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Crece interés por subdividir predios agrícolas para habilitar parcelas

tendencia. La caída en la rentabilidad de los rubros de mayor importancia en la zona ha hecho que muchos productores opten por vender parte de sus terrenos para la construcción de proyectos habitacionales. La situación fue calificada como preocupante por la secretaria regional ministerial de Agricultura, Pamela Bertín.

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U n productor agrícola del sector Las Quemas, a 3 kilómetros de Osorno, creció viendo a su padre trabajar el campo que luego le heredó. Conservando la tradición de su progenitor, siguió cultivando la tierra y desarrollando la actividad lechera. Sin embargo, con el paso de los años, el trabajo le demandaba más tiempo y esfuerzo, lo que no se reflejaba en una actividad más rentable.

A ello se fueron sumando los precios deficientes e inestables por el litro de leche que le pagaba la industria láctea, que lo obligaron a arrendar su campo de 60 hectáreas para evitar venderlo, ya que no cuenta con ningún familiar cercano que le ayudara a mantener la actividad agrícola.

De eso ya han pasado al menos 25 años, hasta que hace dos años decidió subdividir su campo y venderlo como parcelas de agrado.

Así, subdividió más de 100 loteos de media hectárea, que ahora vende para la construcción de viviendas para personas que deciden tener una mejor calidad de vida fuera de la zona urbana.

'Antes tenía una lechería, pero cuando se echaron a perder los precios arrendé el campo y después lo parcelé, porque era mejor negocio que dedicarme a la agricultura', comenta el productor del sector de Las Quemas, quien prefiere reservar su identidad.

Ahora le quedan cerca de 25 parcelas de media hectárea, que vende desde 20 a 25 millones de pesos.

Respecto a su futuro y el patrimonio que le dejaron sus padres, el productor señala que 'ahora voy a quedar con la plata nada más, porque ya no voy a tener terreno'.

FEnÓMENO

Tal como este productor agrícola, son muchos los dueños de propiedades agrícolas que están solicitando las subdivisiones de sus predios para brindarles diversos usos, entre ellos la construcción de viviendas o ventas de parcelas de agrado.

Según las cifras que maneja el Servicio Agrícola y Ganadero (entidad que tramita este tipo de solicitudes), en los últimos cuatro años en la provincia de Osorno se recibieron más de 1.600 solicitudes de subdivisión de predios agrícolas, que totalizan cerca de 50 mil hectáreas que fueron fraccionadas.

Lo particular es que en los últimos cuatro años se ha visto una tendencia al alza de predios que han sido subdivididos para la construcción de viviendas, en parcelas de aproximadamente media hectárea.

Junto con la tendencia de personas que buscan la comodidad alejadas de los grandes centros urbanos, también está aumentando el número de agricultores que están abandonando una de las actividades económicas más importantes y características de la zona, principalmente por la baja rentabilidad de los rubros más relevantes, como leche y carne.

Para el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), esta es una situación compleja, porque cada año se están reduciendo las extensiones de predios destinados a la producción de alimentos y la crianza de animales.

La secretaria regional del Ministerio de Agricultura en la Región de Los Lagos, Pamela Bertín, calificó la situación como preocupante, ya que dice que 'vender tierras no es bueno, pero también tenemos que hacer que la tierra sea más productiva'.

Argumentó que muchas de estas situaciones se explican porque en los campos se está registrando un proceso de envejecimiento de los dueños y de sus trabajadores, mientras que la mayoría de los jóvenes no están motivados en continuar con la actividad.

'Se van quedando jóvenes, que generalmente son los hijos de los dueños de predios, pero éstos muchas veces no están encantados o ilusionados con el tema agrícola y en ese sentido tenemos un tremendo compromiso con ellos', comenta Bertín.

Agrega que el gran problema por el cual los jóvenes no se quedan a trabajar en el campo es por la escasa participación en materia de innovación que le dan sus padres, y por la poca conectividad a tecnologías como internet que está disponible en los campos.

Bertín recalcó que se debe trabajar fuertemente para hacer del campo un trabajo productivo 'no porque tenga más campo voy a ser más productivo. Tenemos que profesionalizar al agricultor y tecnificarlo y que todo ello vaya de la mano con el apoyo a los jóvenes, porque son ellos los que se quedan', expresa Bertín.

Del agro a construcción

Una de las personas que están vendiendo predios agrícolas como parcelas de agrado es Patricia Navarrete, quien junto con su esposo Helmut Schulz se están dedicando a la venta de parcelas con y sin casas, en un campo que hace unos años fue destinado para la crianza de bovinos y cultivos.

El predio que hoy dividieron en 74 sitios de media hectárea fue de propiedad del primo de su esposo, Ciro Schulz, quien decidió venderles gran parte de su campo y dedicarse a la administración de sus restaurantes y servicios de arriendo de maquinaria agrícola.

'La actividad agrícola ya no es la misma que antes. Muchas veces trabajan a pérdida o viven endeudados con créditos y por eso prefieren vender', comenta Patricia, quien está a cargo de la venta de las parcelas de agrado Los Arrayanes, en el sector de Las Quemas.

Aunque Patricia señala que las personas que venden sus propiedades se van empobreciendo, indica que se trata de una de las opciones para sacarle provecho a terrenos agrícolas que ya no son rentables.

'Es lamentable, pero los agricultores se dan cuenta que la actividad no les deja nada, por eso han decidido vender sus terrenos', comenta Navarrete, quien prácticamente ya tiene agotada su oferta de parcelas.

Los compradores buscan en estos lugares una mejor calidad de vida, una mayor extensión de metros cuadrados y un valor que no tiene relación con una casa de ciudad. Además, conviven con un entorno natural.

Otro de los factores que ha incidido en la venta de predios agrícolas es que dado el crecimiento de las zonas urbanas con viviendas en las periferias, algunos se han visto en la obligación de venderlos a constructoras o el Estado, para el desarrollo de nuevas poblaciones.

Tal es el caso de otro productor del sector oriente de la ciudad, que también tuvo que parcelar parte de su campo, por el problema que le generaba desarrollar su actividad y la molestia que generaba en sus vecinos las quemas de los rastrojos que quedan luego de la cosecha de los cultivos.

'Antes tenía una lechería, pero cuando se echaron a perder los precios arrendé el campo y después los parcelé'.

50 mil

'La actividad agrícola ya no es la misma que antes. Muchas veces trabajan a pérdida o viven endeudados con créditos y por eso prefieren vender'.

2013 se tramitaron

230 solicitudes