El primer fin de semana de mayo de este año, el ex boxeador osornino y cuatro veces retador del título mundial, Martín Vargas, fue hospitalizado bajo una estricta observación médica en la Unidad de Neurología del Hospital Sótero del Río en Santiago, tras sufrir un cuadro de intensas y reiteradas cefaleas.
Desde el 5 de mayo ha sido operado tres veces, donde se le ha drenado líquido de su cerebro, lo que derivó en una recuperación irregular, ya que combina momentos de lucidez y energía con otros donde no conversa y decae física y psicológicamente.
Incluso sufrió una infección y está siendo tratado actualmente con antibióticos. En su familia reconocen que habla lento y que incluso, en un periodo, había mostrado pérdida de memoria. 'Pero ahora está consciente, estuvo muy mal en la UCI. Ahora está hablando, caminando un poquito, salió de la gravedad', cuenta emocionada Mireya Inostroza, esposa del osornino y quien recibe los llamados de amigos, familiares y periodistas para saber el estado de Vargas.
La lucha del ex púgil se mantiene, ahora fuera del cuadrilátero. Más de dos meses después de ser internado de urgencia, uno de los más grandes ídolos en la historia del deporte chileno está buscando recuperar su vida. Y todo, con el apoyo férreo de su familia.
'Él ahora se siente bien, de hecho no se explica qué le pasó. Ahora estamos todos un poco más tranquilos, porque estuvo una semana inconsciente después de que lo operaran por tercera vez. Le entró una bacteria y con eso contrajo una meningitis, por lo que estuvo muy mal. Gracias a Dios los médicos se dieron cuenta y de inmediato comenzaron con un tratamiento de antibióticos. Ya lleva un mes con eso', comentó Inostroza, quien vive sola con Vargas, aunque sus hijos están permanentemente acompañándola a ella y a Martín en el hospital. 'Vamos todos los días a verlo', cuenta.
Hoy le realizarían un escáner, lo que determinaría la opción de que siga internado o incluso poder darlo de alta. Los médicos podrían definir eso durante esta semana.
'Como familia ha sido complicado. Durante todos estos días no sabíamos qué iba a pasar y así estuvimos. Ahora estamos más tranquilos, pasó lo más grave. Pienso que fue un milagro, hubo tanta gente que rezó por él, que llamó, que se preocupó, desde Arica a Punta Arenas', indica Mireya Inostroza.
-¿Y ese afecto y preocupación también ha llegado desde Osorno? Siempre Martín ha tenido una relación 'especial' con su ciudad…
-La verdad es que sí, lo han llamado algunos amigos e incluso de allá le mandaron un galvano de reconocimiento. Lo que pasa es que a Martín siempre le escuché decir con desagrado algunas cosas de Osorno. Él está sentido desde antes, no de ahora. Osorno se portó mal, le regalaron dos casas, la Municipalidad y una empresa constructora, y nunca las vimos. Incluso se hizo una actividad en la plaza y el alcalde le entregó las llaves de la casa, algo que nunca fue. Entonces eso a Martín le duele.
-Usted señala que poco a poco Martín se ha ido recuperando. ¿Cree que él podrá volver a sus actividades normales que tenía antes de ser hospitalizado, como sus clases de boxeo?
-Cuando hemos hablado con el médico no nos ha dicho si va a haber una recuperación al 100%. No se sabe, se sabrá con el tiempo. Tiene que hacer terapia y eso es para largo. Porque una vez que vuelva a la casa viene el proceso de rehabilitación, que no sé cuánto durará, pero es largo. Eso se podría hacer estando en la casa, pero llevándolo a una clínica. Él dice que no se siente capaz de trabajar ahora, que se siente débil. Puede que más adelante esté bien y pueda hacerlo.
La Roja en el Mundial La familia le llevó un pequeño televisor al hospital para que Martín pueda ver los partidos de la selección.