Pablo Obreque Echeverría
Doce años de trabajo para fomentar la lectura desde la temprana edad lleva el Centro Lector de Osorno, que desde hace dos años se encuentra funcionando en el subsuelo de la Casona Francesa, en calle Angulo con avenida Mackenna.
Pero actualmente este espacio busca la fórmula para conseguir financiamiento debido a que la Universidad San Sebastián sede Osorno -que desde hace tres años se hizo cargo de su mantención- anunció en 2013 el cierre de sus puertas en la ciudad.
Según lo señalado por la directora del este centro lector, María Victoria Pení, al menos por este año tienen asegurado el apoyo irrestricto de la casa de estudios superiores, pero 2015 es una verdadera incógnita.
Los costos de mantención del espacio, que incluye el arriendo del actual lugar, contempla el pago a una persona por media jornada, además de la reposición y adquisición del nuevo material literario, todo lo cual genera la necesidad de contar con apoyo financiero, pues de lo contrario no es posible funcionar.
"El rector nos aseguró que este año somos parte de la universidad, pero el próximo año no lo sabemos. Por ello ya comenzamos a trabajar y a realizar contactos con colegios para ver la manera de conseguir apoyo", comentó Pení, quien añade que a pesar de todo tiene confianza en que en 2015 pudiese continuar la alianza con la USS.
El Centro Lector se encuentra actualmente en una campaña a través de un programa de formación de futuros lectores, centrado en la primera infancia. Han tratado de hacer convenios con colegios y jardines infantiles, con la finalidad de entregar un servicio y a cambio estos establecimientos les puedan retribuir con un pago.
"La idea es ir preparándonos por si acaso, el objetivo es realizar este tipo de convenios con colegios para así mantenernos en el tiempo. En caso de que el Centro Lector quede en el aire, pudieran ser los colegios los que nos mantengan", manifestó María Victoria Pení.
La mayoría de las personas que colabora en el Centro Lector lo hace ad honorem, pero Pení indicó que es necesario considerar que este es un espacio abierto para niños y padres, con material didáctico que incita y ayuda a crear el hábito de la lectura desde los primeros años de vida, "por lo mismo se debe cuidar a fin de evitar su cierre".
Antes de la firma del convenio con la USS, el Centro Lector se autosustentaba, pero en ese tiempo ya se estaba analizando la posibilidad de su cierre debido a la falta de recursos.
"Es muy difícil conseguir plata, entonces la fórmula es que alguien nos patrocine con recursos. Llevamos doce años y está más que claro que es un espacio de gran utilidad, que capacita a docentes y que además le da un servicio a los niños", argumentó la directora del Centro Lector.
Ya han visitado colegios como el Saint Thomas y el Osorno College, además de algunos jardines infantiles como Arboliris, La Campiña, La Casita en la Pradera y Topolino, a quienes invitaron a una reunión que se efectuará el 23 de abril, en el marco del Día del Libro, para hablar sobre el programa de fomento lector desde temprana edad, donde su objetivo es sumarlos para que apoyen al recinto cultural.
"Vamos a realizar talleres de capacitación a profesores y también para niños. Además, todos los viernes realizamos la actividad de Cuentacuentos, que es abierta a la comunidad, donde nos colaboran con un aporte voluntario. Todo recurso es bienvenido", indicó María Victoria Pení.
El espacio tiene asegurado al menos por este año el patrocinio de la Universidad San Sebastián, aunque el año 2015 es una incógnita.
23 de abril el Centro Lector sostendrá una reunión con algunos establecimientos para presentarles un proyecto.