Ya habían tocado las mismas canciones un centenar de veces, sin embargo nunca nadie, además del profesor, había podido escuchar sus melodías. Por eso los rostros de los pequeños Felipe Núñez, Esperanza Aguilar y Antonia Elgueta eran de total nerviosismo antes de entrar en escena y deslumbrar al público que llegó hasta el concierto de la Orquesta de Cuerdas Frotadas en la Corporación Cultural, donde tuvieron su primera presentación artística para mostrar lo aprendido con el violín.
Esperanza de 6 años, que estudia en la Escuela México, fue una de las pequeñas violinistas que asombró con su talento. 'Este año comencé a tocar y me gusta porque suena bonito. Mis papás me dicen que tengo que estudiar y que me tiene que ir bien en la escuela para seguir tocando'.
En el caso de Felipe de 7 años de edad, quien estudia en el Green Park de Francke, hace más de un año que está practicando el violín motivado principalmente por sus padres, quienes son amantes de la música. 'Me gusta el sonido del violín, por eso quise aprender a tocarlo. Cuando grande quiero ser profesor de violín', dijo el pequeño.
Su madre, Elizabeth Bustamante dijo que 'mi hija mayor comenzó a tocar el violín y Felipe se entusiasmó. Los fines de semana ensayan juntos'.
Otro de los mini violinistas es la pequeña Antonia Elgueta de 6 años, alumna del Colegio Santa Marta, quien dijo que lleva meses aprendiendo y que fue gracias a sus padres que se motivó a tocar.
'A mis papás les gusta que toque. Es difícil tocar pero estoy aprendiendo. Cuesta poner los dedos', dijo la niña, previa a la presentación donde también mostró todo lo que ha aprendido desde que comenzó a tocar el violín.
Los dos pequeños pertenecen al nivel llamado Apresto, donde trabajan en posturas y en los primeros acordes para luego continuar en los niveles Básico, Medio y Avanzado, quienes también se presentaron en la cita del jueves ante unas 200 personas en el Salón Ventanal del Centro Cultural.
Tocaron desde cánones para quienes están comenzando hasta piezas más complejas como 'Las cuatro estaciones' de Vivaldi, entre otros.
El director de la Escuela de Orquesta de Cuerdas Frotadas, Rodolfo Matamala, comentó que hace unos tres años comenzó a desarrollarse este proyecto artístico con muy buenos resultados debido a que existen grandes talentos en la ciudad, con los que están trabajando para convertirlos en grandes músicos.
'En este tiempo hemos dividido la enseñanza en tres bloques que se dividen en el avance de cada uno. La presentación que hicimos es gran parte de lo que han aprendido los alumnos', destacó Matamala, que apuntó que los niños ensayan dos veces por semana.
Son más de 70 los niños de diferentes edades y establecimientos educacionales, quienes interpretan música en violín, viola y violoncelo y que está a cargo de tres profesores de música.
El semillero quiere convertirse en la cuna de nuevos referentes de la música clásica.
Tres
70
'En la presentación abarcamos gran parte de lo que han aprendido los pequeños artistas'.