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Vecinos de Forrahue incluirán su cementerio en ruta turística

huilliches. El camposanto de carácter indígena fue declarado en febrero de este año Monumento Nacional, siendo el primer sitio de este tipo en la provincia. Los habitantes postularán a fondos para conservar el lugar y que sea conocido por los visitantes.

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La chemamull (que en chezungun significa gente de madera) que está instalada en el costado izquierdo de la entrada del cementerio indígena nuevo del sector de Forrahue -que data de 1946- da la bienvenida al primer cementerio indígena de la provincia y Región en ser declarado Monumento Nacional por el Consejo de Monumentos Nacionales, según un decreto emitido el 9 de abril de este año.

Haciendo alusión a su nombre Forrahue -'tierra de osamentas'- este lugar hoy se destaca por el episodio ocurrido en 1912, a raíz del fusilamiento de 15 huilliches por negarse a ser desalojados de sus tierras.

Pese a que ninguno de ellos hoy descansa en los dos cementerios de la localidad (los dos declarados Monumentos Nacionales) éstos albergan los cuerpos de los familiares de las víctimas de la matanza y sobrevivientes de la época de la tragedia.

Para Elizabeth Acum, presidenta de la Comunidad Indígena de Forrahue y autora de la solicitud, a la declaratoria no sólo le esperan sacar un provecho histórico, sino que también un potencial turístico, para que los visitantes que lleguen a la zona conozcan parte de la historia que guarda este territorio huilliche.

rico en historia

Con los documentos de la solicitud en una carpeta, la dirigente recorre el cementerio nuevo y señala que contar con esta declaratoria de Monumento Nacional es un gran logro, porque por sobre todo permite potenciar la preservación del lugar y la conservación de la identidad del sector, y permite 'un mayor realce a la comunidad'.

Y es que este sector tiene el único cementerio con este tipo de declaración en la Región y a nivel nacional es uno de los 15 cementerios que cuenta con dicho reconocimiento.

Desde el Consejo de Monumentos Nacionales detallaron que entre los factores que influyeron para acceder a esta declaratoria, se cuenta en primer lugar que el cementerio de Forrahue es testimonio material del ancestral asentamiento de la cultura huilliche. Su ubicación, en una planicie elevada, responde a una cosmovisión que le otorga a los antepasados un rol tutelar de alto simbolismo.

La disposición de los cuerpos enterrados tiene una orientación este a oeste, en concordancia con la cosmovisión mapuche, que ordena el espacio de acuerdo a la salida y puesta del sol.

Y por último, porque el cementerio es un espacio de memoria y conmemoración de la 'Matanza de Forrahue', ocurrida en 1912, que costó la vida de 15 personas y dejó una decena de heridos, producto de un conflicto de tierras luego del proceso de regularización de 1887. Y porque en este lugar se encuentran sepultados los sobrevivientes de la tragedia, familiares y descendientes de las víctimas.

Contar con esta declaratoria implica que el Estado ha decidido preservar este espacio mediante la categoría jurídica de Monumento Nacional; en definitiva, entrega la tuición sobre éste (no la propiedad) al Estado, a través del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), lo que implica que cada intervención en el cementerio debe ser previa autorización de dicho organismo, entendiendo eso sí que el camposanto sigue funcionando.

Para la dirigente vecinal, esta declaratoria es una alternativa de mejoramiento del campo santo, ya que asegura que con esto 'vamos a tener más posibilidades de acceder a proyectos para el hermoseamiento del lugar, porque muchas personas son de escasos recursos y no pueden restaurar las tumbas de sus familiares'.

En el cementerio nuevo hay cerca de 89 sepulturas y 60 en el más antiguo, pero en éste último hay muchos espacios donde no existen rastros de sepultura porque con el pasar de los años y la escasa mantención se han deteriorado.

proyecto turístico

Otra de las alternativas que se están vislumbrando a partir de ahora es la creación de algún circuito turístico donde estos dos cementerios sean un punto fuerte de turismo de intereses especiales.

En el cementerio antiguo -que data desde 1890- hay dos personas que sobrevivieron a la matanza de Forrahue. Manuel Nilian y María Micaela Marrian. Pese a que sus sepulturas están en estado de abandono, el panteonero, Ramón Guaitro y la dirigente Elizabeth Acum, recuerdan los lugares y nombre de cada uno de ellos.

En el cementerio nuevo, en tanto, hay dos kinches (médicos) que vivieron en el sector: Florinda Nilian y su hijo Lorenzo Huilitraro; la primera era componedora de huesos, partera, y daba yerbas medicinales para calmar las dolencias de sus pacientes; y el segundo era componedor de huesos.

Parte de estos personajes y sus historias se quieren destacar en algún proyecto turístico que se debe trabajar con calma a través de una comisión que se formó recién hace unos meses.

'Al momento de tener esta declaración, las expectativas se van ampliando', comenta la dirigente social.

reglamento

Otra de las acciones que se están haciendo en estos cementerios, es un trabajo adicional para ordenar las dependencias donde descansan los habitantes de cinco sectores: Forrahue, Puaucho, Trosco, Bellavista, Pichilcura; e incluso Osorno.

El panteonero Ramón Guaitro se preocupó que existiera un reglamento interno, el que establece la posición de las tumbas, las cuales tienen que estar mirando hacia el sol como lo establecen las costumbres indígenas.

Las sepulturas deberán ser con marcos de madera, fierro o casita de madera con diseños variados. Tampoco se permite marcar sepulturas a personas que deseen asegurarse con un espacio de terreno.

No deben construirse monumentos ni bóvedas por el hecho de ser un cementerio indígena. En el caso que los dueños de las sepulturas insistan en hacer monumentos, deberán cancelar un monto de $600 mil por un monumento doble y $300 mil por uno simple.

Además se establece que se debe fomentar la arquitectura huilliche, el orden y el cuidado de las calles que se proyectan construir dentro del cementerio con nombres de los difuntos que hayan tenido relevancia histórica dentro de la comunidad, para que exista una indicación más clara de la ubicación de las tumbas.

El memorial que tiene el cementerio antiguo en recuerdo de los 15 muertos en la Matanza de Forrahue, también recuerda otros muertos y desaparecidos por el conflicto. Estos últimos son 27 personas, según relata Elizabeth, uno de ellos es su tío abuelo.

El Consejo de Monumentos Nacionales está al tanto de esta situación, ya que hace un año la comunidad hizo la solicitud para la recuperación de estos cuerpos, los cuales se estima podrían estar en fosas comunes del Cementerio Católico de Osorno.

'Nuestra intención es traer, aunque sea un poco de tierra desde Osorno hasta acá, para darle una sepultura a toda la gente que está desaparecida. Pero la antropóloga que está encargada del tema aún no tienen ningún documento que señale si se encontraron o no los restos', comenta Elizabeth, quien anhela que ojalá dentro de este año se puedan recuperar los cuerpos de estas personas.

'Vamos a tener más posibilidades de acceder a proyectos para el hermoseamiento, porque muchas personas son de escasos recursos y no pueden restaurar las tumbas de sus familiares'.

9 de abril de 2014

15 cementerios