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Habilitan una escuela para recibir a 53 albergados de campamentos de Ovejería

emergencia. Las familias pertenecen a los asentamientos Caipulli y Puerto Aravena. Las personas recibieron colchonetas, frazadas y raciones, mientras el río vuelve a su curso.

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A contar de las cuatro de la madrugada del martes comenzó la evacuación de las 53 personas afectadas por la crecida de los ríos Rahue y Damas, producto del temporal de viento y lluvia que afecta a la zona desde el domingo. Los damnificados -en su mayoría niños y adultos mayores- residen en los campamentos Caipulli y Puerto Aravena, ambos ubicados en el sector de Ovejería, donde el agua llegó hasta sus casas por lo que debieron ser evacuados en botes por personal del Ejército.

Evelyn Salgado tiene 26 años y vive junto a sus hijos de 11 y un año de edad, en una pequeña vivienda ubicada al final del campamento Caipulli, a un costado del camino a Río Negro. De la madrugada del martes sólo recuerda la fuerte lluvia y viento, sumado al intenso ruido que provocaban las aguas del río Rahue que a cada minuto aumentaba su caudal.

'El ruido era intimidante. Llevo más de diez años viviendo acá y nunca vi o escuché nada igual. No dormimos, y cuando el agua cubrió nuestro patio decidimos venirnos', explicó la mañana de ayer ya instalada en el albergue dispuesto en la Escuela Lago Rupanco del barrio Ovejería.

Tomó a sus hijos, un par de mudas y no dudó en subir al bote militar, que a esa hora de la madrugada comenzaba a sacar personas para llevarlas hasta el establecimiento educacional.

Una decisión similar tomó Silvana Saldivia, quien con sus hijos de 8 y 2 años de edad abandonó su vivienda con lo mínimo. Según explicó, el temor a la crecida del río no le dio tiempo de sacar nada más.

'Si sigue lloviendo, qué va a pasar con nuestras cosas, es lo único que tengo. Está todo mojado. No podemos llegar caminando. Siempre pensamos que el río nunca llegaría a nuestras casas y hoy estoy aquí durmiendo en un albergue', comentó Silvana Saldivia.

En horas de la mañana se incrementó el arribo de damnificados hasta la escuela de Ovejería. Éstos relataban los complejos momentos que habían sufrido al despertar y ver que el río prácticamente había entrado a sus viviendas.

En el caso de los vecinos de Caipulli, ellos relataron que el camino hacia Río Negro estaba completamente cubierto por las aguas del cauce, mientras que los predios agrícolas se asemejaban a una enorme piscina natural frente a sus hogares.

En dicho asentamiento habitan 37 familias, mientras que en Puerto Aravena son 63 familias las afectadas, varios de los cuales aún permanecen en sus casas, ya que la evacuación aún no es obligatoria.

Bote a la puerta

A las 11 de la mañana de ayer se realizó un nuevo recorrido en bote por las viviendas, donde las dirigentes Paola Carrasco y Alicia Marín solicitaban a los vecinos que dejaran sus viviendas.

Al grupo también se sumó Evelyn Salgado, que necesitaba buscar ropa para sus hijos y convencer a su suegra de abandonar su morada.

Al llegar el bote a la puerta de María Vargas -de 57 años y suegra de Evelyn- lograron persuadirla para que sacara sus cosas y se trasladara al refugio. Así como ella, fueron tres familias las que por precaución y temor a las enfermedades de sus niños dejaron sus hogares.

El argumento de quienes se negaron a evacuar radica en el temor a ser víctima de robos, recalcando que sólo si los obligan dejarán sus casas.

centro

En calle Pérez, ubicada en el sector céntrico, la situación más compleja se vivió la madrugada del martes, cuando el río Damas ingresó por un sector que no posee muro de contención y afectó las viviendas.

Los vecinos decidieron permanecer en sus hogares, sin embargo una mujer de 80 años fue trasladada hasta el Centro Cultural de Francke, para luego derivarla hasta casa de familiares en horas de la tarde.

En el ingreso de Francke, a la altura del número 360 de calle Blanco Encalada, tres casas debieron ser evacuadas por personal de Bomberos ya que durante la noche el Damas ingresó a sus patios.

Marta Inilán de 24 años señaló que al despertar se percató de la crecida del río. 'Nos iremos a casa de un familiar mientras las aguas vuelven a su curso', explicó.

El municipio adecuó la Escuela Lago Rupanco para recibir a las personas afectadas por la crecida de ambos ríos. Además, le entregaron frazadas, colchones y raciones alimenticias a los damnificados.

Karla Benavides, administradora municipal, explicó que las personas permanecerán en los albergues hasta que el río no presente ningún peligro.

'Las personas estarán seguras en los albergues, porque después viene un proceso de limpieza necesario tras la crecida del río', dijo Benavides.

Por su parte Nofal Abud, intendente de Los Lagos, durante horas de la tarde visitó a los albergados y el campamento Caipulli donde se reunió con los dirigentes. La autoridad sostuvo que se dará prioridad a la concreción del proyecto habitacional al que están postulando la mayoría de los residentes del lugar y que está en etapa de diseño.

'Vamos a dar prioridad al tema vivienda para dar soluciones reales a los afectados. Además, deberemos ver cómo limpiar el cauce del río Rahue que está lleno de basura y desechos', concluyó Abud.

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