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Leña de pino y eucaliptus es la que emite más partículas cancerígenas

análisis. Un estudio realizado por las universidades Católica de Temuco y Federico Santa María de Valparaíso determinó los niveles de peligrosidad de los 8 tipos de leña más consumidas en el sur.

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Hasta 10 veces más contaminantes cancerígenos (benzopirenos o hidrocarburos aromáticos policíclicos, HAPs) puede emitir al ambiente cada vez que alguien consume leña seca (con al menos 25% de humedad) de pino o eucaliptus.

Así lo determinó un estudio que hicieron profesionales de las universidades Católica de Temuco y Federico Santa María de Valparaíso, gracias a un proyecto que recibió recursos del Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef), el cual, de paso, fue considerado por la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt) como uno de los 10 grandes hitos de investigación del año 2013.

Pruebas

En una cámara adiabática de combustión de biomasa que asegura la precisión de los resultados se obtuvo que hay ocho tipos de leña que se usan entre Valparaíso y Coyhaique, que generan la mayor cantidad de Hidrocarburo Policíclico Aromático (PAH, por sus siglas en inglés), en particular Benzo(a)pireno, compuesto que está comprobado que produce cáncer en las personas.

Bajo esta situación, determinaron las emisiones de partículas cancerígenas -Benzo(a)pireno- que emiten los ocho tipos de leña: ulmo, frutales (duraznos, manzanos, ciruelos y almendros), lenga, aromo, hualle, canelo, eucaliptus y pino.

En esta medición química se encontró que el canelo y el hualle son las especies que generan menos emisión de Benzo(a)pireno, a diferencia del pino y eucaliptus globulus que emiten más partículas cancerígenas de esta sustancia tóxica.

La razón que explica esta mayor toxicidad está dada por la composición química de la madera, ya que tienen una mayor relación con los niveles de extraíbles (porque dentro de esto hay resinas que hacen que cuando se combustionen no lo hagan muy bien); además, se debe considerar los niveles de lignina (sustancia que aparece en los tejidos leñosos de los vegetales y que mantiene unidas las fibras de celulosa que los componen); asimismo, hay otros leños que entre la lignina tienen una mayor proporción de corteza que también es tóxica producto de su deficiente combustión.

'En ese caso encontramos que el pino y el eucaliptus eran hasta 10 veces más potentes para generar Benzo(a)pireno, en comparación a la leña de hualle o canelo, que son nativos', detalló Luis Díaz, integrante del proyecto y hasta ese entonces docente de la Universidad Católica de Temuco.

Los datos obtenidos fueron ratificados también con la Universidad de Nevada, en Estados Unidos, a quienes les enviaron muestras de las pruebas que se hicieron en Chile.

Es por ello que no da lo mismo quemar leña nativa que exótica, como el pino y eucaliptus. La información científica pone una voz de alerta, ya que del medio millón de metros cúbicos de leña que se utilizan anualmente en Osorno, el eucaliptus es la tercera especie más consumida: 92.942 metros cúbicos (ver infografía).

Lo complejo de esta sustancia tóxica es que la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que los Hidrocarburos Policíclicos Aromáticos provocan cáncer, incluso hay evidencia científica que indica que provocan principalmente cáncer al pulmón y testicular.

'En el hollín hay mucho alquitrán y éste es rico en Hidrocarburo Policíclico Aromático y el alquitrán está relacionado con cáncer testicular', comenta el ingeniero químico Luis Díaz, quien ahora trabaja en la Universidad de Santiago de Chile (Usach).

buena combustión

Al respecto, Eduardo Neira, integrante de la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo (AIFBN), explica que es importante destacar que todo material biológico mal combustionado genera una gran cantidad de estos compuestos (Hidrocarburos Policíclicos Aromáticos), por tanto, es necesario tomar medidas para evitar que se produzca combustión incompleta, ya que se genera humo con presencia del compuesto químico nocivo.

Lo más importante, dice, es utilizar equipos eficientes, una buena y regular mantención de los artefactos de combustión (calefactores o estufas) y de los cañones; y por supuesto, no utilizar leña húmeda y así evitar la combustión incompleta.

Los resultados del estudio demuestran la necesidad de seguir monitoreando la calidad del aire y la capacidad de las ciudades para limpiar o renovar el aire de eventos contaminantes, además de su relación con enfermedades.

Eduardo Neira destaca que el principal mercado que hoy poseen las plantaciones de especies introducidas, en especial pino y eucaliptus, es la producción de madera aserrada y producción de celulosa, siendo muy marginal e incipiente su participación en el mercado de la calefacción.

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'Encontramos que el pino y el eucaliptus eran hasta 10 veces más potentes para generar Benzo(a)pireno, en comparación a la leña de hualle o canelo, que son nativos'.