'Dos de los héroes osorninos de la Guerra del Pacífico tuvieron un justo homenaje y reconocimiento. No los podemos olvidar jamás, porque están presentes en las páginas de la historia nacional y su corazón osornino sigue vigente en nuestras consciencias'.
Así lo resumió Carlos Fuentes, integrante del Grupo de Amigos del Regimiento Reforzado Número 9 Arauco, al concluir ayer el homenaje que rindieron los militares locales al comandante Eleuterio Ramírez y al niño corneta José Galvarino Ávila, cuyos monumentos están en calle O'Higgins en la plaza de Armas y plazuela Yungay, respectivamente.
Fuentes, profundo estudioso y conocedor de la historia local y chilena, comentó que 'Osorno bajo ningún punto de vista debe olvidar a dos de los héroes que participaron en las batallas y episodios que marcaron la Guerra del Pacífico a fines del siglo XIX. Cada hijo de esta tierra y turistas deben conocer nuestra historia y la participación que ellos tuvieron en el conflicto bélico con Perú y Bolivia'.
En el acto, una delegación de soldados del Arauco vistió el uniforme de los militares chilenos en la Guerra del Pacífico, detalle que puso la emotividad a la actividad y llamó la atención de los asistentes y personas que al mediodía pasaban por ambas plazas.
La conmemoración a los osorninos Eleuterio Ramírez Molina (cuyos restos descansan en una cripta instalada en el patio de honor del Regimiento Aconcagua en Valparaíso) y del adolescente soldado José Galvarino Ávila surgió en el marco del programa de celebración del Día de la Infantería del Ejército, Asalto y Toma del Morro de Arica, hecho bélico ocurrido el 7 de junio de 1880.
La comitiva castrense celebró la primera ceremonia cívico militar a los pies del monumento del comandante Eleuterio Ramírez (instalado en 1927 en plaza de Armas), donde una delegación de oficiales, soldados y la Banda Instrumental de la unidad militar local, al mando del teniente coronel Patricio Carrasco, depositó una ofrenda floral en recuerdo al héroe local.
Minutos más tarde, un acto similar se realizó frente a la placa recordatoria que lleva el nombre de José Galvarino Ávila en la plazuela Yungay, cuya estructura fue instalada con aportes reunidos por estudiantes osorninos en 1958. De hecho, la ciudad no le rendía un homenaje a ambos héroes desde aquel año.
Los soldados del Regimiento Arauco vestidos como 'veteranos del '79', como también se les llama en los libros de historia a quienes pelearon en la Guerra del Pacífico, hicieron guardia de honor a los monumentos mientras se desarrollaban ambas ceremonias, lo que llenó de singularidad la conmemoración.