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Campesina durmió 15 días en la cárcel tras no pagar multa por tala de bosque

justicia. Elena Rivas reside en un sector precordillerano de Río Negro y su caso se hizo conocido tras aparecer en reportaje de TVN sobre la disparidad de castigo a particulares y empresas.

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'Tuve miedo. No sabía qué reacciones tendrían esas mujeres. Hasta la cuarta noche les pregunté qué sentían cuando fumaban eso, y me dijeron que lo hacían para relajarse'.

Así relata Elena Rivas (57 años) parte de lo que vivió al interior del recinto de cumplimiento penitenciario de Osorno, tras finalizar 15 noches de reclusión nocturna por no cancelar la multa de 5 millones de pesos por la tala ilegal de bosque nativo.

El caso de esta residente del sector Cordillera Hinostroza, en la parte precordillerana de Huellelhue, en la comuna de Río Negro, se hizo público la semana pasada, por un reportaje emitido por Televisión Nacional de Chile (TVN), que daba cuenta del contraste que existe en la aplicación de multas cursadas por la Corporación Nacional Forestal (Conaf) a quienes infringen la ley 20.283 de bosque nativo.

Y es que mientras esta mujer estaba prófuga de la justicia por el incumplimiento del pago de 5 millones de pesos, la Agrícola Brinzal, perteneciente a la Universidad de Harvard aún no cancelaba la multa de 4 millones por la tala rasa ilegal de 76 hectáreas de explotación donde se calcula que se habrían explotado más de 24 mil metros de leña, desde la comuna de Ancud, en la isla de Chiloé.

Un poco más tranquila y en la casa de su hija, en el sector de Rahue Alto, Elena relata entre sollozs las semanas en que estuvo como prófuga, las horas previas a entregarse a la justicia y su experiencia al interior de la cárcel de Osorno.

Diez afectados

La vida de Elena Rivas no ha sido fácil. Tuvo que soportar la muerte de su esposo, luego de cuidarlo durante dos años tras sufrir un grave accidente cardiovascular que lo dejó postrado. Luego, ese mismo año 2010 sufrió un incendio que consumió su casa.

'En ese momento no había nadie. Íbamos con mi hijo camino a mi casa cuando me avisaron que se estaba quemando. Cuando llegamos encontramos las puras cenizas', recuerda Elena.

A partir de ello siguió adelante y trabajando en la fabricación de leña desde el campo que le dejó su esposo a ella y sus tres hijos. Hasta ese momento contaba con un plan de manejo vigente hasta el 31 de diciembre de 2012.

Sin embargo, cuando estaban en medio de los tramites para la legalización de la posesión efectiva del campo que estaba a nombre de su esposo, recibió la visita del director provincial de Conaf, Francisco Ibarra, en mayo de 2013, que detectó la tala de bosque nativo sin un plan de manejo vigente.

'Reconozco que mandé a hacer leña y que nos pasamos de un rodal, pero lo hice para cubrir mis gastos, porque después que falleció mi esposo y se quemó mi casa, tenía que seguir adelante, por eso explotamos leña, porque no recibí ninguna ayuda', comenta la mujer.

Cerca de un mes después de esa visita recibió la inspección de otros dos funcionarios de Conaf, que vieron el lugar y la madera que se había talado. 'Cuando fueron al campo hicieron un parte por 60 metros de leña nativa y nos dijeron que nos quedáramos tranquilos porque la multa sería baja', cuenta Jorge, uno de los hijos de Elena.

Sin embargo, después les llegó la notificación por la explotación de 20 hectáreas y extracción de 500 metros de leña de especies olivillo, ulmo, avellano y tineo, cuando originalmente eran seis hectáreas y aproximadamente 60 metros de leña. El valor comercial de los 500 metros se calculó al 200% de ese valor porque ya estaba retirada del predio, por lo cual la multa alcanzó la suma de 15 millones de pesos.

Con la presentación de medios de prueba: documentos médicos de la enfermedad de su esposo, el incendio de su casa, certificados médicos por depresión que sufre Elena, sumado a que no sabe leer ni escribir, el Juzgado de Río Negro bajó la multa a 10 millones de pesos, cifra que después la Corte de Apelaciones de Valdivia bajó a 5 millones.

Pero como aún se hacía difícil pagarlo porque sólo recibe una pensión por viudez de $60 mil que le dejó su esposo, se emitió una orden de arresto por incumplimiento de multa.

Cuatro meses prófuga

'Estuve prófuga entre enero a abril. Los carabineros iban a mi casa a buscarme, pero me escondía', comenta Elena.

Una vez estaba buscando agua y cuando vio la camioneta de Carabineros corrió a esconderse. 'Tuve que gatear para esconderme', comenta, Elena, quien cada vez que viajaba hasta su casa pasaba por caminos interiores para evitar controles.

'Como no tenía ni tengo los medios para pagar decidí ir a la cárcel. Todas las noches pensaba que de alguna forma tenía que llegar ahí y estar encerrada como una delincuente', recuerda Eliana, quien estaba prófuga mientras nueve vecinos, e incluso su hermano Miguel, cumplían multas similares con reclusión nocturna.

Sin embargo, Elena fue la única mujer que tuvo que pagar con cárcel. El año pasado fue su vecina Julieta Quintul y su esposo Patricio Jaramillo, quienes pagaron cerca de $120 millones.

Reclusión nocturna

El 6 de mayo, Elena salió de su casa con la intención de hacer dedo con destino al retén de Riachuelo. Caminó cerca de 4 kilómetros hasta el camino público bajo la lluvia. 'Completamente mojada estuve esperando en el retén para que dijeran donde quedaría detenida. Pensaba que en algún momento me iban a decir que me fuera a mi casa', cuenta la mujer.

'La primer noche casi no dormí nada. Después lo lograba a sobresaltos, pero a las 5 de la mañana ya me levantaba, porque a las 6 salía de la cárcel', cuenta.

Jamas pensó que pasaría por una situación así y tener que ver la precariedad que existe en las cárceles. 'Cuando llegué me encontré con un lugar sucio, inmundo. A penas abrieron la puerta me llegó un fuerte olor a humo y marihuana', recuerda Elena, quien además cuenta que ni siquiera había agua potable.

'Las que llegaron eran muy malas, se volaban adentro, incluso me había ofrecido, pero les dije, que no, porque sólo fumaba cigarrillos', comenta.

Ahora, dice, estar muy contenta de haber salido 'porque es muy triste estar adentro de la cárcel, a nadie le doy eso. Estoy contenta de llegar a la casa de mi hija y estar con mis nietos que me adoran', cuenta entre llanto.

Ahora, cuando viaje hasta su casa (Río Negro), dice que espera seguir trabajando, pero piensa que como dio a conocer su drama, pueden tomar represalias. 'Pienso que me pueden seguir persiguiendo y no pueda hacer leña para vender. Tengo miedo. Pero si tengo que pagar nuevamente con cárcel lo tendré que hacer porque no me queda de otra', dice con resignación.

Su hijo Jorge dice: 'la ley siempre ha sido para el más pobre, los demás simplemente contratan a alguien que los defienda y tienen pena remitida o no pagan'.

'Es muy triste estar adentro de la cárcel, a nadie le doy eso. Estoy contenta de llegar a la casa de mi hija y estar con mis nietos que me adoran'.

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