'Cuando era chico y me decían que era chileno, me enojaba mucho porque les decía a todos que era de Osorno y con mucho orgullo'.

Una historia poco conocida ligada a la ciudad, pero que atesora y asume como parte de su identidad es la que tiene el abogado Hernán Calderón Salinas, ex marido de la ex Miss Chile y animadora de televisión Raquel Argandoña.

A sus 61 años, el profesional que también ha estado ligado a la farándula y que se ha envuelto en algunos casos polémicos, principalmente defendiendo a sus hijos Raquelita o más conocida como 'Kel' y 'Hernancito', no esconde su amor por la tierra de la Leche y la Carne, vínculo que recordó hace unas semanas en un programa de Canal 13 conducido por Eduardo Fuentes.

'Tengo muchas anécdotas de la ciudad, ya que durante varios años pasé los meses de verano en Osorno porque mi papá, que también era abogado, tenía un alto cargo en el desaparecido Banco Osorno y La Unión', comenta Hernán Calderón, quien nació en 1953.

De hecho, su padre, Alberto Calderón Barrientos, nació y fue criado en nuestra ciudad, siendo alumno del Instituto Alemán. Posteriormente se radicó en Santiago para estudiar Derecho, por lo que siguió los pasos de su padre, quien entre el año 1945 y 1949 fue diputado del Partido Radical por la vigesimotercera agrupación departamental de Osorno y Río Negro.

'Yo nací en Osorno, pero nunca viví por largo tiempo allá. Como mi papá trabajó hasta 1962 en la casa matriz del banco, pasábamos los veranos en Osorno. Teníamos nuestra casa en calle Bulnes, que era de mi abuela, cerca de un servicentro, donde nos quedábamos entre diciembre y marzo', recuerda el jurista, quien dijo que de sus cinco hermanos es el único nacido en la ciudad.

'Mi madre cuenta siempre que casi nazco en la plaza de Armas de Osorno, porque estaba en ese lugar cuando comenzó con contracciones. Finalmente la trasladaron hasta la Clínica Alemana, donde nací', comenta entre risas el abogado.

Calderón viajó durante los veranos a la ciudad junto a su madre y dos hermanos mayores hasta 1963, cuando su padre falleció.

Sin embargo, años después, cuando era mayor de edad, volvía cada seis meses, ya que una hermana de su abuela que estaba casada con un notario de apellido Rabanal le dejó al fallecer un piso en un edificio de calle Ramírez, el cual tenía un departamento y 5 oficinas, las que arrendaba.

'Le arrendaba el departamento a Rudy Mayr, quien tenía una imprenta y una de las oficinas a un arquitecto de apellido Biskupovic. Como teníamos propiedades familiares, yo viajaba de Santiago a Osorno para cobrar los arriendos y me quedaba en el departamento del señor Mayr, que era muy cariñoso', rememora el abogado.

Calderón alternaba su estadía entre la ciudad y el campo de la familia ubicado en el sector de Colhue, en la comuna de San Pablo, lugar donde también nace su apego por la naturaleza. De hecho, actualmente posee un predio en la localidad de Pelarco, en la zona central, dedicado a la crianza y engorda de animales.

La última vez que Hernán Calderón estuvo en la zona fue en enero de este año, primero estuvo en Llanquihue, en el matrimonio de la hija de una de sus hermanas, tras lo cual aprovechó de pasar por la ciudad.

Confidencia que uno de los temas pendientes es alguna vez visitar con sus hijos la ciudad para mostrarles los lugares que le traen recuerdos de la infancia.

'Me encantaría organizar un viaje, por ejemplo, a las Termas de Puyehue y de ahí estar en Osorno con mis hijos, recorrer esos lugares que me imagino están muy cambiados. Es posible que pronto tenga que volver justo por una causa que estoy viendo', aseguró.

Incluso, por melancolía, en algún momento quiso comprar el campo que su familia poseía en Colhue, pero el dueño actual cobraba demasiado dinero como para adquirirlo.

'No se si compraría un predio en la zona, porque con el tiempo hay un desarraigo. Los parientes van falleciendo, pero el cariño y el apego siempre están', dijo el abogado.

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Padre

'Me encantaría organizar un viaje, por ejemplo, a las Termas de Puyehue y de ahí estar en Osorno con mis hijos, recorrer esos lugares que me imagino están muy cambiados'.