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Catorce escuelas cambian sistemas de calefacción para disminuir emisiones

recambio. Los establecimientos educacionales dejaron las calderas a leña por el petróleo y gas. Mientras, se estudia instalar un sistema más limpio de pellet o solar en la Ana Aichele.

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De los 42 establecimientos educacionales municipales de la comuna de Osorno, 14 de ellos cambiaron su sistema de calefacción a petróleo o gas para, entre otros beneficios, mejorar la calidad del aire en la ciudad.

Marianela Huenchor, directora (s) del Departamento de Administración de Educación Municipal (Daem) explicó que el recambio se ha realizado de forma gradual los últimos cinco años y que, por lo mismo, constantemente se evalúa la modificación para el resto de los establecimientos.

'Nosotros nos hemos ido reconvirtiendo poco a poco, porque es un proceso que requiere gran inversión, por eso no se puede hacer de un día para otro', comentó la encarga municipal.

La funcionaria detalló que de los 14 establecimientos que han dejado la leña, 11 se convirtieron al petróleo y tres utilizan el sistema a gas. Además, existen otros seis recintos que usan combustión dual: petróleo y leña.

Incluso, se está estudiando la posibilidad de cambiar el sistema de calefacción en la Escuela Diferencial Ana Aichele, a un sistema de energía más limpio como el pellet o paneles solares. 'Estamos estudiando un plan piloto para ese establecimiento', explicó Huenchor.

caso

Entre los últimos establecimientos que han realizado el cambio se cuenta la Escuela Leonila Folch, en el año 2011. Su director Oscar Oyarzún, explicó que los beneficios han sido innumerables.

'Es mucho mejor, porque es más fácil y limpio para el establecimiento. Ni los profesores ni auxiliares tienen que andar haciendo fuego, porque ahora uno aprieta el botón y se enciende nada más', sostuvo Oyarzún.

Según estiman desde el Daem, el costo de recambio de una caldera o estufas a leña por un aparato a petróleo, como el de la Escuela Leonila Folch, asciende a $25 millones. 'Obviamente depende de los metros cuadrados del recinto y la cantidad de radiadores que se instalen', sostuvo Huenchor, aunque explicó que es un valor referencial.

El director de la Leonila Folch contó que una vez al mes se llena el estanque con mil litros de combustible, carga que alcanza para todas las jornadas académicas que comienzan a las 8 de la mañana hasta las 14 horas y luego de 16 hasta finalizar la jornada escolar que varía entre las 17 y 18 horas.

'Es muy cómodo y el calor es más estable que cuando teníamos estufas en cada sala, porque la leña a veces salía mala y no calentaba nada o todo lo contrario. Ahora todos los niños están calefaccionados', apuntó Oyarzún.

costos

Si bien los costos entre los sistemas de calefacción son variados y dependen de las características de cada aparato y recinto, la administración municipal de educación aseguró que vale la pena gastar.

En cuanto al mantenimiento mensual durante otoño e invierno, la directora del Daem sostuvo que 'aunque el valor subió un poco, no es tanto porque con las estufas a leña hay otros costos asociados que no se contabilizan con el petróleo, como por ejemplo se evita la limpieza de cañones o el trozado de la leña'.

La inversión para la compra de leña en los establecimientos asciende a los $500 mil mensuales, mientras que aquellos en los que hay calderas a petróleo el valor asciende a los $690 mil para la compra de combustible.

'Hay que predicar con el ejemplo, porque si queremos una ciudad limpia para nuestros niños, es importante que ellos vean que se hacen cosas en sus escuelas al respecto', enfatizó el director.

Como todo producto nuevo, los encargados de utilizar los aparatos enfrentan algunas dificultades.

'Creo que el único problema que tuvimos fue el año pasado cuando de un momento a otro la caldera se apagó y estuvimos casi una semana sin calefacción. Y es que en Osorno no hay gente que sepa arreglar estos aparatos, así que tuvimos que esperar que viniera la misma persona que lo instaló', precisó Oscar Oyarzún.

Otro inconveniente que podrían enfrentar son los cortes de luz, ya que el motor de la caldera funciona a través de una fuente eléctrica.

$500 mil debe cancelar el municipio mensualmente para la compra de leña por cada establecimiento de la comuna.

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