que sintió un fuerte golpe tras lo cual se desató la tragedia.

Producto de la violencia del impacto, el móvil menor que avanzaba hacia el puerto por calle Blanco Encalada, se proyectó unos 15 metros alcanzando a dos transeúntes, identificados como Yerson Torres Paredes (17 años) y Miguel Ángel Vásquez Paredes (27 años), quienes fallecieron en el lugar.

'Estos chicos estaban tocando en un pub de calle Blanco. Los vi como a las 3 de la madrugada y ahora me encuentro que les pasó esto, es increíble', confesó Marcel Saldivia, quien los reconoció en el sector de los hechos, donde también yacían despedazados sus instrumentos musicales utilizados durante la jornada.

A su vez, el conductor del auto, indentificado como Eduardo Díaz Caicheo (33), resultó con heridas severas, en especial en el cráneo, siendo derivado de urgencia al Hospital de Castro. Su acompañante, Juan Ancao Vásquez (35), murió debido a la gravedad de sus lesiones.

Al lugar concurrió personal de la Unidad de Rescate de Bomberos y del Servicio de Atención Médica de Urgencia, quienes concentraron su accionar en el único sobreviviente.

Como recalcó el jefe provincial del SAMU, Gonzalo Baeza, al llegar se encontraron con los dos peatones, 'en paro cardiorrespiratorio traumático', mientras que el chofer del auto permanecía 'con respiración agónica', en estado de suma gravedad, 'siendo estabilizado y remitido al Hospital de Castro'.

Posteriormente, el profesor de música fue trasladado al Hospital Base de Puerto Montt, donde fue sometido a atención especializada en la Unidad de Cuidados Intensivos y a intervenciones quirúrgicas. Hasta el cierre de la edición estaba en riesgo vital.

En tanto, el piloto de la máquina que gatilló la tragedia, identificado como Nelson Francisco Vera Cuyul, de 20 años, milagrosamente sufrió magulladuras menores.

'Estaba en evidente estado de ebriedad y sin lesiones aparentes', aclaró el titular del SAMU.

A su vez, este joven abandonó el jeep y escapó a pie del sitio del accidente, siendo atrapado a la altura de la pileta del principal centro cívico castreño. Otro taxista, quien incluso aseguró haber intervenido en esta captura y prefirió reservar su identidad, acotó que 'vimos todo, como arrancaba en su vehículo a una velocidad impresionante de la policía y luego escapaba por la plaza, hasta debimos sumarnos para que no arrancara'.

Luego del procedimiento, las dudas e indignación se sumaron entre los numerosos vecinos que se agolparon en el lugar. Por un lado, se aguardó por horas para confirmar las identidades de los fallecidos; mientras que por otro, los cuerpos recién fueron levantados alrededor de las 9.45, más de cinco horas después de ocurrido el accidente.

Otro foco de las molestias fue el accionar policial que no habría medido las consecuencias de una persecución en un área céntrica, que presentaba alto movimiento de jóvenes y vehículos por el término de las actividades de los numerosos locales nocturnos.

'Por más de tres cuadras se extendió la persecución a alta velocidad', indicaron los transportistas que vieron el fatal siniestro ocurrido en la ciudad de Castro.