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Rescatan a hombres que cayeron a un subterráneo

accidente. Los dos trabajadores resultaron con lesiones leves.

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Un accidente se registró el mediodía de ayer en calle Bilbao al llegar a Bulnes, donde dos trabajadores que ingresaban unos paneles de madera a un antiguo edificio cayeron al subterráneo del inmueble, tras lo cual debieron ser asistidos por equipos de emergencias que llegaron al lugar.

A raíz de la caída, Claudio Espinoza Álvarez, de 28 años, sufrió golpes leves en un brazo, mientras que Ariel Martínez, de 32 años, quedó con lesiones más graves en su pierna izquierda.

Según los propios afectados, ambos trasladaban planchas para realizar trabajos al interior del local Electrónica Dávila, situado en calle Bilbao, cuando el piso cedió y cayeron cuatro metros hacia el subterráneo.

Al cabo de unos minutos, Claudio Espinoza fue el primero en salir del lugar con la ayuda de una escala instalada por bomberos de rescate. Luego fue subido a la ambulancia para ser trasladado al hospital, al igual que Ariel Martínez. Éste debió ser sacado en una camilla especial, ya que presentaba lesiones en las extremidades inferiores.

Víctor Alarcón, capitán de la Quinta Compañía de Bomberos, comentó que ambos pacientes estaban con lesiones menores, pero debido a la altura de la cual cayeron, fue necesario su traslado al hospital para constatar las lesiones.

Vecino de Rupanquito asegura que mató a carpintero en defensa propia

homicidio. El acusado Cristian Vidal Aguayo arriesga hasta 15 años de cárcel por el crimen de Heriberto Vivar, de 60 años, hecho ocurrido en mayo de 2013.

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'Nunca pensé que lo había matado. Sólo le pegué con un chuzo en la cabeza en defensa propia, ya que él me iba a pegar con un machete. Pensé que sólo lo había dejado herido'.

Es parte del testimonio que pasadas las 9.20 horas de ayer entregó a los jueces del Tribunal Oral en lo Penal de Osorno Cristian Vidal Agüero, de 36 años, acusado de asesinar el 9 de mayo de 2013 a Heriberto Vivar Álvarez (60 años), carpintero del sector El Venado Rupanquito, en la comuna de Osorno.

El hombre, quien se desempeña como obrero agrícola, señaló que estuvo bebiendo alcohol con dos vecinos, entre ellos la víctima, quien lo invitó durante la madrugada del 9 de mayo a compartir a su casa.

Según declaró, Heriberto Vivar Álvarez lo habría comenzado a hostigar en su inmueble, incluso realizó insinuaciones sexuales en contra de su pareja.

'Yo no le tomé mucho interés a sus dichos porque ambos estábamos ebrios. Para evitar una pelea, salí al patio a orinar. De pronto vi que él (la víctima) venía con un machete para atacarme, ante lo cual me defendí. Lo empuje, se cayó y tomé un chuzo con el que le propiné golpes', sostuvo el acusado, quien al ver a su víctima tirado en el suelo, lo trasladó hasta su cama donde lo dejó acostado.

Como su vecino se movilizaba en bicicleta, Cristian Vidal la guardó al interior de la casa y luego cerró la puerta de la vivienda, para no levantar sospechas.

Sin embargo, según manifestó en la audiencia, la conciencia le comenzó a pesar al no ver a su vecino salir de la casa y transitar por el camino.

Por ello, a las 8 de la mañana del 10 de mayo, Cristian Vidal Agüero regresó al inmueble para ver qué pasaba con su vecino Heriberto Vivar Álvarez. Fue ahí cuando se percató que el hombre estaba muerto en el mismo lugar donde lo había dejado.

Su desesperación comenzó a aumentar y con ello el consumo de alcohol. Ello preocupó a sus familiares, quienes lo notaron intranquilo.

Al sexto día de ocurrida la agresión, y al ver que el vecino que vive frente a la casa de la víctima había salido, tomó una carretilla y retiró el cuerpo desde el inmueble hasta una arboleda ubicada a 500 metros de la vivienda, donde cavó una fosa, enterró a su víctima y cubrió el lugar con ramas.

Luego de cuatro días de haber hecho la inhumación ilegal, el hombre confesó el crimen a su pareja y a su madre, quienes no le creyeron. Pero la insistencia en los hechos y la ausencia del vecino en el sector generó dudas en ambas.

Fue así como la pareja de Vidal alertó del posible crimen al propietario del fundo donde trabajaba el victimario, quien llamó a la policía para informar hasta ese momento de un posible asesinato y que el autor habría dejado la zona para entregarse a Carabineros.

Mientras eso ocurría, el autor del homicidio estaba en Osorno en un local de alcoholes de calle Patricio Lynch. Tras consumir licor, se dirigió a la Primera Comisaría para entregarse, ya que se encontraba muy afectado por el hecho. En el trayecto se encontró con una pareja de carabineros, a quienes les relató lo ocurrido.

Horas más tarde se confirmó el hallazgo del cadáver de Vivar Álvarez y tras ello fue detenido el autor del crimen.

La confesión y entrega voluntaria son precisamente las atenuantes que esgrime el abogado defensor, Cristian Silva, para rebajar la pena de cárcel que pide el Ministerio Público.

'Él no tiene antecedentes policiales, de manera voluntaria confesó el crimen y además colaboró en el caso. Sobre la inhumación ilegal, nosotros lo vemos como un acto que está vinculado al homicidio', sostuvo el abogado.

La fiscal María Angélica de Miguel está solicitando 15 años de cárcel por homicidio simple y 540 días de cárcel por el delito de inhumación ilegal.

'Hay dos delitos que se cometieron y esperamos lograr acreditar los hechos durante el desarrollo del juicio. Estamos en la primera etapa donde hay pruebas que respaldan la investigación', sostuvo la jefa del Ministerio Público en la ciudad de Osorno.