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La mitad de los damnificados de campamentos volvió a sus casas

inundación. Más de treinta habitantes de asentamientos Caipulli y Puerto Aravena en Osorno permanecerán hasta hoy en el albergue de la Escuela Lago Rupanco. Los afectados requieren más carbón para secar sus modestos hogares.

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Ariel Silva (34 años) caminaba la tarde de ayer junto a sus hijos Bastián y Tania, de 8 y 6 años, y su esposa Mónica Quintul.

La familia, que reside en el campamento Caipulli de Ovejería, regresaba al albergue que funciona en la Escuela Lago Rupanco, luego de ordenar e intentar limpiar su modesta vivienda que se vio afectada por la inundación de agua tras el desborde del río Rahue.

La pareja forma parte de las más de 30 personas que aún siguen en el albergue, ya que la otra mitad de los afectados por las inundaciones regresó a sus casas en el campamento Caipulli, a orillas del camino viejo a Río Negro.

El grito de Paola Carrasco, dirigenta de los vecinos de Caipulli, interrumpió el desplazamiento de Ariel Silva al albergue. Ella divulgó la noticia que desde la empresa Skretting llegaría un camión con palet de madera como aporte, por lo cual requería la presencia de hombres para ayudar a descargar.

'Es el segundo aporte que nos hace esta empresa. Primero nos regalaron 35 sacos de carbón para deshumedecer las casas que resultaron inundadas y calefaccionar los inmuebles de las familias que dejaron el albergue', expresó la dirigenta.

Ayer, las 37 familias del campamento Caipulli (60 adultos y 35 niños) comenzaron a recibir los aportes de particulares y de las autoridades de Gobierno, que en parte les ayudarán a mitigar lo que han sufrido desde la madrugada del martes 3 de junio, cuando se desbordó el río Rahue a raíz de las intensas lluvias que cayeron el domingo y lunes en la Región.

No obstante, quienes han vuelto a sus casas ya constataron los daños que dejó el agua. Así lo indicó Angélica Almonacid, quien deberá sanitizar por completo su vivienda, tras quedar llena de agua y barro.

'El agua no sólo dañó mis pertenencias, también causó una falla en el medidor de luz y con ello se dañaron mis artefactos eléctricos. Perdí muchas de mis cosas', expresó la mujer, quien durante la semana trabaja realizando aseo en casas particulares.

Angélica Almonacid, al igual que otros vecinos del campamento Caipulli, manifestó su malestar por la entrega de ayuda para calefaccionar sus hogares.

'El municipio nos entregó una bolsa de carbón de tres kilos por casa, que es la ayuda de la Onemi. Nosotros pedimos un saco, pero no con tan poco carbón. Por suerte una empresa nos entregó sacos más grandes', dijo la mujer.

Mónica Quintul (33 años) espera durante la jornada de hoy comenzar a limpiar su casa, la cual resultó inundada. La mujer señaló que la ayuda que le entregó Onemi es insuficiente. Detalla que recibió cloro, cuatro planchas de zinc y una pequeña bolsa de carbón.

'Al parecer creen que con ese aporte de carbón vamos a secar nuestras casas. Lo encuentro una falta de respeto. Tengo niños chicos y por suerte hay personas solidarias que nos aportaron sacos grandes', enfatizó la vecina, quien permanece en el albergue junto a su pareja y dos hijos.

Gladys Muñoz, en tanto, quien vive hace más de 40 años en Caipulli, dijo que firmaron un documento donde solicitaban ayuda para las familias. 'Yo le pregunté a las personas que entregaban los sacos: ¿este es el aporte?, y ellos me dijeron que es lo que hay no más. Vea usted la comparación entre la donación de un privado y el Gobierno', comentó la vecina, mientras comparaba el saco de carbón de Onemi y el donado por Skretting.

La única familia que proviene del campamento Puerto Aravena y que permanece en el albergue está conformada por Claudia Castro, su pareja y sus pequeños hijos de 7 y 2 años.

La joven señaló que en las primera horas de la emergencia llegaron las autoridades y se comprometieron a entregar ayuda urgente, la cual hasta ahora califica de escasa.

'Ha llegado aporte al albergue, pero necesitamos limpiar y deshumedecer nuestras casas. Ya mañana (hoy) tendremos que dejar la escuela y volver a las viviendas, pero en esas condiciones qué seguridad le doy a mis hijos de que no se enfermarán, si no tengo cómo calefaccionar mi casa', expresó la joven, quien junto a otras familias de Caipulli se alistaba ayer para tomar once en el albergue.

ayuda y albergue

Eliana Hernández, encargada de la oficina provincial de Onemi, señaló que el municipio hizo un informe de la zona afectada con las necesidades que presenta el sector.

'Hemos entregado cajas de alimentos, además, como los vecinos están en albergues, recibieron colchones, frazadas, carbón y alimentación', detalló la asistente social.

Hernández agregó que el municipio de Osorno está utilizando sus propios recursos para enfrentar la emergencia y ayudar a las familias.

'Osorno (el municipio) no ha pedido mucha ayuda, ya que están usando propios sus recursos. Hay que dejar en claro que no toda la ayuda es entregada por el Gobierno', indicó Hernández.

La administradora municipal, Karla Benavides, explicó que se están coordinando con las familias de Caipulli para que las personas que están albergadas en la Escuela Lago Rupanco regresen hoy a sus viviendas.

En cuanto a la ayuda entregada por el municipio, Benavides dijo que una vez que los damnificados regresen a sus casas, un equipo realizará un catastro de los casos más graves para brindarles apoyo.

'El agua no sólo dañó mis pertenencias, también causó una falla en el medidor de la luz y con ello dañó mis artefactos eléctricos'.

'Osorno (el municipio) no ha pedido mucha ayuda, ya que están usando sus recursos. Hay que dejar en claro que no toda la ayuda es entregada por el Gobierno'.

35 sacos

'Yo le pregunté a las personas que entregaban los sacos: ¿este es el aporte?, y ellos me dijeron que es lo que hay nomás'.

Limpieza de las casas

'Nosotros pedimos un saco, pero no con tan poco carbón. Por suerte una empresa nos entregó sacos más grandes'.

'Ha llegado aporte al albergue, pero necesitamos limpiar y deshumedecer nuestras casas'.

37 personas