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Autoridades se enfrentan con vecino de calle Baquedano para concluir muro en río Damas

problema. Dueño de terreno se opone a que el municipio complete la barrera fluvial que impide que las aguas del cauce inunden 22 casas en calle Pérez. De no lograr acuerdo, la Gobernación impondrá una orden judicial para terminar la obra.

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'El agua llega hasta nuestras camas, moja la leña y deteriora las bases de las casas, pero parece que eso a nadie le preocupa. Comienza a llover y nosotros empezamos a sufrir'. Así describe Luis Carrasco la realidad que deben vivir las 120 personas que viven al final de calle Pérez, pasado calle Baquedano, cada vez que se produce un fuerte aumento del cauce del río Damas.

En el año 2010 el municipio construyó 330 metros de muro de piedra, ripio y tierra bordeando el río entre las calles Blanco Encalada y Martínez de Rosas, para evitar los efectos de los desbordes propios del río Damas durante la época invernal.

El resultado fue el esperado, salvo que en un punto de la ribera -donde se ubica la propiedad de Aníbal Gallardo- no se contó con la autorización para realizar las obras, por lo que un espacio de veinte metros quedó sin barrera de contención. Y es precisamente a través de ese espacio por donde las aguas del Damas se desbordan y luego ingresan hacia las 22 casas de la calle Pérez.

Promesas sin cumplir

Luis Carrasco vive hace más de 30 años en el sector. Por lo mismo, actúa como vocero de las familias afectadas por las inundaciones y aseguró que deben sufrir cada invierno el deterioro de su calidad de vida.

De hecho, Carrasco relató que durante este año es la segunda vez que el agua ingresa con fuerza hasta sus viviendas, y llegó incluso hasta los dormitorios de las familias más afectadas.

'Este problema lo llevamos viviendo hace años y cada invierno vemos cómo las autoridades vienen, prometen soluciones se toman una foto y después se olvidan. Hemos perdido tranquilidad, la lluvia para nosotros no es un encanto, es una tortura y eso no debiera ser así', dijo Carrasco.

Agregó que durante las lluvias de la primera semana de junio de este año , muchos vecinos perdieron colchones, ropa de cama y frazadas. Además, debieron llevar a sus niños a casas de familiares, ya que el agua se mantuvo por varios días en los hogares.

En esa ocasión fue el propio alcalde de Osorno, Jaime Bertín, quien se comprometió a entregar una solución concreta para evitar que el río provocara más estragos en sus propiedades y su salud.

'Esto es terrible, porque además no tenemos alcantarillado y mantenemos fosas sépticas, las que con la subida del río colapsan. En resumen a nuestras casas entra agua de río mezclada con aguas servidas y sentimos el abandono de las autoridades', dijo el vocero.

Venta o permuta

Hardy Vásquez, jefe de la Dirección de Asesoría Jurídica del municipio, aseguró que durante más de un año se ha intentado llegar a un acuerdo con el dueño del terreno, sin conseguir un resultado positivo a las gestiones.

'Él nos ofreció permutar un terreno, pero nosotros no tenemos esa facultad y cuando le dijimos que le compramos esa franja, nunca nos respondió. Estamos viendo qué acción tomar ahora', dijo.

Por su parte, el gobernador Gustavo Salvo visitó a las familias afectadas por las lluvias del fin de semana pasado y señaló que la situación tiene que ser solucionada. Por lo mismo, citó a una reunión para hoy a personal de Vialidad, del municipio, el propietario del terreno y el servicio jurídico de la Gobernación, para intentar buscar un acuerdo.

'Intentaré la vía del diálogo pero si no resulta solicitaré una orden judicial para que ingrese maquinaria y finalice las obras. Está dentro de mis facultades defender el bien mayor de los vecinos afectados por sobre un particular. Aquí hay gente sufriendo pérdidas materiales y de calidad de vida', sostuvo Salvo.

Conciencia social

Aníbal Gallardo, dueño del terreno, señaló que efectivamente no ha entregado la autorización para construir la barrera, ya que según planteó, el municipio nunca se comunicó con él antes y se encontró sólo con maquinaria en su sitio.

'Yo tenía bien cuidado mi patio y creo sinceramente que nadie va a dejar que en su patio le pongan toneladas de piedras. Me acerqué al municipio a buscar una solución y no ellos a mí, pensando en las personas afectadas', dijo Gallardo.

Explicó que efectivamente propuso permutar un terreno, pero como el municipio no tiene esa facultad está la opción de compra. Para eso, el valor que propone es el avalúo fiscal del terreno, menos el 20 por ciento.

'Yo hasta ahí llego, qué más quiere la comunidad y la municipalidad. No pueden pedirle a otro lo que no quiere que le hagan. Existe poca voluntad del municipio para un acuerdo y vienen sólo cuando el río sube', enfatizó Gallardo.

120

330

Veintiocho personas siguen albergadas en la provincia

temporal. Onemi actualizó ayer el reporte de afectados.

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Tras el intenso temporal de viento y lluvia registrado en la provincia de Osorno entre el viernes y domingo recién pasados, 28 personas permanecen albergadas en esta zona.

De acuerdo al reporte actualizado la tarde de ayer por la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi) Región de Los Lagos, doce de ellas permanecen en un Centro Comunitario del sector Crucero, en Purranque y dieciséis pernoctan en la sede social de la población Lago Rupanco, en Osorno.

En este último lugar, Silvana Saldivia, quien está albergada junto a sus dos hijos (de nueve y dos años), expresó que para ella volver a su hogar es una preocupación por el riesgo de salud de sus pequeños hijos.

'Las cosas están demasiado mojadas y un par de sacos de carbón no ayudan. Necesitamos leña, es la única manera', explicó la mujer.

Juan Luis Añazco, jefe de la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) del municipio, señaló que se está buscando la manera de poder comenzar el secado de las viviendas.

'Es un trabajo que requiere tiempo y esperamos llegar a una acuerdo con las familias para ver cuando vuelven a sus hogares', expresó el directivo.

Según la Onemi, en la comuna de San Pablo permanecen 680 personas afectadas por problemas de conectividad terrestre en la Ruta U-22 a la altura del sector Los Juncos, lo que afecta a las localidades de Tromé, Cofalmo, Currimahuida y Llancura.

En Puerto Octay, siete familias tienen problemas de agua en sus patios y en Río Negro se mantienen 32 afectados por inundaciones en los patios de las viviendas de tres calles, sumando a ocho familias aisladas en zonas rurales por crecida de ríos de esteros.

En el caso de San Juan de La Costa, permanecen 44 personas aisladas por la crecida del río Quihue.