Investigan venta de terrenos y arriendo de casas en campamento
polémica. Un dirigente del asentamiento Puerto Aravena, en Ovejería, fue amenazado de muerte luego de descubrir al dueño de una mediagua arrendándola con compromiso de venta a una familia. A este caso se suman otras cinco denuncias efectuadas en el municipio, por arriendo de terrenos para la instalación de viviendas en distintos campamentos.
En un millón 200 mil pesos era comercializada hasta hace unos días una mediagua y el terreno en el que se emplaza en el campamento Puerto Aravena, ubicado en el sector de Ovejería, situación que fue denunciada por el dirigente social del asentamiento, Rolando Delgado.
Debido a que el representante de los vecinos hizo público el hecho, el dueño de la vivienda social lo habría amenazado de muerte, agresión por la que dejó una constancia en Carabineros.
Según datos entregados por la Dirección Regional del Programa de Campamentos, la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) de la Municipalidad de Osorno y el Ministerio Público, este es el primer caso de una amenaza de muerte a un dirigente por dejar al descubierto el uso indebido de terrenos y viviendas en campamentos.
Fenómeno que se repite
Incluso, esta situación irregular ya se habría detectado en otros sectores de la ciudad. Por ello, el municipio local a través de la Dideco mantiene vigente una investigación por otros cinco casos similares denunciados el año pasado.
En paralelo, han recibido denuncias informales durante el presente año, fenómeno que mantiene en alerta tanto al personal del municipio local como de los diferentes programas involucrados en la ayuda que se entrega a los campamentos.
El incidente que dejó en evidencia el lucro en los campamentos se registró la mañana del miércoles, cuando el dirigente Rolando Delgado fue encarado por el dueño de una mediagua del Puerto Aravena.
El dirigente le solicitó al propietario que le explique por qué tenía arrendada la vivienda desde hace más de un año. Además, habría expresado su intención de venderla junto al terreno donde se ubica por un millón 200 mil pesos.
Al verse descubierto, el hombre amenazó a Delgado diciéndole que si ponía un pie en su propiedad, lo mataría, de acuerdo al relato expresado por el afectado.
líder y compromiso
La situación fue denunciada a Carabineros, quienes notificaron la agresión verbal al Ministerio Público, iniciándose un proceso de investigación.
La fiscal jefe del Ministerio Público, María Angélica de Miguel, señaló que la denuncia fue acogida y que se inició la investigación correspondiente. Confirmó que es el primer caso que ingresa a la Fiscalía por amenazas a un dirigente por denunciar malas prácticas.
Rolando Delgado vive hace más de 16 años en el Puerto Aravena, siendo uno de los fundadores del asentamiento que alberga a 60 familias. Es conocido por el esfuerzo con el que ha criado sólo a sus dos hijos, de hecho, el año pasado fue beneficiado por el programa Yo emprendo Semilla Campamento.
Además, Delgado ha encabezado junto a los dirigentes de los campamentos Caipulli y Ferroviario las acciones para lograr que las familias obtengan su casa propia.
En ese contexto, el año 2010 firmaron un compromiso con el Programa Campamentos -dependiente del Ministerio de Vivienda y Urbanismo-, el municipio y la Gobernación donde se estipulaba que los tres campamentos (además de Caipulli y Ferroviario) no podían incrementar el número de familias ni viviendas. Además, se prohibía el arriendo o venta de los terrenos, ya que son tomas ilegales.
El dirigente explicó que la vivienda, que actualmente es arrendada, fue construida hace más de tres años por el hombre de 40 años y conductor de un taxicolectivo, con quien nunca tuvo algún problema anterior al altercado.
'Yo me enteré en una reunión entre los dirigentes de los tres campamentos, cuando fui a su casa para conversar el tema y con sorpresa descubrí que vivía otra familia y que arrendaban la vivienda', explicó el dirigente.
Agregó que mientras conversaba con la familia compuesta por un matrimonio y dos hijos se enteró que ellos llegaron en marzo de este año a vivir al lugar. Incluso, que mantenían un contrato de palabra con el dueño, que había fijado un arriendo de $55 mil mensuales y la cancelación de un mes de garantía.
