Secciones

Mujeres cuentan cómo superaron episodios de violencia intrafamiliar

Sociedad. Las osorninas Carmen Gloria Oyarzo y Susana Rivera fueron víctimas de agresiones físicas, sicológicas o verbales durante años por parte de sus maridos. Aseguran que la mayor parte de las mujeres que pasan por lo mismo no escapan del círculo de violencia debido a factores como la vergüenza o la dependencia económica.

E-mail Compartir

Antes de casarse en la década del '90, Carmen Gloria Oyarzo alcanzó a pololear cerca de seis meses junto al que hasta hace un tiempo era su esposo. Si bien reconoce que antes de irse a vivir juntos jamás vio en él un signo que le advirtiera lo que estaría por venir, las cosas comenzaron mal para ella, a sólo días de haberse casado.

'Apenas llevábamos unos días de habernos ido a vivir juntos, él se puso violento conmigo y me golpeó por primera vez. Recuerdo que todo comenzó por una discusión donde estaba involucrado el tema de los celos y donde él me había engañado a vista y paciencia mía', dice Carmen.

Hoy Carmen tiene 51 años y por cerca de dos décadas soportó reiteradamente una y otra vez la violencia que no sólo se basó en lo físico, sino también en lo sicológico y verbal. Hace dos años se separó de su marido agresor.

'Cuando una mujer resiste el abuso de manera reiterada, forma parte de lo que se denomina una sociedad patriarcal. Es parte de una formación que se da desde la primera infancia, donde la resolución de conflictos se realiza por medio de la violencia y no del diálogo', señala Rocío Antezana Sánchez, directora del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam) de Los Lagos, quien además explica que son varios los factores que gatillan que una mujer sea capaz de soportar de forma reiterada y constante abusos y violencia por parte de su pareja.

Entre ellos, hay factores que tienen relación con la dependencia económica, el ámbito social o el 'qué dirán', además del temor de lo que pueda suceder con los hijos y la disgregación de la familia.

Dichas razones son sustentadas por la experiencia de Carmen Gloria, que no hace sino reafirmar estos conceptos.

'Transcurrido un tiempo de estos abusos, finalmente yo me dejaba golpear. Influía mucho, en todo esto, la parte económica. Él se encargaba de traer y administrar de manera absoluta los ingresos que llegaban a la casa, incluso recursos que eran míos. Por eso no reaccionaba, no sabía qué es lo que iba a hacer sin su soporte económico', indicó, agregando que comparten unas hijas que nacieron con una enfermedad que les provoca un retraso intelectual y que deben ser atendidas casi como si fueran bebés, a pesar de tener en la actualidad 18 años.

El factor social o familiar fueron argumentos que dice haber utilizado Carmen Gloria como excusa para no dar a conocer lo que ocurría dentro de los muros de su casa, donde la vergüenza de admitir que su matrimonio había fracasado y que además era víctima constante de golpes, era más fuerte.

'Nunca tuve el valor de admitirle a mi madre el fracaso que estaba viviendo. Sobre todo porque ella me había advertido en varias ocasiones que no me casara con él. Todo el mundo juraba que éramos una hermosa pareja, pero ésta era sólo una apariencia que manteníamos tanto él como yo', relata.

Un hecho reciente de violencia intrafamiliar se registró en la comuna de Purranque, donde Sonia Alvarado Messer, de 49 años, fue acuchillada por su pareja la noche del jueves pasado al interior de su casa. Se trata, también, de un caso de agresiones constante, con 11 episodios de violencia previos.

El hecho más grave, eso sí, ocurrió la noche del sábado en un predio cerca de Osorno, donde José Flores mató a Gloría Saldías de dos estacadas. (Ver página 4).

Aunque la violencia física es uno de los principales elementos por los cuales se mide el abuso contra la mujer, también existen otros tipos de intimidación contra el género, entre los que se encuentra la violencia sicológica, donde el agresor por medio de ataques verbales y presión emocional humilla a su víctima. Lo mismo sucede con la violencia verbal, que aunque no arroja secuelas físicas, genera daños a nivel emocional.

De esto puede dar cuenta Susana Rivera Troncoso, presidenta de la Agrupación de Autoayuda de Osorno, quien trabaja paralelamente a la labor que desarrolla el Servicio Nacional de la Mujer (Sernam).

Susana señala que aunque nunca sufrió episodios como los experimentados por aquellas mujeres que actualmente están siendo agredidas en sus hogares, sí se dio cuenta que existen otros tipos de violencia, como la verbal.

'Afortunadamente nunca experimenté violencia física, aunque sí agresiones verbales y gracias a ello pude darme cuenta que hay mujeres que viven en una condición terrible', dice Rivera.

Por ello, una de las iniciativas que decidió tomar fue crear hace 5 años una agrupación donde pudiera aportar con su trabajo a la rehabilitación que realiza el Sernam.

'Lo que siempre pretendí fue ayudar a aquellas mujeres que han pasado por experiencias terribles. Por ello, en nuestra agrupación contamos con una serie de actividades y servicios que ayudan a encontrar los caminos adecuados para que nuestras mujeres se pueda independizar de la situación que están viviendo. La ayuda existe y nosotros pretendemos orientarlas para que puedan acceder a las herramientas que les ayuden a salir del lugar en el que se encuentran', dice Rivera.

Actualmente, la agrupación cuenta con 14 miembros estables, pero tal como dice la directiva de esta asociación, son varias las mujeres que con el tiempo han logrado 'sanarse' de sus vivencias y han logrado rehacer su vida.

'Estas mujeres han logrado salir por sí mismas e independizarse muchas veces junto a sus hijos; y aunque tengan que vivir en una pieza humilde o mientras puedan echarse algo a la boca, ya pueden brindar una mejor calidad de vida a ellas mismas o a sus hijos, ya que ello no sólo se basa sólo en lo económico, sino también en lo sicológico y en la paz que puedan obtener', señaló.

Aunque como afirma Susana, son muchas a través de los años que recaen y vuelven junto a sus parejas, más que nada, por el tema económico.

Según señala la directora del Sernam en Los Lagos, Rocío Antezana, año a año se registra en nuestra zona y en el país un aumento de denuncias de violencia contra la mujer, aunque no todas éstas llegan a canalizarse hasta la institución que dirige en la zona.

Por lo mismo, según explica la personera, el Sernam realiza esfuerzos mediante una serie de campañas, a modo de sensibilizar a la población para que llegue a concretar este tipo de denuncias.

'Existe un gran número de denuncias de este tipo de delitos en el seno de Carabineros, pero muchas de ellas finalmente no llegan hasta el Sernam, donde podemos entregarles la ayuda y las herramientas necesarias para que puedan abandonar esta realidad', señala Antezana.

Y justamente fue Carmen Gloria Oyarzo, una de aquellas mujeres que mediante la voluntad de detener la agresión logró cambiar el rumbo de su vida.

'Ahora soy libre de realizar las actividades que siempre desee hacer. Puedo caminar tranquila y orgullosa de lo que soy y de lo que no fui durante aquellos años de abusos por parte de mi ex marido', dice mientras sonríe y se ve un brillo en sus ojos.

2.148 casos

'Nunca tuve el valor de admitirle a mi madre el fracaso que estaba viviendo. Sobre todo porque ella me había advertido en varias ocasiones que no me casara con él'.

'Las denuncias por violencia aumentan cada año, pero no todas se canalizan al Sernam'.

14 socias

20 años

Carabineros No todas las denuncias realizadas en la institución terminan con la rehabilitación de las mujeres agredidas.