Aborto: crimen deliberado
Me parece una contradicción espantosa que en una nación que se ha sensibilizado en estos últimos años en los Derechos Humanos, los crímenes pasados se persiguen y se juzgan, no obstante los derechos del no nacido se violan, no se respetan y se justifica su muerte.
El nonato es un ser que no puede defenderse. Ufanarse de haber abolido la pena de muerte, porque la justicia humana puede errar y no le da oportunidad para rehabilitarse, inclusive en casos de asesinato, pedofilia, terrorismo, se respeta el derecho a vivir, porque sólo Dios da la vida y la quita. Pero no se tenga piedad de un ser vivo que crece al interior del vientre materno es el fruto de la deshumanización.
Las Escrituras dicen : '…Dios aborrece las manos derramadoras de sangre inocente' Proverbios 6:16-19.
En el caso de violación empatizamos con ese dolor, pero es una vida totalmente independiente, y un aborto en esas circunstancias es un asesinato en igual manera.
Aquí el Estado tiene que entrar en acción, proveer ayuda psicológica y económica en un acompañamiento no sólo durante los nueve meses, hay que ofrecerle un apoyo integral, y ofrecerlo en adopción sería una mejor decisión.
Cuando la salud de la madre está en riesgo, los esfuerzos médicos son encomiables y no se registran interrupciones de embarazos por esta razones, como lo dijera el Dr. Francisco Oyarzún de la Universidad Católica, presidente de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología. Por eso legislar por esta razón es absurdo.
También está el caso cuando el feto no es viable y no es posible el desarrollo de un niño normal: por ejemplo cuando viene sin cerebro, sin un pulmón o alguna otra malformación, aún en esos casos es mejor que la madre tenga la satisfacción de darlo a luz y de cuidarlo, aunque sea por un corto tiempo, eso le permitirá tener luto y la resignación y el consuelo será mucho mejor.
Matar esa criatura genera un profundo sentimiento de culpa.