El alcalde de Osorno, Luis Urzúa Romero, señaló que se cumplieron las expectativas trazadas para proveer al ropero de emergencia destinado a prestar ayuda a la comunidad local en caso de catástrofes, luego que terminó en horas de la tarde de ayer la campaña de solidaridad 'Osorno ayuda a Osorno'.
La historia de la idea de fusionar Nestlé y Soprole (Fonterra) en nuestro país no es nueva. Y sale a la luz cada cierto tiempo y de hecho ya hubo algunos intentos que no prosperaron. Lo cierto es que ahora la transnacional suiza volvió a la carga por lograr este objetivo. Ayer se conocieron los términos de una eventual alianza estratégica.
Los hurtos aumentaron en forma considerable en los últimos meses en Osorno, y los puntos más afectados han sido las grandes cadenas comerciales que se instalaron recientemente en esta ciudad. Se agregan los lanzazos, carterazos y otras acciones delictuales que no son denunciados por los afectados.
De vez en cuando las sociedades humanas se ven jalonadas por el planteamiento de supuestas polaridades, acompañadas de la dudosa urgencia de resolver inclinándose hacia alguno de los extremos. Es lo que sucede con el debate sobre el aborto.
Antes que nada, es imprescindible reconocer que la vida humana es un don que interesa a todos. A moros y cristianos. Y que ello incluye, desde luego, al nasciturus (el que va a nacer). Pero no es lo mismo entenderla como parte de un entramado metafísico -cuyo autor o primer principio es Dios Creador- que asignarle un valor relativo, anclado únicamente en el derecho positivo vigente, de suyo cambiante y mutable.
El proyecto del gobierno apunta a despenalizar la interrupción del embarazo i) cuando está en peligro la vida de la madre; ii) cuando hay inviabilidad fetal; iii) en caso de violación. El primer caso, en mi opinión, queda despejado por el llamado principio de doble efecto, también conocido como principio del voluntario indirecto: buscando salvar a la madre, se compromete la vida que se gesta en su vientre. No hay aborto propiamente hablando.
El segundo caso es diferente y dice relación con el significado del sufrimiento: ¿en qué sentido podría honrar el valor de la vida obligar a una mujer a llevar en su vientre un feto sin cerebro o destinado con certeza a morir apenas nazca? Los motivos que podamos tener los creyentes a favor de esa decisión no pueden obligar a quienes no comparten la misma fe, pues ello sería equivalente a violar su libertad de conciencia. Esa es la razón por la que los legisladores -que hacen leyes para todos- deben otorgar, en este caso, la posibilidad de elegir acerca de la continuidad del embarazo.
El tercer caso, a pesar de importar la ferocidad de una de las conductas humanas más brutales que se pueda imaginar, no justifica en modo alguno la eliminación de la creatura en gestación. Puesto que con independencia de las creencias de la madre, lo que está allí en juego es una vida distinta, cuya dignidad propia supera la oprobiosa acción que la originó. El Estado debe garantizar aquí el cuidado y la protección tanto de la madre cuanto del hijo.
Y un alcance final: para que el debate sobre un tema tan complejo sea fecundo, deben evitarse por igual las descalificaciones, las falacias y los sofismas de toda especie.
Durante los últimos meses se han hecho cada vez más frecuentes las denuncias respecto a abusos sexuales contra menores de edad, situación que -tras las publicaciones en la prensa- ha generado una comprensible inquietud.
Llama la atención que a medida que se van conociendo estas situaciones, los familiares se atreven a hacer las denuncias respectivas, de manera que un delito que generalmente quedaba impune por el temor o vergüenza que generaba, ahora se hace público. Los padres concurren al sistema judicial con la esperanza de que los agresores sean detenidos y para frenar su acción, si se considera que los analistas del tema dicen que estas personas suelen reincidir en el delito.
El abuso sexual de menores es una forma de maltrato que incluye un amplio espectro de acciones entre un niño y un adulto.
Cuando un niño es víctima de abuso sexual se corta su línea de desarrollo psicológico y ese daño se observa en su etapa adulta. Los estudios revelan que desde el punto de vista criminológico, las víctimas siempre son elegidas porque el abusador se da cuenta de sus eventuales carencias económicas, afectivas o de otra índole.
Asimismo, quienes abusan de menores tienen problemas de autoestima o de índole sexual.
Generalmente son personas que aparentan ser 'normales', buenos vecinos, con educación y tienen familia. Es por eso que causa tanta sorpresa entre sus cercanos cuando se descubre a un abusador sexual.
Otra de las características de este delito es que en el 80 a 85% de los casos, los agresores son conocidos o parientes de sus víctimas, o están en entidades en las cuales tradicionalmente confían las familias.
Los pedófilos buscan dónde pueden encontrar a estos menores, de allí que muchas veces tienen trabajos donde pueden acercarse sin levantar sospechas. El modo de operar es que no se acercan violentamente, sino que preparan el camino para abusar de la mayor cantidad de niños que sea posible sin ser denunciados. Afortunadamente, los familiares están perdiendo el temor a denunciar estos deleznables delitos.