El reventón de neumáticos, destrucción de las bandejas, llantas, tubos de escape y parabrisas, están entre los principales daños en vehículos que han caído al más de centenar de baches existentes en las rutas de la provincia de Osorno. Una de las vías con mayores problemas en la actualidad es la Ruta Internacional 215.
Una cantidad importante de vientres se está faenando en plantas industriales, lo que está trayendo como consecuencia la disminución de la masa ganadera de la zona, porque el negocio del ternero no es rentable para el productor. Así lo dio a conocer el vicepresidente de Sago, Germán Hott, quien mostró su inquietud por la pérdida de la genética.
Un llamado a reforzar los cuidados y vigilancia de los menores, ante la alerta generado por la aparición de casos de virus sincicial en zonas como Osorno, es el que han realizado las autoridades nacionales de salud. Este virus es una de las causas frecuentes de infección en el sistema respiratorio y durante las últimas semanas ya ha sido detectada su presencia.
Es usual que en invierno se registre un aumento de esas enfermedades, lo que hace que se incrementen las consultas. Se presenta durante brotes que aparecen y los principales afectados son los menores de dos años. Las autoridades han señalado que entre los síntomas más severos está la obstrucción de las vías respiratorias, por lo que en muchos casos se requiere una hospitalización.
Además, se debe tener en cuenta que la fiebre es uno de los factores que permite su detección, por lo que los padres no deben esperar para llevar al niño a un diagnóstico. Han expresado que es necesario prevenir con mayores cuidados y realizar controles ante los síntomas como quejidos, respiración rápida y pérdida de apetito.
Algunas recomendaciones para evitar el contagio son el uso de mascarillas y el lavado de manos frecuente, así como evitar aquellos lugares concurridos, cerrados y con mala ventilación, en especial en momentos en que el nivel de contagio alcanza su peak.
Entre las enfermedades respiratorias, el virus sincicial es el que ha incrementado en mayor medida el número de consultas y la tasa de hospitalización.
Sin duda que -siguiendo la evidencia internacional reflejada en varios estudios de reciente data- el tema de las enfermedades respiratorias se ve intensificado en ciudades como Osorno, debido al alto grado de contaminación del aire que se registra en algunos días.
Una situación que no es exclusiva de nuestro centro urbano -pues también se observa con fuerza en otros puntos como Chillán, Temuco y Valdivia- pero que no por eso resulta menos importante ni necesaria de abordar.
El tren rápido está normalizando su horario de llegada, después de las demoras considerables que trajeron como consecuencia los daños producidos en los puentes del tendido ferroviario, a raíz de los temporales que afectaron la zona central. Así lo informó el jefe de la estación local, Dagoberto Tiznado.
Los días 11 y 12 de junio se realizó en la ciudad argentina de Bariloche un encuentro que reunió a profesores y estudiantes de diversas universidades para conversar sobre las coyunturas históricas que acercan y alejan a osorninos y barilochenses. Interesante fue notar el desconocimiento por la provincia, sostenido por la historia nacionalista argentina y la desidia chilena.
Cuando se proponen mejoras en la integración territorial entre ambas franjas cordilleranas, vale cuestionarse si además de productos y servicios se piensa en integrar nuestras sociedades y culturas. Bariloche vive en la actualidad una fractura urbana, entre antiguos y nuevos pobladores, entre habitantes del centro de la ciudad y la periferia. Este fraccionamiento urbano se ha convertido en la principal problemática del gobierno local, al no poder sostener una identidad turística potente con un marco social tan débil, que no reconoce el pasado de la ciudad y establece futuros divergentes e inclusive contrapuestos.
En respuesta a su fraccionamiento urbano, hoy desde Bariloche miran a Osorno como una opción para comprender su pasado y esperan rescatar para sí parte de la impronta identitaria que tienen las ciudades del sur chileno. Pero es necesario preguntarnos si estamos a la altura de las expectativas de nuestros vecinos o, al igual que ellos, nos vemos enfrentados a un fraccionamiento social tan profundo que nos impide proponer modelos consensuados de futuro para la ciudad y la provincia.
En momentos de algarabía deportiva o económica corresponde interrogarnos, sobre los motivos que nos unen y entregan alegrías compartidas y cómo hemos de utilizar esos escasos instantes para establecer los cimientos de un proyecto compartido. Consultarnos sobre qué es la cultura osornina, y sus diversas expresiones urbanas y rurales, debería ser un puntal de nuestra ruta para integrarnos con las sociedades transcordilleranas. Una indefinición en este punto terminaría por reducir la integración a elementos materiales y a profundizar la arraigada ignorancia sobre la cultura del otro; y si continuamos esa ruta, terminaremos por tener como único elemento de muestra un cascarón de virtuoso pasado que a todas luces es vacío y no representa a ningún habitante.