Con un detenido terminó una tensa espera de los cesantes, entre ellas las más de treinta mujeres que querían conversar pasado el mediodía de ayer con el gobernador, Bernardo Candia, con el objetivo de expresar su descontento por la poca cantidad de cupos laborales destinados para los desocupados de la comuna.
El conflicto entre Fenats y los directivos del Hospital Base de Osorno llegó a su fin cerca de las 20 horas de ayer, luego de haber negociado durante todo el día. Así, el director del Hospital, Ricardo Labbé, acordó con los dirigentes trabajar para mejorar las relaciones humanas al interior del recinto asistencial.
Cuarenta comerciantes que desenvuelven su actividad en la Feria Persa de calle Patricio Lynch deberán buscar otro lugar para instalarse, luego que el propietario del sitio los notificó que deberían abandonarlo en un plazo no precisado. La situación crea un problema para los feriantes, que no tienen otro punto donde ubicarse.
Muy interesantes reflexiones surgieron en el marco de un seminario internacional sobre descentralización realizado en Puerto Montt por el Centro de Estudios del Desarrollo Regional (Ceder), de la Universidad de Los Lagos.
En la cita, realizada el viernes último, varios expertos coincidieron en señalar que el país vive un momento histórico que se debe aprovechar si se quiere avanzar efectivamente tanto en el conocimiento del tema, como en la implementación de medidas que apunten a una mejor distribución del poder en el país.
En esa línea, el expositor Kent Eaton, doctor de la Universidad de California Santa Cruz, en Estados Unidos, puso el foco en la necesidad de vincular el proceso de mayor descentralización en el país al fortalecimiento de las llamadas 'capacidades subnacionales', es decir, las habilidades que tienen los individuos, grupos e instituciones para identificar y resolver sus propios problemas, así como para implementar estrategias de desarrollo en sus respectivos territorios locales, ya sean comunas, provincias o regiones.
Al respecto, el académico estadounidense apuntó a los problemas que se han generado en otras naciones de América Latina, en algunos de los cuales se han realizado procesos de descentralización radicales que no han ido de la mano de la generación de esas capacidades y, por consiguiente, han generado inestabilidad y hasta retraso económico en los territorios a los que precisamente se quería potenciar.
Al respecto, las variables que se deben considerar apuntan a factores socioestructurales, políticos y externos. Entre éstos figura, por ejemplo, la necesidad de contar con una sociedad civil fuerte, que sea capaz de desarrollar un efectivo control del comportamiento de los actores políticos, así como de otras organizaciones de la sociedad civil, un sector privado capaz de identificar junto al sector estatal proyectos beneficiosos para las zonas y medios de comunicación que aporten información de calidad sobre las carencias de la sociedad.
Hay un generalizado consenso en la necesidad de avanzar en esta materia. Sin embargo, es fundamental que el foco se ponga también en el fortalecimiento de las capacidades en las regiones, para administrar eventuales nuevas cuotas de poder.
Los renovales, dentro de las cuales se encuentran el roble, raulí y coihue, son bosques nativos que se desarrollan en forma natural, como una respuesta de la naturaleza a la acción provocada por incendios, cortas y sobre-explotación. Se desarrollan a través de un proceso de sucesión, pasando por una serie de etapas de repoblamiento de diferentes especies arbóreas.
En un principio, estos renovales crecen en forma aparentemente desordenada buscando la luz, hasta llegar a un punto de equilibrio en que la muerte de algunos árboles, favorece el crecimiento de otros. Mientras que en el hemisferio norte constituyen la base del sector forestal de muchos países, en Chile contribuyen con menos del 2% de la producción anual de madera industrial. Lo insólito, es que existen 4,4 millones de hectáreas de renovales en distinto grado de conservación, casi el doble de superficie, si se compara con las plantaciones forestales de rápido crecimiento.
Si hacemos un resumen de la situación actual de los renovales, nos encontramos que se pueden clasificar en tres: Una parte ha sido bien manejada durante los últimos 50 años por profesionales forestales, comunidades locales, investigadores, empresarios, pequeños y medianos propietarios de bosques; la segunda se ha mantenido sin intervención alguna, bajo custodia de propietarios, incluidos empresas forestales basadas en plantaciones, que las mantienen por su importante contribución en captura de carbono, biodiversidad y producción de agua, pero no de forma productiva; y la tercera, durante años ha sufrido una constante degradación. Presión maderera local, sustitución por plantaciones, agricultura, ganadería y en gran parte para la producción de leña y carbón, lo que ha llevado a una irremediable pérdida de productividad.
En conclusión, pese a todos los aspectos positivos como el potencial de crecimiento, calidad de la madera y a los buenos ejemplos de manejo responsable, los renovales no han logrado posicionarse como una alternativa económica en el sector forestal nacional.
Sin embargo, esta nueva industria, tiene que ir en dirección del desarrollo, generación de empleos locales y el mejoramiento del estándar de vida de miles de comunidades y vecinos en las zonas donde actualmente se desarrolla la industria forestal. Probablemente, muchos de nosotros no veremos el resultado, pero con seguridad lo verán las nuevas generaciones, porque es algo que debemos hacer como sector forestal.