Se sumaba al negocio la opción de mantener en la precaria vivienda dos camas, una cocina a gas y un sillón. Además de la posibilidad de adquirir la mediagua y el terreno por un millón 200 mil pesos.
'Cómo vas a vender un terreno que no es tuyo. Somos un asentamiento irregular en un terreno de Bienes Nacionales. Además, la vivienda no debe costar más de 150 mil pesos, es una estafa por donde lo mires', reflexionó Delgado.
La principal preocupación del dirigente social es que este tipo de situaciones no se repitan. 'Yo sólo le expliqué que esas cosas no están permitidas y le recordé que él conocía muy bien las reglas, pero nunca imaginé verme enfrentado a esto', agregó respecto a la amenaza de muerte.
Lucro y matonaje
Alicia Marín, dirigenta del campamento Caipulli, le prestó todo su apoyo a Rolando Delgado en este proceso para evitar que dichas anomalías se repitan en los otros asentamientos.
'Sabemos que en otros campamentos se arriendan sitios o casas, pero la gente le da miedo denunciar y nosotros sólo escuchamos el rumor. Lo que le ocurrió a Rolando es el reflejo de lo complejo que es ser dirigente en un campamento. Muchas veces estamos solos y sin respaldo', explicó Marín.
Daniel Hasse, jefe regional del Programa de Campamentos del Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu), señaló que es la primera vez que ocurre una situación como la que enfrenta el dirigente del Puerto Aravena.
Agregó que las malas prácticas con los terrenos en los campamentos es una situación que se conoce por comentarios, pero que denuncias formales no se han recibido.
'Lucrar con la necesidad ajena es absolutamente reprochable, pero mientras las personas no realicen denuncias formales, es muy difícil que se puedan tomar medidas', explicó Hasse.
El Programa Campamentos del Serviu mantiene empadronado 10 campamentos de la ciudad, con un total de 430 familias. Explicó que efectivamente existen acuerdos firmados y que los dirigentes hacen grandes esfuerzos por cumplirlos.
'Ellos no deben exponerse o arriesgarse, lo mejor es denunciar a organismos pertinentes. Creemos que la gente no denuncia porque existen miedos asociados a no tener dónde vivir, a represalias posteriores. Lo mejor es la erradicación definitiva de los campamentos', explicó el director.
Juan Luis Añazco, jefe de la Dideco, señaló que el año pasado recibieron cinco denuncias por el mal uso de terrenos en campamentos, específicamente al cobro por arriendo para instalar mediaguas.
Explicó que de acuerdo a los antecedentes recopilados, los valores por concepto de arriendo de mediaguas y uso de terreno fluctúan entre los 45 y 80 mil pesos.
'La gente tiene miedo de hacer denuncias de forma oficial. No voy a generalizar, pero la solidaridad entre las personas de alta vulnerabilidad es mínima', señaló Añazco.
Agregó que las personas que realizan este tipo de prácticas arriesgan graves sanciones, ya que están lucrando con terrenos que son municipales.
Venta de Ayuda
En paralelo, el municipio además investiga la venta de la ayuda recibida por los habitantes de los campamentos a raíz del temporal que afectó la zona los primeros 15 días de junio.
La denuncia fue formulada por dirigentes de juntas de vecinos, quienes descubrieron que algunas personas e incluso dirigentes de campamentos comercializaban principalmente materiales de construcción, los que fueron entregados para realizar las mejoras a las viviendas afectadas y sacos de carbón.
'Es una lástima que estas prácticas ocurran, pero la investigación tendrá resultados para sancionar a los responsables que aprovechan situaciones de ayuda y perjudican a todo un grupo humano', dijo.
'La gente tiene miedo de hacer denuncias de forma oficial. No voy a generalizar, pero la solidaridad entre las personas de alta vulnerabilidad es mínima'.
2.232 personas
'Mientras que las personas no realicen denuncias formales, es muy difícil que se puedan tomar medidas'.
$55 mil pesos
Cinco denuncias