Una vez más con desilusión, los padres del escolar de La Unión, Yordan Alejandro Fernández Ruiz, abandonaron ayer el tribunal de dicha comuna sin saber qué pasó con su hijo que el 22 de diciembre de 1997 fue visto con vida por última vez, saliendo del Liceo Industrial.

Ruperto Fernández y Luisa Ruiz viajaron hasta la capital del Ranco y se entrevistaron con el juez Mario Cayul, a cargo ahora de una investigación que continúa, pero sin éxito.

En la entrevista, el magistrado les mostró el voluminoso expediente y también les informó que los tres últimos testigos que declararon recientemente en torno al dilatado caso, 'no dijeron nada convincente'.

'Sólo ambigüedades -comentó Ruperto- que hasta, según parece son mentiras que los testigos se prestan para decir. También nos comunicaron que unos restos óseos encontrados y a los cuales se tomaron muestras de ADN, al parecer no sirvieron de nada porque eran muy antiguos'.

Ambos padres afirmaron que después de haber conseguido en la Corte de Apelaciones que el caso de su hijo Yordan se reabriera, 'escucharíamos algo más alentador, más optimista. Pero volvemos a 1997, a cero, sin saber si a nuestro hijo lo mataron o bien sufrió algún accidente'.

Fernández dijo que la prolongada incertidumbre de 17 años sin que la policía haya podido descubrir nada, 'me hace reafirmar que a mi hijo definitivamente lo asesinaron y que desde un comienzo ha habido cosas extrañas'.

Para los padres, el Liceo Industrial donde estudiaba Yordan sigue siendo 'el escenario de la duda y del misterio', pese están conscientes que los tres ministros en visita que estuvieron en su momento al frente de la investigación ordenaron rastrear dentro del mismo establecimiento y en todo su entorno.

'Vamos a morir con mi esposa con el dolor en el alma de no saber qué pasó con Yordan. Sin saber qué le pasó, porque él nunca nos dijo que quisiera irse del hogar', indicó Ruperto Fernández.